Camarioca:
cuatro décadas de éxodo y dolor
Pablo Alfonso, El
Nuevo Herald, 26 de septiembre de 2005.
Hace cuatro décadas que el gobernante
cubano Fidel Castro aprendió una importante
lección: transformar los problemas internos
de su régimen en problemas domésticos
de Estados Unidos, y utilizar el éxodo
masivo de refugiados como un arma política
para negociar con Washington.
Castro ha sido el único gobernante en
la historia que ha puesto en práctica este
procedimiento, del cual ha obtenido resultados
positivos.
El próximo 28 de septiembre se cumplen
40 años de la insólita declaración
que hizo Castro en un acto público, celebrado
en La Habana, al anunciar que el pequeño
puerto pesquero de Camarioca, al norte de la provincia
de Matanzas, sería abierto para recibir
a las embarcaciones de cubanos que, procedentes
de Estados Unidos, viajaran a la isla para recoger
a sus familiares.
Fue la primera vez que Castro utilizó
la emigración masiva como un arma política
en su conflicto permanente con Estados Unidos.
La medida tomó por sorpresa a las autoridades
norteamericanas que, también por primera
vez, enfrentaban una emigración masiva
provocada deliberadamente por un país extranjero.
Para borrar las dudas iniciales que provocaron
su anuncio, Castro reiteró dos días
más tarde el ofrecimiento, durante una
entrevista difundida por la radio cubana, añadiendo
esta vez que estaría dispuesto incluso
a enviar dos vuelos diarios a Miami desde La Habana.
En Miami, la noticia fue acogida al principio
con sorpresa y recelos, pero muy pronto, dejando
a un lado la suspicacias que provocaba el anuncio,
y motivados por años de incomunicación
y separación, cientos de exiliados cubanos
atravesaron el Estrecho de la Florida en todo
tipo de embarcaciones para ir a buscar a sus familiares.
Pocos días después del anuncio
de Castro, casi un centenar de embarcaciones habían
arribado ya a Camarioca y Varadero. El 3 de octubre
quedaba abierto oficialmente el puente marítimo
entre la Florida y Camarioca.
Ese mismo día, el presidente norteamericano
Lyndon B. Johnson, en ocasión de firmar
la nueva Ley de Emigración de Estados Unidos,
respondía al reto lanzado por Castro en
un memorable discurso pronunciado a la sombra
de la Estatua de la Libertad en New York.
''Yo le anuncio esta tarde al pueblo de Cuba
que aquellos que busquen refugio en Estados Unidos
lo encontrarán. La tradicional vocación
de Estados Unidos de otorgarle asilo a los oprimidos
será mantenida en el caso de los cubanos'',
dijo Johnson.
El primer grupo de refugiados procedentes de
Camarioca llegó el 7 de octubre a Cayo
Marathon en la costas de la Florida . Una noticia
publicada 15 días después en Granma,
órgano oficial del Partido Comunista de
Cuba, informaba que en esos momentos había
ya 150 embarcaciones en Camarioca procedentes
de Estados Unidos esperando recoger familiares.
El éxodo de Camarioca inauguró
una práctica que el régimen cubano
repetiría años después en
dos ocasiones (Mariel, 1980; y Crisis de Balseros,
1994) para alcanzar con éxito objetivos
de política interna y de complejas negociaciones
con Estados Unidos.
Estos ciclos de emigración masiva, que
se han repetido desde entonces cada 15 años,
han hecho afirmar a algunos que es La Habana y
no Washington quien controla las fronteras marítimas
de la Florida, creando a su conveniencia el caos
en la región y demostrando con cuánta
facilidad su régimen ha podido desestabilizar
las leyes migratorias de Estados Unidos.
A pesar de la declaración de Johnson,
las autoridades del Servicio Guardacostas intentaron
hacer cumplir las leyes vigentes y advirtieron
que confiscarían las embarcaciones, señalando
que era ilegal introducir a extranjeros en el
país sin la debida documentación.
Aunque al principio se confiscaron algunas embarcaciones,
todas fueron devueltas a sus propietarios y, al
final, nadie fue procesado.
