NOTICIAS
DE CUBA
El
Nuevo Herald
Denuncian represión en Cuba ante la
Cumbre Iberoamericana
Agence France Presse, San José.
21 de noviembre de 2004.
Grupos cubanos anticastristas fustigaron a los
jefes de Estado y de Gobierno que participan en
la XIV Cumbre Iberoamericana en San José,
por incluir al gobierno de la Habana entre los
participantes del foro.
''Un gobierno que no ha sido elegido libremente
por su pueblo, matiza de ilegitimidad a vuestra
organización. Una tiranía totalitaria
y brutal, que ha esclavizado a una nación
durante cuarenta y cinco años, al ser aceptada
como gobierno empaña la imagen de vuestra
Cumbre'', afirma un comunicado suscrito por cuatro
organizaciones de cubanos en el exilio.
''La dimensión de las violaciones cometidas
... es tan grande y evidente que la palabra que
define su actitud es burla. Si no existe responsabilidad
ni penalidad por estas acciones entonces no hay
seriedad en vuestra gestión'', apunta el
comunicado.
El documento está suscrito por el Primer
Partido Nacionalista Democrático de Cuba,
el Partido Independentista Cubano, el Pan American
Institute for Democracy y la Asociación
de Músicos Cubanos en el Exilio.
Los opositores al régimen de la isla aprovecharon
el tema central de la Cumbre, que concluyó
ayer en San José, para referirse a la educación
en Cuba, que definieron como "un adoctrinamiento
obligatorio''.
''La familia cubana no tiene derecho a escoger
libremente la educación de sus hijos en
ningún aspecto. Toda la actividad educacional
está dictada y controlada por el gobierno'',
señalaron.
Otros anticastristas, como Huber Matos, criticaron
al presidente del gobierno español, Jose
Luis Rodríguez Zapatero, por proponer excluir
a los exilados cubanos de actividades de las embajadas
europeas en La Habana.
El martes, activistas de diversos grupos simpatizantes
de Cuba en Costa Rica impidieron la realización
de un foro que iban a realizar anticastristas
en un salón de la Asamblea Legislativa,
y que provocó una condena por parte de
la cancillería cubana.
En el foro iban a participar el ex presidente
de Costa Rica, Luis Alberto Monge (1982-86); el
ex presidente salvadoreño Armando Calderón
(1994-99), el escritor cubano nacionalizado español
Carlos Alberto Montaner y el vicepresidente del
Senado checo, Jan Ruml; quienes se vieron obligados
a abandonar el recinto.
La Habana y Panamá vuelven a la diplomacia
Agence France Presse, San José.
21 de noviembre de 2004.
Panamá y Cuba anunciaron este viernes
que intercambiarán de nuevo cónsules,
tras un encuentro entre el presidente Martín
Torrijos y el vicepresidente cubano Carlos Lage
que fue presentado como un ''primer paso'' hacia
la normalización plena de sus relaciones.
''Hemos conversado sobre nuestras relaciones
bilaterales y hemos acordado normalizar las relaciones
consulares entre Cuba y Panamá, como paso
previo a lo que esperamos sea la normalización
plena ... próximamente'', declaró
Torrijos a la salida del encuentro, al margen
de la XIV Cumbre Iberoamericana.
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque,
confirmó posteriormente la noticia por
su lado.
La Habana rompió con Panamá el
pasado 25 de agosto, luego que la presidenta Mireya
Moscoso --que terminó su mandato el 1 de
setiembre-- indultó a cuatro activistas
anticastristas, acusados por La Habana de pretender
asesinar al gobernante Fidel Castro en noviembre
del 2000 durante la X Cumbre Iberoamericana en
Panamá.
Cuba había pedido a inicios de semana
que en la Declaración de San José
de la XIV Cumbre Iberoamericana se hiciera una
explícita condena a Panamá por ese
indulto y se señalara a los activistas
por sus nombres debido a sus supuestas actividades
terroristas, pero luego su postura fue suavizada.
La Fundación Nacional Cubano Americana,
gran reto para Mesa
Rui Ferreira, El Nuevo Herald.
Hace cuatro años que la palabra ''cambio''
recorre los pasillos en la Fundación Nacional
Cubano Americana. Pero esta semana, el nombramiento
de un nuevo director ejecutivo llevó el
concepto un paso más allá de lo
que muchos pensaban.
En un gesto rápido y discreto, el presidente
de la junta de directores, Jorge Mas Santos, anunció
la sustitución del director ejecutivo Joe
García por Armando Mesa, un estrecho colaborador
del ex alcalde Alex Penelas cuyo interés
por Cuba o los asuntos cubanos era casi desconocido.
Pero el mismo argumento fue esgrimido hace cuatro
años cuando el propio García fue
nombrado al cargo, y lo que vino después
fueron tal vez los tiempos más tormentosos
de la entidad hasta el momento. Se produjo una
escisión en sus filas, y prácticamente
le declaró la guerra a la Casa Blanca.
