Elecciones Libres en
Cuba para elegir a Fidel Castro
Por Damián Dubrocq. Diario
Las Américas, 18 de marzo de 2005.
"El Parlamento Cubano tiene tres tareas
fundamentales: crear la ilusión en Europa
y en el mundo de que en Cuba hay un Parlamento
y un presidente elegidos democráticamente;
la segunda, camuflar gran parte de la culpa de
los problemas del país de la responsabilidad
del partido Comunista, y la última y no
menos importante: la de aplaudir al Tirano".
Comienzan a circular correos electrónicos
creados en Cuba y luego retransmitidos desde la
Argentina de Vittorio Codovila, o desde la Venezuela
de Chávez, o desde la España de
Zapatero tratando de hacer ver que en Cuba en
abril del 2005 habrán elecciones libres.
Por supuesto, todo ese circo no es para el pueblo
esclavo de Cuba, sino para los que viven fuera
de la Isla-Cárcel. Los cubanos que estamos
fuera de Cuba, sabemos que todo eso no es más
que una farsa. Los que estan en Cuba callan y
sufren la tiranía y tienen que ir a sumarse
a la farsa y hasta los comprometidos con el sistema
que aplauden en público pero luego comentan
la verdad en la cocina de su casa, como ocurría
también en la Rusia de Stalin. Todos sabemos
que esas "elecciones" son sólo
la reposición de la misma "puesta
en escena" que todos los cubanos conocemos
para que el Ayatola cubano siga autoproclamándose
"Presidente" de la República
de Cuba.
Leemos de uno de estos e-mails:
"En Cuba, en primer lugar, el Partido no
propone candidatos. En Cuba los candidatos los
nomina el pueblo, en los barrios. Si allí
un contrarrevolucionario fuera una persona aceptada,
querida, reconocida, valorada, y los vecinos lo
proponen por mayoría, sale nominado. Luego
si votan por él en las urnas, en secreto,
donde nadie los ve, puede salir delegado a la
Asamblea Municipal. Al final de la votación
los vecinos pueden presenciar la apertura y conteo
de los votos. ¿Quieren una elección
más democrática?"
Lo primero que se debe notar es que se habla
de "elecciones" para delegados a la
Asamblea Municipal del Poder Popular. No se habla
de elecciones presidenciales, pues simplemente
en Cuba no hay "elecciones" para elegir
al presidente de la República. Después
abundaremos en esto con más detalle. Ahora,
debemos comenzar explicando que los delegados
a la Asamblea del Poder Popular son conocidos
en Cuba como "cucharitas", pues ni pinchan
ni cortan. Una de sus funciones principales es
oír los millones de quejas del pueblo de
Cuba; para luego no poder hacer nada y sí
poner la cara para dar el único recurso
de que disponen; explicaciones de lo inexplicable.
Porque el régimen cubano luego de casi
medio siglo en el poder absoluto en la Isla y
haciendo y deshaciendo sin oposición ni
contrapartida aún sigue sin resolver problemas
tan elementales como el de la comida del pueblo,
el transporte del pueblo, la vivienda para el
pueblo, por no hablar de la libertad del pueblo
de Cuba. Pero a alguien hay que echarle la culpa
de toda esa destrucción y fracaso que ha
traído el sistema comunista a Cuba y un
poco para eso sirven estos "delegados".
De lo contrario toda la culpa caería sobre
el verdadero culpable que son el partido Comunista
y su cúpula dirigente.
En cuanto a las elecciones se refiere, hay que
comenzar diciendo que en Cuba todo el mundo sabe
que nadie va a salir inscrito en una boleta electoral
si no es militante del partido y si además
no pasó por el tamiz de la mil y una omisiones
de depuración que el partido tiene por
"definición", según responde
al carácter esencialmente Stalinista del
régimen Castro-Comunista de Cuba. Luego
esos delegados son "seleccionados" por
el partido y no "elegidos" como se quiere
hacer ver.
Segundo, y lo más importante, es que esos
futuros delegados del Poder Popular Cubano han
sido escogidos simple y solamente para entonces
ellos, "elegir" con un voto "directo"
y "público" al presidente de
la República; pues en el ritual de esas
elecciones en Cuba, fieles a la más ortodoxa
tradición Stalinista, los delegados tienen
que "pinchar al muerto"; quiere decir,
"comprometerse públicamente con la
política del régimen" y explicar
por qué votan por ese único candidato
a Presidente de la República. ¿Entendieron?
En Cuba no hay ni siquiera necesidad de falsificar
los votos, como se hizo en la Venezuela de Chávez.
