Moratinos se vuelca
con Cuba e indigna a la disidencia
El ministro español
de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos
recibirá hoy por la mañana a su
homólogo cubano Felipe Pérez Roque
para continuar estrechando las relaciones entre
los dos países. Ante este encuentro entre
la dictadura de Fidel Castro y la democracia española,
la Asociación Cuba en Transición
ha convocado una manifestación frente a
la sede del Ministerio de Exteriores.
Carmen Gurruchaga. La
Razón, España, lunes 14 de marzo
de 2005.
Madrid- La Asociación Cuba en Transición
pedirá al jefe de la diplomacia española
que exija a su interlocutor el respeto de los
Derechos Humanos en la isla y la liberación
incondicional de los presos de conciencia que
permanecen encarcelados. Esta organización,
que lucha por la establecimiento de la democracia
en Cuba, pretende que los ciudadanos de ese país
tengan los mismos derechos que los españoles.
Para conseguirlo, el régimen castrista
debería desparecer y dar paso a un Estado
de Derecho. Por todo ello, la oposición
a Castro reiterará hoy su petición
"al gobierno democrático de España
para que exija al canciller cubano Felipe Pérez
Roque la apertura de un proceso democratizador
en la República de Cuba".
Según la clandestina Comisión
Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional, durante 2004 han sido detenidos más
disidentes demócratas y no se han dado
los pasos exigidos por la Unión Europea
hacia el reconocimiento de las más elementales
libertades de expresión, prensa y asociación.
Levantar la sanciones
Sin embargo, recientemente el Gobierno del PSOE
propuso que la Unión Europea levantara
las sanciones impuestas al régimen castrista.
Por eso, Cuba en Transición cree necesario
que España y todos los países europeos
demuestren su repulsa ante las violación
sistemática de los Derechos Humanos y exijan
el respeto a los mismos como condición
"sine qua non" en las políticas
de ayuda y cooperación internacional. "Del
mismo modo que las democracias occidentales presionaron
a Franco durante su dictadura, ahora es justo
que el Gobierno de Zapatero haga lo mismo con
Fidel Castro", añadió el portavoz
de esta organización a LA RAZÓN.
Así pues, creen oportuno que España
deje de promover proyectos inversionistas en la
Isla. La asociación anticastrista es consciente
de que el dictador cubano presiona a los empresarios
españoles para que éstos, a su vez,
aconsejen al presidente Zapatero que no se hable
de la situación de los Derechos Humanos
en Cuba. De esta forma, las relaciones no se tensan
y los industriales pueden seguir invirtiendo.
Cuba en Transición considera que las condiciones
a las que acceden los inversiores españoles
son transgresoras de los derechos laborales. Así,
el capital español no puede pasar del 49%,
motivo por el que el Gobierno cubano, que dispone
del 51%, impone las condiciones. Es éste
el que elige a los trabajadores, miembros del
Partido Comunista, a los que requisa el 90% del
salario; el 10% restante se lo pagan en pesos
cubanos. Esto significa que el Ejecutivo castrista
no respeta los acuerdos de la OIT (Organización
Internacional de Trabajadores), suscritos tanto
por España como por Cuba.
El argumento utilizado por los empresarios españoles
es que quieren llegar a Cuba antes que los estadounidenses,
que de momento no pueden entrar si no es a través
de grupos financieros interpuestos. De esta manera,
cuando la dictadura termine, lo que confían
que suceda pronto, ellos ya estarán instalados.
Con el fin de simbolizar el estado en que se
encuentran las relaciones entre los dos países,
en la concentración de hoy habrá
una especie de representación teatral que
evoque también la manera en que Castro
está utilizando a los empresarios españoles
para que eviten cualquier declaración de
condena a la situación de los Derechos
Humanos en la Isla. Así, podrá verse
a un actor, vestido de Fidel Castro y rodeado
de presos políticos y esclavos, que se
fundirá en un abrazo con un Zapatero cargado
de dólares.
Además, con motivo de la visita de Pérez
Roque, Cuba en Transición ha elaborado
un manifiesto en el que recuerda que mientras
se entrevistan los dos ministros, más de
200 presos políticos en lucha por la democracia
seguirán en las cárceles de Fidel
Castro. Unas prisiones a las que ni siquiera puede
entrar la Cruz Roja para verificar las condiciones
de internamiento de los presos de conciencia,
dispersados por todo el país. Los anticastristas
destacan que en esos minutos habrá cubanos
que se jugarán la vida en la mar en balsas
miserables, "mucho peores que las pateras
que llegan a España desde Marruecos".
"Hoy por hoy el Estrecho de La Florida es
la mayor tumba de cubanos sin que su gobierno
haga nada por evitarlo", destacan. Mientras,
Pérez Roque participó ayer en un
encuentro en la Embajada de Cuba en Madrid con
grupos de apoyo a Castro en el que se pidió
al Gobierno español que no ceda a la "farsa"
del "criminal bloqueo" de EE UU sobre
Cuba, según indicaron fuentes diplomáticas
a Ep.
La dictadura castrista ejerce una gran presión
sobre los gobiernos extranjeros para que no reciban
a la oposición democrática cubana,
en lo que supone un auténtico apartheid
diplomático, en palabras del ex-presidente
checo, Vaclav Havel, que fue preso político
durante el régimen comunista checoslovaco.
Chequia ha sido uno de los países que dentro
de la UE se ha opuesto al levantamiento de las
sanciones a Cuba, porque el régimen no
ha dado un solo paso para caminar hacia la democracia.
Del mismo modo que Castro fuerza a algunos países
a no dialogar con los disconformes, también
impide que demócratas europeos se entrevisten
con la disidencia. Hace unos meses, el parlamentario
del PP Jorge Moragas fue retenido en el aeropuerto
de La Habana y se le prohibió entrar en
el país por este motivo. El embajador español,
Pedro Zaldívar, no se preocupara por Moragas
pese a conocer su situación.
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