Una serie de gestos, como la compra y la posterior
venta del costoso inmueble de su delegación
en Washington; la contratación y el ulterior
despido de un bien relacionado ex diplomático
estadounidense, Dennis Hays, para dirigir la oficina,
así como la adquisición y renovación
de la Torre de la Libertad, que fue vendida sin
llegar a ser el anunciado museo del exilio, terminaron
trasmitiendo la imagen de que dentro de la entidad
no había calado una línea política
coherente y coordinada.
''No es cierto'', rechazó García.
''La Fundación lo que hizo fue volcar todos
sus esfuerzos hacia la libertad de Cuba a partir
del interior de la isla. La lucha es dentro de
Cuba, con los disidentes, con la oposición
cívica y la sociedad civil'', explicó.
Pero para algunos analistas, esos esfuerzos
terminaron siendo más bombo y platillo
que un cambio sustancial.
''La Fundación ha querido establecer un
nuevo curso en el exilio, con posiciones más
audaces. Pero eso terminó conduciendo a
la división de la misma Fundación,
con el Consejo por la Libertad de Cuba'', apuntó
el profesor Antonio Jorge, de la Universidad Internacional
de la Florida.
De hecho, Jorge recuerda la incongruencia de
cómo queriendo asumir una posición
de liderazgo dentro de la comunidad exiliada,
los cuestionamientos que la Fundación hizo
a que el presidente George W. Bush no cambiara
la política hacia Cuba en su primer mandato,
terminaron provocando una división entre
los exiliados.
''En términos prácticos, los esfuerzos
de la Fundación por innovar su imagen no
han dado resultados. También, en términos
pragmáticos, ese intento tampoco ha dado
como resultado políticas más definidas,
como un nuevo enfoque hacia la cuestión
cubana o una política más eficiente
hacia Castro'', expresó Jorge.
El analista Ernesto Betancourt va más
lejos. En su opinión, si algo en concreto
ocurrió en estos últimos cuatro
años fue el abandono del cabildeo en la
capital de la nación.
''Abandonaron Washington. Cuando quitaron a Hays,
quien tenía una gran ascendencia y contactos
en la capital, fue una indicación clara
de que abandonaron su función de cabildeo.
Se desinteresaron del asunto. Fue una sorpresa'',
manifestó Betancourt, ex director de Radio
Martí.
Por eso, tanto Betancourt como Jorge piensan
que el nombramiento de Mesa es un regreso a los
orígenes.
Una fuente dentro de la entidad aseguró
a El Nuevo Herald que el nombramiento de Mesa
no es más que ''una renovación''
para ''continuar con la política'' ya implementada
de contactos con la oposición interna.
En los pasillos de la Fundación se habla,
incluso, de que Mesa sería el último
director ejecutivo ''del exilio''. El próximo,
ha trascendido, estaría en la isla.
Por lo pronto, Mesa asumió el mando con
un nuevo lenguaje. Envió una rama de olivo
al Presidente y de paso propuso a los congresistas
cubanoamericanos trabajar unidos. Posiblemente
porque un nuevo ingrediente entró en la
ecuación: hay un nuevo senador en Washington,
Mel Martínez, el primer cubanoamericano
que lo logra y gran aliado del Presidente.
''Vamos a trabajar con Martínez. Vamos
a trabajar todos en conjunto'', aseguró
Mesa, de 29 años, a El Nuevo Herald la
semana pasada.
La cuestión es si la FNCA recuperará
el tiempo perdido.
''Creo que, en ciertas formas, sus posibilidades
están agotadas. Han cambiado las condiciones
en Estados Unidos y esto puede ser brutal, pero
sus posibilidades son muy limitadas y no tienen
nada que ver con la edad o experiencia que Mesa
tenga o no para el cargo'', dijo Jorge.
Tiene que ver con la capacidad de arrastre que
él pueda tener como líder.
''Es un fenómeno muy psicológico
y político. Si la gente no lo sigue, no
puede aglutinarla aunque sea muy capaz. El liderazgo
no se hereda, no se transmite. No lo tiene ni
el hijo de Mas Canosa, ni este muchacho'', añadió
Jorge.
Como dijo Betancourt: "No conozco al joven,
pero el futuro inmediato de la Fundación
está diseñado por su pasado. Inmediato''.
Ahora, añadió, la posibilidad de
una reaproximación en Washington se ha
desvanecido porque, con la reelección del
Presidente, "el distanciamiento es irreversible''.
''Ahora más que antes, porque la política
en Estados Unidos, en todos sus aspectos, se ha
convertido en partidista fuerte, y esta administración
los ha percibido como poco leales, y por lo tanto
no les van a dar una oportunidad'', dijo la fuente
legislativa.
