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DE CUBA
El
Nuevo Herald
Audiencia sobre los 5 espías discute
justeza del juicio
Rui Ferreira / El Nuevo Herald,
ATLANTA. 15 de febrero de 2006.
El caso de cinco hombres condenados por espiar
para Cuba se encuentra ahora reducido a si el
juicio fue justo o no.
Ayer, los jueces del 11no. Circuito de Apelaciones
escucharon los alegatos de la fiscalía
y la defensa, pero en sus incisivas preguntas
siempre quisieron saber lo mismo: si la jueza
federal en Miami les dio todas las oportunidades
de defensa, tuvo en cuenta el ambiente en la ciudad
y si el jurado escogido era el mejor.
Durante poco más de 50 minutos, ante 12
jueces --uno no apareció y no hubo explicaciones
al respecto-- las dos partes presentaron dos visiones
diametralmente opuestas.
Según la fiscalía, la jueza Joan
A. Lenard creó todos los mecanismos para
que el jurado no fuera influido por el exterior
y que su selección se hiciera con igualdad.
''No hay nada en esta documentación que
muestre que el jurado recibió influencia
del exterior. ¡Nada!'', expresó el
fiscal federal asistente David Buckner a los magistrados.
Buckner, quien estuvo bajo el fuego cerrado del
magistrado Stanley F. Birch, uno de los tres que
en agosto pasado determinó la anulación
del juicio, explicó que el jurado, en el
que no había ningún cubanoamericano,
fue seleccionado ''con sumo cuidado'' teniendo
en cuenta la naturaleza de este caso.
''Llegamos al punto de aislarlos y preguntarles
individualmente, sólo el abogado de la
defensa y yo, qué pensaban sobre Cuba y
Castro, precisamente para garantizar la confidencialidad'',
señaló Buckner.
No obstante, para la defensa, eso no fue suficiente,
porque el ambiente en la ciudad ya estaba de antemano
demasiado ''prejuiciado'' hacia los cinco acusados.
''Este caso comenzó a ser juzgado meses
después de que el niño Elián
González fue enviado a Cuba. No había
forma de mantener [al jurado] totalmente en la
oscuridad durante esos días'', indicó
más tarde el defensor público asistente
Richard Klugh.
Es más, ''nuestra impresión es
que la prensa fue la que estableció la
agenda de esos días'', añadió
el defensor público cuando Birch indagó
sobre la diferencia de este caso con los demás.
Fue entonces cuando la magistrada Rosemary Barkett
preguntó que si el comportamiento de la
prensa habría sido el mismo si el caso
de Elián no hubiera sucedido.
''Posiblemente no con la misma intensidad, pero
hay que ver los antecedentes. Miami es una ciudad
donde no pueden escuchar hablar de Castro, y cualquier
repercusión del caso siempre va en aumento.
Hay que ver que la cobertura de nuestro caso disminuyó
cuando aumentó la de Elián'', afirmó
Klugh.
El defensor público recordó que
hubo disturbios durante la permanencia de Elián
en Miami, y que la jueza Lenard debió haber
tenido en cuenta ese ambiente.
La defensa quiere que el juicio sea trasladado
a otra ciudad, fuera del condado Miami-Dade, pero
por lo menos un par de jueces parecieron cuestionar
la necesidad de hacerlo.
''Básicamente, ¿cuál sería
el mensaje [que se enviaría]?'', preguntó
el magistrado Stanley Marcus.
''Señoría, nosotros vinimos aquí
porque queremos que el nivel de prejuicio sea
llevado a su nivel justo'', añadió
el defensor.
Pero Buckner, uno de los fiscales asistentes
que llevó el caso en Miami, calificó
el proceso de modelo.
''Aquí todos los factores fueron tomados
en cuenta; incluso, ellos [la defensa] nunca renovaron
el pedido de cambio de lugar para el juicio. Sólo
lo pidieron una vez, al principio, y le garantizo
que la jueza creó todos los mecanismos
para salvaguardar la pureza del proceso. Este
juicio, con todo lo sensible que es, fue un modelo'',
añadió el fiscal federal asistente.
Buckner indicó que en la documentación
del caso no consta una sola línea que señale
que incumpliera las instrucciones de no dar acceso
a la prensa local.
Cuando Birch indagó sobre el sondeo efectuado
por Gary P. Morgan, profesor retirado de la Universidad
Internacional de la Florida, en el cual se hace
un desglose sobre el prejuicio de la comunidad
cubanoamericana hacia los cinco hombres, Buckner
explicó que la jueza lo leyó pero
"descubrió que no era creíble''.
