Opositores
cubanos rechazan aspiraciones de Chávez de perpetuarse en
el poder
Agence France Presse (El Nuevo
Herald)
LA HABANA
Maestros opositores cubanos rechazaron ayer los intentos del presidente
de Venezuela, Hugo Chávez, de ''perpetuarse de por vida en
el poder'' y expresaron su solidaridad con los estudiantes que protestan
en ese país contra la reforma constitucional que persigue
tales propósitos.
'Hemos visto ... las protestas estudiantiles que
llevan en las calles de Venezuela a decenas de miles de estudiante
contra los intentos del régimen'' de Chávez ''de modificar
la constitución, con el fin perpetuarse de por vida en el
poder'', señaló una declaración de los maestros
opositores, que se dio a conocer ayer sábado en La Habana.
''Expresamos públicamente nuestro rechazo
a semejante represión contra los estudiantes y a esta nueva
forma de hegemonía gubernamental, y hacemos extensiva nuestra
solidaridad'', subrayó el texto, aprobado por los 72 opositores
que participaron en la Conferencia Pedagogía Alternativa-2007.
El foro, el segundo de su tipo que se realiza en
la isla, sesionó el barrio de Centro Habana, en la casa del
opositor Roberto de Miranda, presidente del Colegio de Pedagogos
Independientes de Cuba y uno de los 75 disidentes condenados en
la isla, en el 2003, a penas de entre seis y 28 años de cárcel.
''Nuestro objetivo es debatir sobre los problemas
que enfrenta el caótico Sistema de Educación Pública''
cubano, entre ellos el ''adoctrinamiento político que lo
caracteriza'', declaró a la Agence France Presse De Miranda,
quien fue excarcelado en junio del 2004 por problemas de salud.
Médicos cubanos buscan rehacer sus vidas
en EEUU
CASTO OCANDO
El Nuevo Herald
Miguel Jiménez es un especialista en Medicina Deportiva con
más de 20 años de experiencia. En el 2003, fue enviado
a la región oriental de Venezuela, en el estado Anzoátegui,
para trabajar en el programa Barrio Adentro, que financia el gobierno
venezolano con asistencia del régimen castrista en zonas
populares.
Luego de 18 meses, Jiménez desertó,
se casó con una venezolana, y vivió de forma semiclandestina
por dos años y medio en Caracas. Con la ayuda de la embajada
de Estados Unidos en esa capital, llegó a Miami en julio
pasado, bajo el programa del Departamento de Estado para ayudar
a médicos cubanos en el extranjero.
A pesar del patrocinio federal, Jiménez está
enfrentando una situación laboral absurda. Desde su llegada,
el médico habanero se gana la vida instalando antenas para
la televisión por satélite, a veces diez por día.
El trabajo es tan exigente como el de médico, pero con una
paga notablemente menor.
Como él, cientos de médicos cubanos
que laboraron en misiones internacionalistas como Barrio Adentro
en Venezuela, y en otros países como Brasil y Namibia, están
participando en una misión totalmente distinta para rehacer
sus vidas en el sur de la Florida: allanar el camino para obtener
una licencia y poder ejercer plenamente como médicos especialistas
en hospitales de Miami-Dade y Broward.
''Instalar antenas me resuelve bien, pero me cuesta
mucho esfuerzo y no estoy trabajando en el campo de mi especialidad'',
afirma Jiménez, que forma parte del grupo de 2,600 galenos
cubanos y latinoamericanos que están iniciando una campaña
agresiva de cabildeo en Tallahassee esta semana, para hacer efectiva
una legislación que ha permanecido en el limbo hasta ahora.
La propuesta legislativa que podría significar
la puerta de entrada a miles de experimentados especialistas al
ejercicio legítimo de sus profesiones, y ayudar a reducir
el déficit de personal médico en la región.
La regulación legislativa, bajo el número
458.3124, ya ha sido aplicada provisionalmente en dos ocasiones,
en 1992 y 1998, para facilitar la licencia de médicos entrenados
en el extranjero, que han venido al estado de la Florida.
''Esta legislación pondría a la disposición
de la Florida un numeroso grupo de médicos con experiencia
para cubrir la escasez de profesionales de la salud en la región'',
dijo Julio César Alfonso, presidente de la organización
Solidaridad Sin Fronteras (SSF), que coordina la petición.
