Irán,
Venezuela y Cuba: El triángulo maldito
Wenceslao Cruz Blanco. El
Diario Exterior, 20 de febrero de 2006.
Los continuos ataques verbales del presidente
Hugo Chávez Frías, contra los Estados
Unidos y algunos aliados acusándolos (entre
otras muchas cosas) de "imperiales",
han sido desestimados hasta ahora por su lastimoso
nivel intelectual y por enmarcarse en lo que se
conoce como "populismo", algo que acertadamente
define el ex presidente uruguayo Sanguinetti como
"lo contrario a la democracia responsable,
la que asienta la libertad de expresión,
y que trata de desarrollar las acciones sociales,
la que no promete algo que no puede dar".
La preocupación expuesta ante varios cancilleres
europeos por la administración estadounidense
a través de su Secretaria de Estado, Condoleezza
Rice, sobre el peligro que está suponiendo
el mandatario venezolano para la estabilidad de
la región, no debió tardar tanto.
Al menos hubiera evitado que países como
España, gobernado por un presidente con
marcados rasgos "populistas" haya escenificado
posturas de acercamiento a lo que ya muy pocos
dudan en catalogar como un gobierno autocrático
y de marcado matiz antidemocrático.
La reciente visita a Venezuela y Cuba del Presidente
del Parlamento de Teherán, Golam Alí
Jaddad Adel, quien también es el representante
de exteriores de Irán, no ha sido tomada
a la ligera por Washington, y menos aún,
después de mostrar Chávez interés
en poseer tecnología nuclear así
como la disposición de Irán de ayudar
a Venezuela para obtenerla.
El régimen teocrático del iraní
Mahmud Ahmadinejad ha encontrado en Chávez
y en Castro no sólo aliados para apoyar
su plan de enriquecimiento de uranio, las posiciones
antisemitas de ambos, unidas al deseo de "borrar
del mapa" al único estado democrático
de la región, los convierten en unos aliados
estratégicos de excepción por su
cercanía a Estados Unidos y la influencia
desestabilizadora que ejercen en Latinoamérica.
A Irán le debe resultar tentador poner
a Estados Unidos en una situación similar
a la que sufrió durante la "Crisis
de Octubre" donde misiles rusos fueron desplegados
en Cuba y apuntaban directamente a la nación
norteamericana. Irán no posee misiles intercontinentales
pero si de largo alcance. Según un informe
interno de los servicios secretos alemanes, y
que fue difundido por un diario alemán
a mediados de diciembre de 2005 y corroborado
a principios de febrero por el semanario US News
and World Report, el país de Oriente Medio
compró a Corea del Norte 18 unidades de
misiles móviles del tipo BM (Battle Machine)-25
con un radio de 2.500 kilómetros, por lo
que el peligro inminente en caso de poseer ojivas
nucleares recae principalmente sobre Israel y
también sobre Europa.
Las posibilidades de que Venezuela y Cuba se
alíen con Irán para amenazar con
armamento nuclear a los Estados Unidos no debe
ser algo para ser infravalorado por ninguna administración
norteamericana. Evitar a tiempo una situación
similar a la de Octubre de 1962 resulta crucial,
Irán no es la Rusia o Unión Soviética
de antes, y si bien Castro agoniza y Chávez
se perfila como su sustituto desestabilizador
en la región, dejar correr el tiempo sólo
favorecerá estar más cerca que nunca
de una confrontación nuclear.
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