Autorizados
a no hablar
Guillermo Fariñas, Cubanacán
Press
SANTA CLARA, noviembre (www.cubanet.org) - La preocupación
de llegar tarde a la cita, embargaba los dos opositores. Ambos estaban
en la calle, con licencia extra penal.
A pesar de que el gobierno proclama que los disidentes son mercenarios
a sueldo de una potencia extranjera, los opositores no tenían
ni un dólar para tomar un taxi de turismo. La entrevista
era con el embajador de Portugal en Cuba. Se proponían hacerle
llegar al diplomático la preocupación existente con
respecto a la salud de 32 prisioneros políticos, quienes
sobreviven dentro de las prisiones de puro milagro.
Los disidentes se percataron de que les alcanzaba en dinero, no
para un turistaxi, sino para abordar un taxi en moneda nacional,
conocidos como almendrones.
Por 20 pesos, diez per cápita, lograrían llegar al
municipio Playa, donde radica la embajada. Abordaron el taxi y no
se percataron del debate que se desarrollaba entre los pasajeros
del almendrón.
Los opositores, de inmediato, se dieron cuenta que se discutía
sobre un discurso del vicepresidente Carlos Lage, a través
del cual expresó que Cuba tiene dos presidentes: Fidel Castro
y Hugo Chávez.
Una anciana expresó:
-Óiganme bien todos ustedes. Yo pasé el machadato
en los años 30 y el batistato en los 50, y nunca había
visto guataquería como la de los mayimbes cubanos hacía
Chávez. De verdad que yo no sé como no les da pena
ser tan babosos.
Un sesentón dijo entonces:
-Es una falta de respeto ¿Ustedes saben lo que es enviar
a todos los médicos con medicamentos para Venezuela, Bolivia
y hasta Pakistán, mientras que nosotros aquí no tenemos
ni médicos ni enfermeras ni medicamentos y mucho menos aparatos
para tomarse la presión arterial?
-Chico –dijo otro-, ¿y que tú me dices de lo
que ahora cuestan los pasajes en los ómnibus Yutong? Prácticamente
hay que trabajar seis meses para poder comprar un boletín
de ida entre Santiago de Cuba y La Habana.
Una muchacha de apenas 20 años dijo:
-¿Y ustedes saben lo que es que te digan en tu propia cara
que la enfermedad del presidente de este país es un secreto
de estado? ¡Cómo si una fuera tonta y no se diera cuenta
de lo que está pasando! ¡Porque Fidel podrá
haber sido muy grande e importante en la historia, pero es un ser
humano mortal como cualquiera!
Pasado un rato la anciana miró a los disidentes:
-Y ustedes, qué. ¿No opinan? ¿No tienen ningún
problema que criticar o son de la Seguridad del Estado?
-No señora, somos dos ex presos opositores al gobierno.
A lo que la viejita les respondió sonriendo
-Ustedes ya hicieron bastante. Aquí están autorizados
a no hablar
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