Alfonso dijo que ya cuentan con el apoyo de centros
hospitalarios como el Jackson Memorial, el Miami Children Hospital,
el Baptist Hospital y el Centro de Especialidades Cardiovasculares
(CSC), para que los galenos cubanos y latinoamericanos que presenten
los exámenes exigidos por la legislación estatal puedan
realizar los dos años de residencia necesarios para poder
ejercer legítimamente.
Entre los doctores de medicina que están
apoyando la iniciativa está Julio César Castellanos,
un médico general cubano que fue enviado a Brasil en el 2005,
desertó luego de 11 meses, y tras una larga odisea, llegó
a Miami el año pasado. Castellanos trabaja como vigilante
en una empresa de seguridad.
En el grupo también está Darío
Martínez, un especialista en cuidados intensivos, que llegó
hace dos meses desde Venezuela, adonde viajó en el 2003 y
fue asignado al estado de Trujillo.
Martínez desertó a los 8 meses, y
se las ingenió para vivir durante tres años en Venezuela
sin que la seguridad de estado cubana lo capturara y lo enviara
a Cuba. Infructuosamente intentó fugarse del país
en dos ocasiones, hasta que con ayuda de SSF logró llegar
a Miami hace dos meses.
''Estoy tratando de estabilizar mi vida para formar
mi familia'', dijo Martínez, que trabaja como oficinista
en una firma que ofrece servicios de ayuda a ancianos.
Otro de los casos notables es el de Katiana Durán,
una médico general que vino de Namibia bajo el programa del
Departamento de Estado.
''Hay intereses muy fuertes en contra de este proyecto,
por lo que estamos tratando de iniciar una campaña masiva
de cabildeo entre los legisladores de Tallahassee, para sensibilizarlos
sobre la grave escasez de personal de salud que existe en el estado'',
detalló Alfonso.
Como primer paso, SSF contrató los servicios
de la firma Buigas, Asztalos and Associates, de Tallahassee, para
coordinar una campaña estratégica que iniciará
en marzo de 2008, cuando comienza la nueva sesión legislativa.
''El primer paso es ver los grupos que en la legislatura se oponen
o favorecen este tema'', dijo a El Nuevo Herald Pete Buigas, miembro
de la firma que está negociando una estrategia de cabildeo
con SSF.
Buigas dijo que una puerta de entrada podría
ser el estudio ordenado por los legisladores el año pasado,
para determinar si existe una escasez de galenos en la Florida,
y en las areas específicas.
''Hay una creencia de que hay ciertas áreas
en el estado que no están siendo adecuadamente atendidas
por falta de personal, y eso puede abrir algunas oportunidades para
el proyecto de médicos entrenados en el extranjero'', indicó
el cabildero.
Respondiendo a estas necesidades de la comunidad,
el Miami Dade Colle (MDC) anunció el pasado mes un programa
para que cientos de médicos inmigrantes puedan prepararse
para el examen de reválida o titularse en una carrera afín
al campo de la medicina como enfermería, asistente médico,
laboratorista y técnico en sonografía médica.
Todas las personas que se hayan desempeñado en alguna disciplina
médica y posean el título correspondiente son elegibles
para el programa. (Para mayor información, visitar www.ssfin.org).
La Stasi entrenó a
la Seguridad cubana
MICHAEL LEVITIN
Especial para el Herald
En la cavernosa cárcel subterránea otrora operada
por la notoria policía de seguridad de Alemania Oriental
llamada Stasi, Jorge Luis Vázquez lleva a un visitante a
una húmeda celda totalmente oscura y cierra la puerta de
hierro. El mundo se desvanece. Momentos después, se abre
la puerta.
''Bueno ¿qué tal fue esto?'', pregunta
Vázquez, un exiliado cubano que habla el alemán con
fluidez y estuvo preso en una de las celdas de la Stasi en 1987,
cuando Alemania Oriental era comunista. Ahora Vázquez dirige
giras por la cárcel convertida en museo.
Pero más que eso, él ya casi ha terminado
de escribir lo que posiblemente sea el más completo y concluyente
informe hasta ahora sobre las relaciones de la Stasi con los agentes
del MININT, el temido Ministerio del Interior de Cuba.