Ese sondeo fue capital en la decisión
que tomó el panel de los tres jueces de
apelación que anuló las sentencias.
La semana pasada, Morgan admitió abiertamente
a The Miami Herald que es un admirador de Castro
y aprecia su lucha contra Estados Unidos. Sin
embargo, negó que el sondeo estuviera influenciado
por sus creencias.
La defensa siguió insistiendo en que el
juicio fue politizado por la fiscalía desde
el inicio, y dio como ejemplo el hecho de que
ésta mantuvo todo el tiempo una foto de
Castro a un costado de la sala a la vista del
jurado.
''¿Ustedes no estaban contentos con el
jurado?'', preguntó el magistrado Joel
F. Dubina.
''Hicimos lo mejor que pudimos, pero la jueza
fue quien escogió las preguntas [con que
los miembros fueron seleccionados]'', explicó
Klugh.
Observadores comentaron a El Nuevo Herald que
es difícil sacar, por las preguntas de
los magistrados, una conclusión sobre cuál
será la decisión del tribunal de
apelaciones. Sin embargo, coincidieron en lo significativo
de las indagaciones sobre la confirmación
del jurado y el ambiente en la comunidad en el
momento del juicio.
''No voy a comentar lo que aquí vimos
hoy, pero agradezco al tribunal que nos haya escuchado
y vamos a esperar el resultado'', declaró
el fiscal federal para el sur de la Florida, Alexander
Acosta.
Acosta apeló la decisión de agosto
que anuló las sentencias y ordenó
un nuevo juicio. En noviembre, el pleno decidió.
a su vez, anular esa decisión anterior
y convocó la sesión de ayer.
''Esto es un caso muy raro, por eso su resultado
es impredecible. Estamos como en un juego de béisbol,
hasta que no se acabe, no se sabe el resultado'',
comentó el abogado defensor Philip Horowitz.
Su colega William Norris recordó que "le
cabe a la fiscalía la alta obligación
de demostrar el caso. No creo que lo haya hecho
en el 2000 ni ahora. Tiendo a ver el vaso medio
lleno, por eso espero el resultado''.
Si hay empate, ya que en vez de 13 serán
12 los que votarán, eso implica mantener
la decisión de la instancia anterior, o
sea, la del panel de tres magistrados que decidió
anular las sentencias y marcar un juicio fuera
de Miami. Pero es una posibilidad remota.
''Cuando se encierren, lo primero que van a decidir
es que de ellos saldrá una decisión'',
comentó otro defensor, Paul McKenna.
La audiencia de ayer fue presenciada por los
familiares de los pilotos de Hermanos al Rescate
que fueron abatidos el 24 de febrero de 1996,
lo cual llevó a que se le impusiera dos
cadenas perpetuas a Gerardo Hernández,
considerado el líder del grupo de espías,
que está integrado también por Ramón
Labañino, Fernando González, Antonio
Guerrero y René González.
''He tenido un día bien duro. No sabemos
qué va a pasar, pero confío en Dios
en que todo saldrá bien'', aseguró
Mirta Costa, la madre del fallecido voluntario
de Hermanos al Rescate Carlos Costa.
Para Maggie Kuhly-Alejandre, hermana del también
fallecido voluntario Armando Alejandre Jr., "los
cuestionamientos de la defensa fueron naturales,
el sistema es así y lo celebramos, es su
derecho. Pero nos sentimos esperanzados de que
la justicia seguirá''.
rferreira@herald.com
Médicos cubanos en un limbo migratorio
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. 15 de febrero de 2006.
Tras ganar la lotería de visas y esperar
tres años por el permiso oficial para venir
a Estados Unidos, la doctora Marialys Darias Mesa
perdió la paciencia con el gobierno cubano.
Ella, su esposo Ihovany Hernández y la
hija menor del matrimonio habían recibido
visas estadounidenses desde abril del 2002 y un
año después decidieron que él
--con autorización gubernamental-- viajaría
primero para desbrozar el camino familiar. De
todas formas, pensaron que la reunificación
sería pronto, cuando el Ministerio de Salud
Pública decretara cumplido el plazo de
retención que todo profesional de la salud
en Cuba debe acatar si pretende dejar el país.
Pero los cálculos familiares no contaron
con el fluctuante panorama de prioridades del
régimen de Fidel Castro.
Hernández llegó a EEUU en agosto
del 2003 y comenzó a laborar como electricista
en Cape Coral, Florida. Cuando Darias pidió
su liberación, las autoridades le informaron
que su labor era ''imprescindible'' y que podría
ser retenida hasta por 10 años.
