Tabaquero
cubano va por su tercer Guinness con un habano
de 20,41 metros
El
Nacional, Venezuela,
24 de junio de 2005.
Sentado en su mesa de trabajo en un parque turístico
del este de La Habana, José Castelar, 'Cueto',
espera la validación de la casa Guinness
para su virtual tercer récord consecutivo:
un habano de 20,41 metros de largo, de alta calidad.
A sus 60 años, 45 de ellos dedicados a
la confección artesanal de puros, 'Cueto'
es el más premiado de los torcedores cubanos
y tiene ya a su haber dos récords Guinness.
El primero lo obtuvo en 2001 con un habano de
11,4 m y el segundo dos años después,
con otra pieza de 14,85 m.
'Cueto' asegura estar esperando un osado fumador
para sus piezas, ambas decorativas, pues el habano
habitual de mayor largo, el Cohiba Lancero, alcanza
30 cm.
"Ahora estamos esperando (...) ya toda la
documentación fue enviada, los de la embajada
británica estuvieron aquí, midieron
el tabaco (puro) y le tomaron fotos, ahora esperamos
(la validación)", dijo Castelar a
la AFP en el parque turístico Morro-Cabaña,
formado por dos fortalezas coloniales.
Para elaborar -en febrero pasado- su habano de
20,41 m de largo y 4 cm de diámetro, Castelar
empleó tres días y terminó
tan agotado que requirió atención
médica. "Pero luego me sentí
bien, muy contento", acotó.
"Lo único que me preocupa es la fatiga
muscular que me produce en los brazos (la elaboración
de los superhabanos), pero me siento muy orgulloso
de mi oficio y de representar con él a
Cuba en el extranjero", apuntó.
El experimentado tabaquero representó
a la isla en varios eventos internacionales relacionados
con el habano. Así "he viajado a países
como Alemania, Holanda, Inglaterra e Italia",
dijo.
'Cueto' elabora los pedidos que recibe habitualmente
de personalidades de Arabia Saudita, Canadá,
Inglaterra y México. Pero cuenta, con pesar,
que no tuvo "la suerte de hacer puros para
Fidel Castro", quien dejó de fumar
habanos en 1986.
Sin embargo, afirma, "con gusto" confeccionaría
una de sus piezas para el presidente estadounidense
George W. Bush, si se lo pide.
Su destreza no es gratuita. Comenzó a
trabajar en una tabaquería de su natal
Ranchuelo, un poblado del centro de la isla, cuando
apenas tenía cinco años. "A
los 15 ya era tabaquero, luego vine a La Habana
y trabajé en varias fábricas como
'La Corona' y 'Partagás'", precisó.
En el emblemático parque habanero, muy
frecuentado por los turistas extranjeros, Cueto
elabora diariamente unos 50 puros de alta calidad,
intercambia con fumadores de habanos y visitantes
interesados en su oficio, quienes le toman hasta
80 fotografías al día.
Mientras el largo habano espera el reconocimiento
de la Casa Guinness, el orgulloso torcedor ya
piensa en batir su propio récord, aunque
no precisa la fecha.
"Puedo hacer uno de 24 o me puedo unir a
otro torcedor cubano y elaborar uno de 48"
metros, dice Castelar, mientras elabora un puro
"figurado", su especialidad.
'Cueto' no es celoso y cuenta a la AFP su secreto:
"Lo hago porque me place, me siento realizado.
Para que un tabaco sea de calidad hay que hacerlo
pensando en el fumador".
Paradójicamente no fuma. Tampoco toma
café. Eso sí, no le falta cada día
sus traguitos de ron añejo blanco. "Voy
a hacer habanos hasta que me muera, a los 124
años", afirmó.
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