Vázquez afirma que ha hallado que el MININT
es ''casi una copia'' del represivo sistema de seguridad de la Stasi
en Alemania Oriental, exportado por ese país a Cuba en los
años 70 y 80, y que los lazos entre ambas organizaciones
van más allá de lo que se pensaba.
Desde el espionaje en habitaciones de hoteles turísticos
a una interesante mención de la droga alucinógena
LSD, el nivel hasta dónde la Stasi entrenó y suministró
materiales y respaldo técnico a la agencia de seguridad castrista
tuvo un extenso y áspero impacto en Cuba.
Los alemanes enseñaron a los cubanos cómo
instalar sistemas efectivos de cámaras y de grabación,
como por ejemplo, a qué altura deben colocarse los micrófonos,
qué tipo de papel de tapizar oculta éstos con mayor
efectividad, y qué tipo de iluminación debe usarse
para tomar los mejores videos.
La Stasi suministró computadoras e introdujo
nuevos métodos de archivo que organizaban, protegían
y aceleraban el procesamiento de información por parte de
los cubanos.
Suministró falsos espejos para los interrogatorios
y equipos para hacer máscaras, bigotes y otros tipos de disfraces
para cuando los cubanos usaran agentes encubiertos.
Y según dice Vázquez, que tiene 48
años, los cubanos todavía practican lo que aprendieron
de los comunistas alemanes.
''El sistema represivo que existía en Alemania
Oriental (. . .) es el mismo que existe en Cuba actualmente'', precisa
Vázquez. ``Lo que el MININT aprendió de la Stasi no
se ha olvidado. Al contrario, [las técnicas y estrategias]
se mantienen vivas a pesar de la caída del Muro de Berlín''.
El amenazante control de la Stasi sobre casi todo
aspecto de la vida pública y privada de Alemania Oriental
se puede conocer en la película The Lives of Others (Las
vidas de otros), premiada este año con el Oscar a la Mejor
Película Extranjera.
Se trata de un oficial de la Stasi y su conflicto
interno mientras protege a un dramaturgo disidente cuyo apartamento
está completamente minado de artefactos espías de
la agencia.
Situada en medio de unos lúgubres bloques
de apartamentos en el antiguo Berlín Oriental, la Stasi,
abreviatura de Staatssicherheit, o Seguridad del Estado, se las
arregló mediante el espionaje, la intimidación y la
tortura para convertirse en una de las agencias de inteligencia
más temidas del mundo.
Cuando se derrumbó el Muro de Berlín
en 1989, la Stasi tenía 91,000 empleados y 350,000 colaboradores
en un país de 17 millones de habitantes. Cuando se abrieron
sus archivos al público a principios de los años 90,
los ciudadanos de Alemania Oriental se enteraron de que hubo 986
muertes documentadas en la prisión, y descubrieron 112 millas
de archivos de información sobre sus compatriotas.
Esa viene siendo la distancia que hay entre La Habana
y Cayo Hueso, bromea Vázquez durante una gira por el museo,
conocido ahora como el museo conmemorativo Berlin-Hohenschosenhausen.
Vázquez, quien tiene una abundante cabellera
castaña y habla con mucho entusiasmo, aprendió alemán
cuando era un adolescente en uno de los institutos de idiomas de
Cuba. Después lo mandaron a Alemania Oriental como traductor
para los cubanos que estaban estudiando allí, y de 1982 a
1987 vivió en Karl-Marxstadt, ahora Chemnitz.
También viajó mucho por Europa Oriental,
donde sus conversaciones con la gente sobre las penurias diarias
en Polonia, Hungría y Checoslovaquia ensombrecieron sus ideas
sobre el comunismo. Según él, fue en Moscú
``donde más me traumaticé viendo el desastre político
y económico del comunismo''.
Pero en 1987 Vázquez ayudó a un músico
cubano que estaba de visita a escaparse a Canadá. Lo arrestaron
y lo interrogaron durante una semana en la cárcel de la Stasi,
y después lo deportaron a Cuba escoltado por una guardia
armada.
Luego de varios días en una cárcel
de La Habana que describe como una experiencia ''medieval, en celdas
inmundas y diminutas, sin tener con qué cobijarse y oyendo
los gritos de los otros presos'' lo soltaron, pero ya no podía
conseguir casi ningún empleo.
