PRENSA INTERNACIONAL
Junio 30, 2005
 

Cuba: La vuelta al "sándwich estatal"

Fidel Castro echa pie atrás a las tímidas reformas económicas que permitió a principios de los 90 después de la caída de la Unión Soviética.

El Mercurio. Chile, 28 de junio de 2005.

Por cerca de una década, han existido puestos en la calle, ubicados a las afueras de hospitales, universidades y otros puntos de encuentro en La Habana, capital de Cuba, manejados por privados, y en ellos se han vendido sándwich, pizzas, dulces, milkshakes, entre otros cosas parecidas.

Pero este mes, el gobierno comunista de Fidel Castro cerró los kioscos, anunciando que en su lugar un órgano estatal ofrecerá un servicio de snacks. Los consumidores ahora esperan bocados poco apetitosos y servidos con mala cara. Incluso, los que apoyan al régimen se quejan.

Los puestos cerrados eran de unas 2.000 pequeñas empresas. Este es el último paso de una campaña del Presidente de Cuba para echar pie atrás a las tímidas reformas económicas que él se sintió obligado a permitir a principios de los 90 después de la caída de la Unión Soviética, la socia y patrona de la isla.

La respuesta de Castro fue abrir la puerta a la inversión extranjera y permitir que los cubanos se instalaran por su propia cuenta. Pero ahora, su régimen ha sido empujado por nuevas alianzas. Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, les proporciona petróleo barato, y China, préstamos suaves. A principios de este año, Castro declaró formalmente terminada la crisis económica post Unión Soviética.

Las autoridades dicen que el movimiento en contra de los vendedores es para asegurarse de que el pequeño sector privado respete las leyes. Pero por años, las filas de kioscos fueron toleradas, aunque legalmente sólo se puede vender comida preparada en las casas. Esa ley invocada es una de las muchas regulaciones intrincadas que permiten evitar los negocios privados. A los cubanos que le venden artesanías a los turistas se les ha dicho que se detengan si los materiales utilizados no son hallables en las tiendas estatales, único lugar donde se supone que se debe comprar.

En 2004, el gobierno dijo que no entregaría nuevas licencias en 40 de las 170 categorías que existen de pequeños negocios. En los 90, había 240.000 emprendedores con licencia, manejando restaurantes o cafés basados en las casas o trabajando como peluqueros o maestros. Actualmente, el número ha caído bajo los 140.000.

A los negocios extranjeros pequeños y medianos les está yendo un poco mejor que a los locales. Más de la mitad de las 800 compañías extranjeras registradas en 2000 se han ido, además de 400 empresas en las zonas de libre comercio. De los 700 joint ventures, quedan menos de 300. La mayoría involucra a grandes firmas de turismo, energía, tabaco, ron, telecomunicaciones, minería y biotecnología, negocios que son vistos como "estratégicos" por el gobierno.

Excepción

La mayoría de los que se fueron lo hicieron silenciosamente. Una excepción fue Peñasanta, una firma de lácteos española que tenía un joint venture de US$ 8,5 millones en Cuba. Un administrador declaró que era imposible realizar negocios en la isla, por la existencia de una organización caótica en la economía.

Los administradores de joint venture más grandes alegan de los altos costos.

Ello, debido a las recientes reevaluaciones del peso cubano, las inspecciones de los ministerios, los cambios en las reglas de los negocios y la decisión de quitarle a las empresas estatales la autonomía en el comercio y finanzas.

© El Mercurio S.A.P

IMPRIMIR



PRENSAS
Independiente
Internacional
Gubernamental
IDIOMAS
Inglés
Francés
Español
SOCIEDAD CIVIL
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
DEL LECTOR
Cartas
Opinión
BUSQUEDAS
Archivos
Documentos
Enlaces
CULTURA
Artes Plásticas
El Niño del Pífano
Octavillas sobre La Habana
Fotos de Cuba
CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Eléctronico

DONACIONES

In Association with Amazon.com
Busque:


CUBANET
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887

CONTACTOS
Periodistas
Editores
Webmaster