El puente marítimo duró apenas
42 días y trajo a las costas de la Florida
2,979 refugiados. Aunque el 3 de noviembre Granma
informaba que ese día habían partido
hacia la Florida las últimas embarcaciones,
el puerto de Camarioca fue cerrado oficialmente
el 15 de noviembre, luego de que los gobiernos
de Estados Unidos y Cuba llegaran a un acuerdo
que puso fin al improvisado puente marítimo.
De hecho, el embajador suizo en La Habana, Emil
Anton Stadelhofer, cuya sede diplomática
representaba los intereses de Estados Unidos en
Cuba, viajó a Varadero y Camarioca para
coordinar el traslado de aproximadamente 2,000
cubanos que esperaban salir de la isla cuando
se cerró el puerto.
El 12 de noviembre, el navío Skipper K,
de 85 pies de eslora, partía a las 3:20
p.m. del puerto de Matanzas, en el primero de
varios viajes fletados por el gobierno norteamericano
para transportar a los cubanos que habían
quedado varados en Camarioca.
Lo cierto es que, preocupada por el conflicto
bélico en Vietnam y temiendo una tragedia
en el Estrecho de la Florida, la administración
de Johnson había propuesto de inmediato
una solución a la crisis que, con la anuencia
de Castro, culminó sin mayores costos políticos
para ambas partes.
En medio del trasiego de embarcaciones y refugiados,
Washington y La Habana habían estado negociando
un acuerdo que no estuvo exento de tensiones.
Castro hizo una sorprendente propuesta. Liberar
a 70,000 presos políticos que en esos momentos
tenía encarcelados en la isla, a cambio
de que Estados Unidos gestionara la libertad de
revolucionarios cubanos detenidos en varios países
latinoamericamericanos por actividades subversivas.
Entre los países mencionados se encontraban
Venezuela, Colombia, Guatemala, Honduras, El Salvador,
Ecuador, Brasil, Perú, Paraguay, Bolivia
y Argentina.
La propuesta cubana entregada a la embajada suiza
en La Habana llegó también al Departamento
de Estado, a través de la misión
de Cuba en Naciones Unidas.
''Debe quedar bien claro que esos ciudadanos
(liberados en otros países) deben recibir
también las facilidades necesarias para
viajar a Cuba con sus familias'', precisó
la nota oficial que tiene fecha del 12 de octubre.
El Departamento de Estado rechazó la propuesta,
haciéndole ver a los cubanos que Estados
Unidos no podía negociar por otros países.
Sin embargo, la nota reveló por primera
vez dos puntos importantes: el elevado número
de opositores al régimen castrista encarcelados
en la isla y la extensa actividad subversiva que
Cuba auspiciaba en la región.
Al final fue alcanzado un acuerdo el 6 de noviembre
de 1965. El Memorando de entendimiento con el
gobierno cubano, firmado por la administración
de Johnson, reemplazó a la flotilla marítima
por un programa de vuelos directos entre Varadero
y Miami, que traería mensualmente entre
3,000 y 4,000 refugiados cubanos.
Nacían así, como consecuencia directa
del éxodo masivo de Camarioca, los Vuelos
de la Libertad que se prolongaron hasta 1973,
transportando desde la isla a 260,000 cubanos,
con un costo promedio anual de más de $100
millones.
El primer vuelo de este puente aéreo se
produjo el 1ro. de diciembre, dando inicio a la
mayor operación de transporte aéreo
de refugiados que ha tenido lugar en Estados Unidos.
Las compañías estadounidenses Eastern
Airlines y Pan American Airways estuvieron a cargo
del traslado de los cubanos.
Los motivos que provocaron el éxodo de
Camarioca no sólo tienen antecedentes en
los problemas internos de Cuba, sino que algunas
de sus consecuencias todavía perduran en
el prolongado diferendo político que Castro
ha mantenido con 10 administraciones estadounidenses
a lo largo de los últimos 46 años.