Más de 400 ciudadanos cubanos con visas
para emigrar a EEUU permanecen retenidos por el
régimen castrista, en su mayoría
profesionales del sector médico.
Darias, de 32 años, y su colega David
González Mesa, de 36, quien también
tenía visa y se hallaba en idéntica
situación familiar, se lanzaron al mar
en una embarcación con 22 personas en abril
del 2005. Fueron detenidos en Cayo Sal y desde
entonces permanecen detenidos en Bahamas, a la
espera de que las autoridades de Nassau les permitan
llegar a territorio estadounidense.
La esposa de González, Dayamí,
y dos hijos menores del matrimonio, habían
llegado a EEUU en abril del 2004 y aguardan en
Tampa por el reencuentro familiar.
Hernández, de 33 años, ha realizado
ya 18 viajes a Bahamas para visitar a su esposa,
detenida en el campamento de Carmichael.
''Llevábamos 18 años juntos, desde
la secundaria básica, y esta separación
nos ha hecho sufrir mucho'', relató anoche
Hernández. "Dejamos a nuestra hija
en Cuba, con la abuela, porque no quisimos exponerla
a los riesgos de una travesía por mar''.
El caso de los doctores Darias y Hernández
--ambos estomatólogos-- es una excepción
entre los refugiados cubanos de Bahamas. Desde
el pasado junio el gobierno de EEUU les otorgó
una autorización especial para entrar y
reunirse con sus familiares en territorio norteamericano,
pero las autoridades bahamenses no han accedido
aún a ceder la custodia.
La pasada semana 15 congresistas enviaron una
enérgica carta al primer ministro de Bahamas,
Perry Gladstone Christie, reclamando la liberación
de los doctores.
''Estamos especialmente sensibilizados con la
angustia que estos médicos y sus familiares
están viviendo, sin saber qué ocurrirá
de un día para otro. Bajo cualquier norma,
esto es injusto y moralmente repugnante'', expresa
la misiva suscrita, entre otros, por los senadores
por la Florida, Mel Martínez y Bill Nelson,
y los representantes Connie Mack, Ileana Ros-Lehtinen
y Lincoln y Mario Díaz-Balart.
El exiliado cubano Augusto Villalón, quien
ha liderado las gestiones a favor de los médicos,
consideró inexplicable la actitud del gobierno
bahamense. ''Esta ha sido una intensa batalla
de 10 meses'', dijo Villalón, residente
en Pines Island. "Si no los han devuelto
a Cuba ha sido por la presión del gobierno
de EEUU''.
Más de cien cubanos contra la violencia
Agence France Presse, La Habana,
14 de febrero de 2006.
Un grupo de 135 cubanos, a título personal,
emprendió ayer una ''acción urgente
contra la violencia'' en su país, y llamaron
al resto de sus compatriotas a sumarse al proyecto
mediante firmas, según un comunicado entregado
a la AFP por sus organizadores.
''Muchos ciudadanos cubanos vemos con preocupación
-en un país donde no existe debate público
sobre el tema- cómo la amenaza, la grosería
y el insulto sustituyen la comunicación
entre semejantes y al necesario respeto en nuestras
relaciones'', dice el llamamiento con las 135
firmas entregado a la AFP.
Añade que "la violencia verbal y
la violencia física han ganado espacio
en nuestra convivencia a todos los niveles de
la existencia cotidiana y deben ser erradicadas
mediante acciones concretas y preventivas''.
''Es preciso que los cubanos tomemos conciencia
de la gravedad de este mal y actuemos en consecuencia'',
sostienen los involucrados.
En una nota adjunta, bajo la firma del disidente
moderado Manuel Cuesta Morúa se aclara
que "esta es una iniciativa estrictamente
cívica que está llamando a la decencia
que habita en todos los cubanos, y que por consiguiente
no responde a criterios de organización
civil, política o de derechos humanos de
los muchos que existen en Cuba''.
''Actuamos únicamente en calidad de ciudadanos
preocupados por proteger a nuestros hijos, familias,
ideas y entornos de la violencia circundante que
vive con nosotros, a veces inadvertidamente, y
que, lamentablemente, se alimenta también
de las acciones, proyecciones y políticas
del Estado y sus instituciones'', añadió
el disidente moderado.
La preocupación por hechos de violencia
e indisciplina va ganando espacio en los medios
de comunicación nacional, como ocurrió
en semanas recientes, cuando la prensa, bajo control
estatal, criticó los disturbios ocurridos
en un partido de béisbol y en encuentros
de otros deportes.