Después, se casó con una ciudadana
alemana, regresó a Berlín en 1992 y en 1996 pudo ver
su expediente en la Stasi. Empezó a hacer sus investigaciones
en el 2002 y ha descubierto cientos de archivos, leído miles
de páginas de documentos oficiales y publicado docenas de
artículos en Misceláneas, una revista de exiliados
cubanos radicados en Suecia.
Y ahora le está dando los toques finales
a su informe La Conexión Habana-Berlín: Secretos de
Estado y Notas Sobre la Colaboración entre la Stasi y el
MININT. Está buscando el modo de publicar el informe, escrito
en español, como libro.
Admite que el informe no intenta ser imparcial.
''Quiero provocar un cambio'', dice. ``Cuando un
sistema de seguridad tiene sus propias prisiones, jueces, abogados
e interrogadores y nadie los controla, como ocurre en Cuba, es la
seguridad estatal lo que está sosteniendo al Partido Comunista,
y es la represión lo que sostiene al régimen cubano.
``Quiero responsabilizar
al gobierno cubano; quiero denunciar sus relaciones
con la Stasi''. Pero los materiales que él ha sacado a relucir
de esa cooperación entre agencias de seguridad hablan por
sí mismos.
La Stasi reconstruyó el sistema telefónico
y de comunicaciones del MININT en 1988 para facilitar el espionaje.
Antes de eso, en 1981, modernizó el sistema de imprenta del
mismo ministerio para facilitar la producción de propaganda
partidista y de pasaportes falsos que se utilizaban en el espionaje
y la subversión, cuenta Vázquez.
La agencia alemana también renovó
el sistema de seguridad del Aeropuerto Internacional José
Martí en La Habana, instalando cámaras, casillas de
control y equipos ultramodernos de rayos X, todo idéntico
a lo que tenían en Alemania Oriental.
Los esfuerzos coordinados de espionaje entre ambos
aparatos también ayudaron a aumentar los medios para la labor
de inteligencia del servicio secreto cubano. El estudio de Vázquez
revela que en 1985, la Operación Palma Real, una acción
conjunta de ''espionaje electrónico'' de agentes cubanos
y alemanes, resultó en valiosas interceptaciones de comunicaciones
telegráficas y telefónicas de la Base Naval de Guantánamo.
Más allá, la Stasi entrenó
a las guerrillas cubanas enviadas a ultramar para subvertir a otros
gobiernos, enseñandoles tácticas de observación,
espionaje e interrogación que expandieron considerablemente
el impacto de Cuba en conflictos desde América Central hasta
Africa, según los documentos que Vázquez ha obtenido.
''Lo que vemos es una copia del sistema de la Stasi
que se extiende por todo el mundo desarrollado, desde Angola, Etiopía
y Mozambique hasta Nicaragua, Guatemala y El Salvador''. Los cubanos
a su vez les pasaban la metodología y la tecnología
a otros.
Y está también la interesante mención
de la droga LSD en una carta del departamento de suministros del
MININT, que formalmente le solicita unas 360 dosis del alucinógeno.
El documento no explica el uso planeado.
Sin embargo, las relaciones entre la Stasi y el
MININT no siempre eran cálidas.
Vázquez revela que la agencia alemana frecuentemente
criticaba a sus colegas del Caribe por ser desorganizados y descuidados
al dejar que se filtrara información a espías estadounidenses,
además de no adquirir dominio en el uso de códigos
secretos.
''Era una confrontación cultural: los cubanos
eran de una manera, por ejemplo, no eran puntuales, y los alemanes
eran todo lo opuesto'', comenta Vázquez.
Algunos de los métodos de la Stasi simplemente
no funcionaban en Cuba.
En Alemania existía una técnica para
almacenar el olor corporal de los disidentes para poderlos perseguir
con perros de ser necesario, pero eso no funciona en el húmedo
trópico, según documentos hallados por Vázquez.
En los 18 años que hace que cayó el
Muro de Berlín, la otrora Alemania Oriental tal vez haya
hecho más esfuerzos que cualquier otro país del bloque
soviético para abrir los archivos que se mantenían
con información de sus ciudadanos, y por confrontar las sombrías
interrogantes que todavía hay en su pasado.
Vázquez espera ahora que la publicación
de su estudio pueda servir ''de base para otros, desde Polonia hasta
Bulgaria, para realizar investigaciones similares'' en toda Europa
Oriental.
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