Entre sus consecuencias más significativas
figuran:
o El inicio de los Vuelos de la Libertad.
o La Ley de Ajuste Cubano.
o La reunificación de los niños
involucrados en la operación Pedro Pan
con sus padres.
o El fortalecimiento de la comunidad cubana en
Miami.
o Crisis migratorias como arma de negociación
Antecedentes
Según cifras estadísticas del Ministerio
de Relaciones Exteriores de Cuba, desde 1959 hasta
1962 habían salido de la isla con destino
a Estados Unidos unas 274,000 personas, incluidos
aproximadamente 14,000 menores de edad, que habían
viajado solos durante la operación Pedro
Pan.
Esos cubanos habían llegado en distintas
etapas que se correspondían a la situación
política interna en Cuba y que podrían
resumirse así:
o 1. En los primeros meses de 1959 llegaron unos
3,000 miembros del depuesto régimen de
Fulgencio Batista y sus más cercanos colaboradores.
o 2. Entre enero y octubre de 1960, arribaron
unos 7,000 cubanos procedentes de las capas más
altas de la sociedad, luego de que fueron confiscadas
sus empresas y negocios en la isla.
o 3. Una tercera oleada de aproximadamente 56,000
refugiados se produjo en los años 1960
y 1961, tras la declaración del carácter
socialista de la revolución, el fracaso
de la invasión de Bahía de Cochinos
y la intervención de las escuelas privadas.
o 4. Desde 1961 y hasta octubre de 1962, llegaron
a Estados Unidos aproximadamente 135,000 cubanos
en vuelos directos desde la isla o a través
de terceros países.
El torrente legal de refugiados, realizado a
través de los vuelos directos a Estados
Unidos, fue suspendido en octubre de 1962 por
el gobierno de John F. Kennedy como consecuencia
de la Crisis de los Misiles. Hasta ese momento
tres vuelos comerciales diarios habían
estado transportando a cientos de cubanos a Estados
Unidos.
Como consecuencia de la cancelación de
los vuelos, miles de personas quedaron en Cuba
sin posibilidades de viajar legalmente a Estados
Unidos, aunque el gobierno norteamericano continuó
dando la bienvenida a los cubanos que escapaban
de la isla a bordo de embarcaciones, o de manera
legal utilizando un tercer país.
En un discurso pronunciado en la ciudad de Matanzas,
el 3 de agosto de 1999, Castro hizo un resumen
de los problemas migratorios con Estados Unidos
y se refirió a ese período indicando
que aquella política alentaba la emigración
ilegal, como arma de propaganda política
contra su régimen:
''En febrero de 1963, la administración
Kennedy dio un poderoso estímulo adicional
a favor de esas salidas: anunció que los
cubanos que llegaran a Estados Unidos directamente
desde la isla serían recibidos como refugiados,
mientras que los que buscaran entrar desde terceros
países serían considerados extranjeros
y quedarían sujetos a todas las restricciones
migratorias norteamericanas'', afirmó Castro.
Durante el período de aislamiento comprendido
entre 1962 y 1965 entraron en Estados Unidos unos
30,000 cubanos aproximadamente, utilizando ambas
vías, de acuerdo con distintas fuentes
consultadas.
Durante el éxodo de Camarioca, el gobierno
cubano impuso condiciones a sus ciudadanos: no
podrían abandonar el país los jóvenes
en edad militar comprendidos entre 15 y 26 años.
También se impusieron restricciones a la
salida de determinados profesionales y funcionarios
administrativos.
Estas medidas se mantuvieron vigentes para el
programa de salidas del país a través
de los Vuelos de la Libertad. Como consecuencia
de estas limitaciones, entre quienes viajaron
en ese entonces a Estados Unidos hubo un número
mayor de estudiantes de primaria, mujeres y personas
mayores.
Pero no fueron éstas las únicas
condiciones impuestas por el régimen castrista
a los cubanos.
Tan pronto como comenzaron los Vuelos de la Libertad,
el gobierno cubano obligó a todas las personas
que se inscribían para salir del país
a trabajar en la agricultura. Esta medida se aplicó
a todos los cabezas de familia y adultos solteros.