Los que suscriben la acción opinan que
"Cuba merece vivir en paz con sus vecinos
y consigo misma, y que nosotros somos responsables
de que esa paz se haga realidad''.
Alegan que el Puente de las 7 Millas es territorio
de EEUU
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. 14 de febrero de 2006.
La polémica legal en torno al antiguo
Puente de las Siete Millas tomó nuevos
bríos cuando los abogados de 15 balseros
recientemente repatriados, consideraron que la
edificación es territorio firme del estado
de Florida y culparon a las autoridades costeras
por aplicar las regulaciones migratorias de una
manera cambiante y arbitraria.
En un documento de 41 páginas, los abogados
que representan al grupo en una demanda federal,
rebatieron fuertemente las consideraciones del
gobierno de Estados Unidos a la hora de poner
en práctica el decreto de ''pies secos,
pies mojados'', de 1995.
''El viejo Puente de las Siete Millas es parte
del Estado de Florida, de acuerdo con el Estado
de la Florida, y es tierra firme'', indicó
la moción enviada a un tribunal federal
en Miami.
"Y no existe nada en las convenciones establecidas
que dicte lo contrario''.
El documento afirma que al devolver a los balseros
a Cuba, el pasado 9 de enero, el gobierno estadounidense
no sólo ignoró los derechos constitucionales
de 15 hombres, mujeres y niños, sino que
también interpretó erróneamente
el alcance jurídico de las agencias federales.
''Es terriblemente irónico que la más
reconocida democracia del mundo tome la drástica
decisión de deportar a refugiados cubanos
que huyen de una dictadura comunista argumentando
que llegaron al puente equivocado'', aseveró
el texto. "La política se llama pies
secos/pies mojados. El puente estaba seco. Ellos
se habían desmontado de un bote. Y sus
pies estaban secos cuando fueron hallados por
el Servicio Guardacostas''.
La arremetida de los demandantes se produce en
vísperas de una crucial audiencia para
llegar a un veredicto sobre el caso.
La vista está fijada para mañana,
a las 10 a.m., ante el juez Federico Moreno.
Los abogados consideraron que sendas mociones
presentadas por el gobierno el 26 de enero del
presente año deberían ser desestimadas.
''Sacar a un extranjero de un puente en EEUU
equivale a sacarlo del territorio de EEUU'', agregó
el documento. "Lo mismo significa si es sacado
de un pilote del puente; en ambos casos el extranjero
ha sido sacado del territorio firme de EEUU''.
La argumentación recorre la historia del
puente de los Cayos --construido por el magnate
Henry Flagler en 1912-- y recuerda que un huracán
de 1935 lo desconectó de tierra firme,
impidiendo su uso como vía ferroviaria.
''Basándose en la teoría del gobierno,
la habilidad del Servicio Guardacostas para decidir
qué constituye suelo estadounidense se
convierte en algo cambiente y arbitrario'', se
cuestionó la moción. "Por ejemplo,
¿califica o no como un puente una instalación
que ha sido separada del territorio continental
por los embates de un huracán?''
La demanda se presentó un día después
de que los cubanos fueran devueltos a la isla,
desatando agrias protestas en la comunidad cubana,
incluyendo una huelga de hambre del activista
Ramón Saúl Sánchez.
Destacan en La Habana el rol social de la
Iglesia
Associated Press, Ciudad del Vaticano,
14 de febrero de 2006.
Un cardenal del Vaticano viajará a Cuba
esta semana, diciendo que destacará el
reciente mensaje del Papa benedicto XVI de que
la Iglesia Católica no puede continuar
al margen político en la lucha por la justicia
social.
El cardenal Renato Martino, que dirige el consejo
pontificio de paz y justicia del Vaticano, partirá
el miércoles hacia La Habana para presentar
un compendio de la doctrina social de la iglesia.
En unas declaraciones, el cardenal dijo que esperaba
reunirse con el gobernante cubano Fidel Castro,
aunque no había confirmación.
En su primer mensaje encíclico publicado
el 25 de enero, benedicto dijo que la Iglesia
no tenía interés en tomar la posición
del gobierno en crear un orden social más
justo. Pero que la Iglesia no puede continuar
al margen de la búsqueda de justicia.
Martino dio que ese mensaje sería el motivo
principal de su visita a Cuba.
Las relaciones entre la Iglesia Católica
y el Estado cubano llegaron a su clímax
en enero de 1998, cuando el Papa Juan Pablo II
visitó la isla.
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