PRENSA INTERNACIONAL
Marzo 7, 2005
 

Castro y la nueva izquierda

Pablo Alfonso. El Nuevo Herald, 6 de marzo de 2005.

No nay nada más cierto que esa vieja frase que asegura: "los extremos se tocan". Esta afirmación, con características de enunciado matemático, cobra vida en estos días a propósito de la llegada al poder del nuevo presidente de Uruguay, Manuel Tabaré Vázquez, líder de la coalición de izquierda, Frente Amplio.

En La Habana y en Miami la interpretación es casi la misma: se trata de un giro más a la izquierda en América Latina. De acuerdo. La pregunta es, ¿qué tipo de giro y qué tipo de izquierda? De estos matices se dice poco o nada, ni en Miami ni en La Habana.

Si observamos el panorama latinoamericano con la óptica de la prensa oficial cubana, tal parece que el castrismo cobra vida a través de los nuevos gobiernos populares de la región.

Si lo hacemos con la óptica de muchos comentaristas y medios de información de Miami la conclusión es la misma.

La coincidencia es fruto de la manipulación, en La Habana; y del despiste y el facilismo interpretativo en Miami.

Lo cierto es que la llamada nueva izquierda latinoamericana tiene muy poco que ver con el supuesto socialismo de la decadente dictadura castrista. Con excepción del iluminado mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, -que parece considerarse predestinado a dirigir una revolución continental-, los presidentes Lula, de Brasil; Kirchner, de Argentina; Lagos, de Chile; Vazquez, de Uruguay; Gutiérrez, de Ecuador; o Torrijos de Panama; no han dado ninguna muestra de querer para sus pueblos un régimen semejante al de la Cuba castrista.

La vieja izquierda latinoamericana, representada por Castro, extremista y totalitaria, está en desuso, pertenece al pasado. La nueva izquierda latinoamericana, es democrática y plural, apunta hacia el futuro de un mundo cada vez más globalizado.

Es cierto que la nueva izquierda trata al castrismo con cierta condescendecia; y hasta con paciencia, pero está muy lejos de seguir sus postulados políticos. Hay un solo punto en común que los une: La denuncia al ''imperialismo norteamericano''. Una agenda política congénita en la izquierda latinoamericana, pero que incluso en este caso, tiene matices.

Al margen de lo que se escribe en la prensa cubana, Castro está consciente de que sus días como conductor latinoamericano ya finalizaron. El rol que le queda, si acaso, es el de un consejero a quien se escucha, pero cuyos consejos no necesariamente se siguen.

Quizás sea ésta la clave que explique su ausencia durante la toma de posesión del presidente Vazquez en Uruguay. Hay quienes señalan que, el dictador cubano, se sintió relegado a un segundo plano porque no habia sido invitado al conclave que sostuvieron los mandatarios de Argentina, Brasil y Venezuela. Pudiera ser.

Especulaciones aparte lo cierto es que el nuevo canciller de Uruguay, Reinaldo Gargano, ya descartó que Cuba pudiera ser miembro pleno del MERCOSUR, como solicitó su homólogo Perez Roque, y ni siquiera miembro asociado, como lo son Chile o Bolivia.

El problema de fondo es que en las reglas del MERCOSUR existe una ''cláusula democrática'' (democrática de verdad, con prensa libre, derechos civiles y partidos políticos) que la dictadura castrista no reúne.

Por Buenos Aires, las cosas tampoco marchan muy favorables para Castro y Chavez, su aliado venezolano. Por los pasillos de la Casa Rosada se percibe cierto ''cansancio'' de las constantes sugerencias de ambos en asuntos de política externa que competen únicamente al gobierno argentino. El resultado ha sido la cancelación de la visita que el presidente Kirchner tenía programada para este año a La Habana.

El dictador cubano tiene una asignatura política pendiente con Argentina (además de una deuda de casi $2,000 millones). El caso de la doctora Hilda Molina.

''Nosotros no vamos a abandonar este reclamo humanitario, que es de absoluto sentido común'', recordó el pasado el jueves el canciller argentino Rafael Bielsa.

Es posible que el próximo jueves cuando la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el asesor presidencial brasileño, José Dirceu, se reúnan en Washington, el tema de Cuba sea un punto tangencial de la agenda. Sin embargo, Brasil va a Washington a negociar una justa aplicación del ALCA y no a proclamar su muerte como prefieren Caracas y La Habana.

palfonso@herald.com

IMPRIMIR



PRENSAS
Independiente
Internacional
Gubernamental
IDIOMAS
Inglés
Francés
Español
SOCIEDAD CIVIL
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
DEL LECTOR
Cartas
Opinión
BUSQUEDAS
Archivos
Documentos
Enlaces
CULTURA
Artes Plásticas
El Niño del Pífano
Octavillas sobre La Habana
Fotos de Cuba
CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Eléctronico

DONACIONES

In Association with Amazon.com
Busque:


CUBANET
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887

CONTACTOS
Periodistas
Editores
Webmaster