Se crearon campamentos de trabajo en las zonas
agrícolas para estas personas que funcionaron
con un régimen disciplinario de carácter
paramilitar. De esta forma miles de cubanos tuvieron
que abandonar sus hogares, albergarse en los campamentos
durante meses y sólo podían regresar
junto a su familia algunos fines de semana, utilizando
los permisos o pases que les eran otorgados por
los jefes de los campamentos, que en la mayoría
de los casos estaban dirigidos por militares.
El humor criollo bautizó a este régimen
de trabajo obligatorio como Las Brigadas Johnson,
aludiendo al presidente norteamericano, quien
había prometido recibir a los potenciales
refugiados en Estados Unidos.
El régimen castrista obtuvo también
beneficios económicos directos a costa
de los refugiados. A cada cubano que solicitaba
salir del país se le practicaba un inventario
de todas sus pertenencias, las cuales eran confiscadas
al momento de la salida. Viviendas, automóviles,
electrodomésticos, utensilios del hogar,
ropa y todo tipo de propiedades pasaban a manos
del Estado.
Aquella práctica todavía subsiste
para quienes dejan el país definitivamente,
aunque en los últimos tiempo hay alguna
flexibilidad en la aplicación de esta medida.
A los cubanos que salían legalmente del
país sólo les era permitido viajar
con equipaje por valor de $50, incluidas sus pertenencias
personales. Miles de personas fueron despojadas
de sus prendas personales, anillos de compromiso,
pendientes y relojes, entre muchos otros artículos,
a la salida del aeropuerto.
Los Vuelos de la Libertad
Los Vuelos de la Libertad habían comenzado
oficialmente el 1ro. de diciembre de 1965. Ese
día aterrizó en el Aeropuerto de
Miami un vuelo de Pan American Airways a bordo
del cual viajaban 75 cubanos, 55 de ellos mujeres
y niños, y el resto hombres mayores de
50 años.
Tal como lo informaba la prensa ese día,
la primera en bajar del avión fue una abuela
de 74 años, Virginia Olazábal Delgado,
quien según las autoridades del Servicio
de Inmigración y Naturalización
(INS) sería relocalizada en New Jersey.
La actitud de brazos abiertos hacia los refugiados
cubanos, autorizada por Johnson, no fue acogida
con simpatía por funcionarios estatales
de la Florida. Unos 90,000 cubanos se habían
asentado ya en el Condado de Miami-Dade y las
autoridades locales temían que el flujo
de refugiados a través de los Vuelos de
la Libertad incrementara esa cifra, dando origen
a una fuerte presencia cubana en la región.
Uno de los partidarios de la relocalización
de los cubanos fuera de la Florida fue el gobernador
estatal Haydon Burns, quien envió una petición
oficial al gobierno federal pidiendo que los reasentara
en otros estados.
''No encuentro manera de expresarle, de la forma
más contundente posible, mi grave preocupación,
el del estado de la Florida y especialmente el
de la Ciudad de Miami y otras comunidades del
sur de la Florida, que tendrán que afrontar
un caos económico, a menos que las autoridades
federales regulen y controlen el acceso de estos
refugiados y los reubiquen en otras ciudades a
lo largo de Estados Unidos'', escribió
Burns.
Años más tarde un prominente cubanoamericano,
Bebe Rebozo, amigo del entonces presidente Richard
M. Nixon, le recomendaría cancelar los
vuelos "debido a la gran cantidad de cubanos
que estaban llegando y viviendo del sistema de
bienestar social.
La sugerencia está contenida en un memorando
fechado el 29 de junio de 1971, enviado a Nixon
por el secretario de la Presidencia, Jon M. Hunstaman,
en el cual se cita la opinión que Rebozo
le dio en ese sentido a Harry Dent, consejero
especial de Nixon.
El memorando le informaba asimismo al presidente
que el Comité de Apropiaciones del Senado
había votado unánimemente para finalizar
los vuelos debido al costo que significaban para
Estados Unidos, aunque a última hora su
presidente, el senador demócrata por Louisiana,
Allen J. Ellender, retiró la propuesta.
Hasta ese momento habían viajado desde
Cuba 240,000 refugiados a un ritmo de 43,000 anuales
y a un costo de $1,050 millones desde que comenzó
la operación en diciembre de 1965.