Eso es chapucería. En Cuba el Unico Partido
escoge a los únicos delegados y ésos
van a ser los "propuestos" al Poder
Popular (entre lo más selecto de la flor
y nata pro-Castrista), los más comprometidos,
y ésos son los que el pueblo tiene que
ir en masa a "santificar", para que
luego esos individuos "escojan" al único
candidato y único aspirante al cargo de
Presidente: Al Primer Secretario del Unico Partido
permitido en Cuba, Presidente de los Consejos
de Estado y de Ministros, Comandante en Jefe del
Ejército de Cuba, y finalmente "presidente"
de la República Cubana, el Ayatola Cubano,
Fidel Castro.
¿Quieren unas elecciones más democráticas
que ésa en este continente? Ni siquiera
en el más de medio siglo de partido único
mexicano se dio algo semejante, pues si allá
a las elecciones iba siempre un candidato único,
no es menos cierto que siempre fue uno distinto.
No como el de Cuba que no le da chance ni al hermano
de probar la "Silla Presidencial", por
si acaso.
Y surge entonces la pregunta, ¿pues para
qué es necesaria toda esa farsa, toda esa
pantomima de elecciones? Bueno a pesar de que
Fidel Castro ha demostrado que se defeca lo mismo
en los presidentes de países amigos que
de enemigos, y luego se limpia con los tratados,
con los acuerdos y sobre todo cuando se trata
de papeles que sean cuentas a pagar por el Gobierno
cubano; sin embargo hay que reconocer que después
de haber heredado la terquedad del despotismo
ilustrado español, sin embargo el personaje
no es bruto. El sabe que necesita esa "hojita
de parra", para hacerle ver a los incautos,
por ejemplo a la izquierda norteamericana, o a
los "Socialistas Españoles",
que en Cuba se celebran elecciones. De pacotilla,
SI, pero nadie fuera de Cuba sabe ni averigua
cómo se celebran esas elecciones en las
que él obtiene siempre los mismos resultados
que Sadam Hussein cuando dirigía el Gobierno
de Iraq; 100% de los votos.
Por eso no es necesario decir que ese "Parlamento
Cubano" tiene solamente tres funciones fundamentales:
la primera presentarle al mundo una cara del castrismo
que no sea sólo la del Buró Político
Stalinista, sino algo más suave, más
acorde con la mentalidad, (sobre todo la europea)
de los parlamentos; aunque el jefe del Estado
sea un Monarca, (por cierto con menos poder en
general que el Emperador Cubano); segundo disolver
la culpabilidad por los fracasos continuados del
sistema estalinista en Cuba de manera que el Partido
no se vea ligado a los problemas administrativos
y tener así al chivo expiatorio, "los
delegados del Poder Popular", y por último
y no menos importante, la de aplaudir al tirano.
Pues en todos los años de historia de ese
incoloro e insulso Parlamento cubano nadie, ninguno
de sus miembros, ha escrito una sola página
de disidencia aunque sea verbal (estoy hablando
mientras fueron miembros activos de la tribuna
del poder popular de La Habana), ni siquiera una
voz discordante, ni siquiera un gemido: sólo
aplausos como los de magnesúrico. ¿Recuerdan?
Ni por los miles de cubanos muertos y enterrados
en Angola. Ni por los muertos de Granada, ni por
el hambre del pueblo, ni por la falta de libertad
del pueblo de Cuba. Ni por la desaparición
de la Industria azucarera a manos del comunismo
en Cuba. No ha existido jamás ninguna tribuna
política más parcial, sumisa y genuflexa
de ningún "parlamento" sobre
este planeta, que supere a este poder "antipopular"
cubano. Sí ha habido y siguen surgiendo
gente decente, personas que fueron capaces de
crecer y sacrificarse por el bien público,
que comprendieron para quien estaban trabajando
y a quien le estaban haciendo el juego, como la
economista Marta Beatriz Roque Cabello o la científica
Dra. Molina. El mundo también es testigo
del precio que han pagado por su discordancia.
Renunciaron a esa famoso Poder Popular y por solo
abrir la boca para expresar su desacuerdo: una
ha pagado con una kilométrica condena en
una de las cárceles cubanas y la otra sigue
sin salir de su país, como si en Cuba viviéramos
aún en la edad media, donde el señor
feudal decide quién puede y quién
no puede salir del feudo. Pero eso es Cuba y no
otra cosa.
Así que no nos sorprendamos de nada, ya
esto viene pasando hace casi medio siglo y pronto
veremos cómo vuelve de nuevo Fidel Castro
a salir "electo" "Presidente de
la República de Cuba".
¿Y qué le queda al pueblo de Cuba
por hacer?, pues callar y aplaudir, sobre todo
aplaudir y esperar con la esperanza puesta en
que la madre naturaleza nos permita asistir pronto
a ese gran "Día de Fiesta Nacional"
que todos esperamos.
Damián Dubrocq, Ingeniero
en Telecomunicaciones Cubano-Americano residente
en Texas, USA.
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