El Nuevo Herald obtuvo copia del memorando, que
se encuentra en los archivos de la Oficina Presidencial
de Nixon, con una nota de puño y letra
del presidente rechazando la propuesta.
Los Vuelos de la Libertad se extendieron durante
ocho años y trajeron a Estados Unidos un
total de 260,051 cubanos en 3,049 vuelos. Entre
ellos, llegaron la mayoría de los padres
que habían enviado a sus hijos a Estados
Unidos en la operación Pedro Pan.
A partir de 1971, el gobierno de Castro comenzó
a tomar algunas medidas para ponerle fin al éxodo.
Una primera comunicación fue enviada al
Departamento de Estado el 31 de agosto de 1971
anunciando la cancelación de los mismos.
Sin embargo, la administración de Nixon
pidió una extensión para permitir
que los cubanos que tenían ya lista su
documentación pudieran salir de la isla.
Con algunos altibajos más y suspensiones
temporales, el 6 de abril de 1973 el vuelo 8894
de Eastern Airlines aterrizó en el aeropuerto
internacional de Miami a las 11:55 de la mañana
con los últimos 84 pasajeros del puente
aéreo cubano.
Ley de Ajuste Cubano
En 1965, en momentos en que comienzan el éxodo
de Camarioca y los Vuelos de la Libertad, había
en Estados Unidos 258,317 cubanos con status de
parolees.
A los cubanos que comenzaron a llegar a partir
de entonces les era concedido un status de refugiados,
pero no tenían acceso a la residencia permanente.
Fue así como el 2 de noviembre de 1966
el Congreso de Estados Unidos aprobó la
Ley Pública 89-732, The Cuban Adjustment
Act, conocida comúnmente en español
como Ley de Ajuste Cubano, que permitía
al fiscal general, ''a su discreción y
conforme a las regulaciones que él pudiera
prescribir'', ajustar el status inmigratorio que
tenían los refugiados cubanos que se encontraban
en Estados Unidos al de residentes permanentes.
La ley, firmada por Johnson establecía
que los cubanos que habían sido inspeccionados
y admitidos en Estados Unidos desde el 1ro. de
enero de 1959, bajo condición de refugiados
o parolee, tendrían derecho a la residencia
norteamericana, una vez que hubieran permanecido
durante dos años consecutivos viviendo
en Estados Unidos.
Crisis y negociación
A partir del éxodo de Camarioca, Castro
aprendió una importante lección:
negociar con Estados Unidos acuerdos migratorios
que le aliviaran su situación interna,
a costa de normalizar el flujo de personas que
querían salir de la isla.
De esta forma se han producido los siguientes
procesos de crisis-negociación:
o Exodo de Camarioca, 1965
Acuerdo: Memorando de acuerdo que propició
el puente aéreo conocido como Vuelos de
la Libertad.
o Exodo de El Mariel, 1980
Acuerdo: Tres meses demoró Estados
Unidos en aceptar una propuesta cubana de mantener
conversaciones que no se limitaran al tema migratorio
y que finalmente puso fin al éxodo masivo.
El 14 de diciembre de 1984, bajo la presidencia
de Ronald Reagan, se firma finalmente un segundo
acuerdo migratorio. Dichas negociaciones condujeron
a ''la normalización de los procedimientos
de inmigración entre ambos países
y pusieron fin a la situación anormal que
existía desde 1980'', afirmó un
comunicado del gobierno de Estados Unidos.
En virtud del acuerdo, Cuba aceptó el
regreso de 2,746 cubanos calificados como excluibles
por Estados Unidos, mientras que las autoridades
norteamericanas se comprometían a otorgar
20,000 visas anuales a cubanos que desearan abandonar
el país.
Estos acuerdos fueron cancelados por el gobierno
de Cuba en protesta por la salida al aire de Radio
Martí el 20 de mayo de 1985.
o Exodo de los Balseros, 1994
Acuerdo: Acuerdos migratorios de septiembre
de 1994 y resolución conjunta de mayo de
1995, los cuales normalizan la corriente migratoria
con el otorgamiento de 20,000 visas anuales a
los cubanos y la repatriación de los cubanos
interceptados en el mar.
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