Seún Ninoska Pérez Castellón,
quien hace unos tres años abandonó
la Fundación para integrar el Consejo por
la Libertad de Cuba, ''por muy buena persona que
sea'' Mesa, "poco o nada podrá hacer''.
Entre otras razones, porque ''en su seno no hay
ya un compromiso con la libertad de Cuba como
antes. No hay ni devoción ni compromiso.
Eso no existe ahora'', dijo Pérez Castellón.
Y "todo esto es muy doloroso, porque ellos
han destruido una Fundación que era casi
perfecta en todos los aspectos''.
rferreira@herald.com
La larga historia de una deserción
en masa
E. De Valle, D. Ovalle y M. Merzer,
The Miami Herald. 20 de noviembre de 2004.
La historia abarca dos continentes, toca a Fidel
Castro y a Sigfried & Roy, a una productora
de origen alemán y a un dirigente del exilio
de origen cubano, a Colin Powell, así como
a 53 cantantes, bailarines y músicos cubanos.
Por el momento, ha terminado en las computadoras
de Inmigración y en los escenarios --8
shows por semana, del mambo al reggathon-- del
Wayne Newton Theater, en el Stardust Resort and
Casino de Las Vegas.
También ha terminado con 50 miembros de
una compañía llamada Havana Night
Club unidos en una de las mayores deserciones
cubanas desde que Castro llegara al poder. Todos
ellos han sido beneficiarios del cabildeo de la
comunidad cubana de Miami, de la minuciosa contabilidad
del grupo y de un viraje en la restrictiva política
del gobierno de Bush en relación con los
artistas cubanos.
Un momento decisivo fue cuando la abogada neoyorquina
del grupo le dijo a Joe García, un conocido
activista de la comunidad cubana exiliada, que
muchos miembros de la compañía querían
desertar.
Otro fue cuando los artistas escenificaron una
arriesgada demostración pública
en La Habana, documentada por CNN.
Otro, cuando la abogada del grupo convenció
al Departamento de Estado que el cha-cha-cha era
esencialmente cubano y dejó caer 800 páginas
de expedientes financieros en las mesas de los
burócratas norteamericanos.
''Este es el único grupo que ha tratado
de probar que era independiente del gobierno cubano,
y lo ha hecho con documentos'', afirmó
a The Herald un funcionario del Departamento de
Estado que prefirió el anonimato. ``Presentaron
un caso muy convincente''.
''Tuvimos que poner en juego nuestra credibilidad'',
indicó García, antiguo director
ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano
Americana, que escribió una carta a Powell
en defensa del grupo a principios de julio y encabezó
el cabildeo.
El grupo, creado por la directora alemana Nicole
Durr, ha trabajado en 17 países.
Pero fue en el otoño pasado cuando se
produjo la oportunidad que habían estado
esperando: una invitación de Sigfried &
Roy para trabajar en el Stardust. En Las Vegas.
En Estados Unidos.
Pero las casi congeladas relaciones diplomáticas
entre Cuba y EEUU crearon dos inesperadas barreras.
Desde noviembre del 2002, la política
de EEUU prácticamente ha prohibido las
visitas de artistas cubanos. La razón que
se alega es que la mayor parte del dinero que
ganan en ultramar termina en los bolsillos de
Fidel Castro.
El régimen de Castro, percibiendo el descontento
del grupo y temiendo una posible deserción,
le negó los permisos de salida del país.
Funcionarios cubanos dijeron que la ruptura del
Havana Night Club con la Unión de Escritores
y Artistas de Cuba --hecha para demostrar su independencia--
la había convertido en un entidad sospechosa.
En gran medida, la controversia empezó
en enero y febrero, cuando EEUU le negó
visas a los miembros del grupo.
Cuando se difundió la noticia de que les
habían negado las visas, varios conocidos
exiliados cubanos en Miami y otros lugares empezaron
a presionar a su favor. El esfuerzo se intensificó
cuando Pamela Falk, la abogada del grupo, le dijo
a Joe García que muchos miembros del grupo
querían desertar.
García le escribió una carta a
Powell el 25 de junio, y él y sus colegas
cabildearon a senadores y a funcionarios del servicio
exterior que apoyaban la prohibición.
El esfuerzo fue criticado por los que creían
que Havana Night Club era sólo otra organización
destinada a servir como embajadora del régimen
castrista.
''Hasta en la radio hubo ataques personales contra
mí y contra Dennis Hays'', afirmó
García. Hays, ex embajador norteamericano
en Surinam, dirigió la oficina de la Fundación
Nacional Cubano Americana en Washington antes
de unirse a la firma de cabildeo dirigida por
Al Cárdenas, ex presidente del Partido
Republicano en la Florida. Emilio González,
quien había estado en el Consejo de Seguridad
Nacional, también trabaja para Cárdenas
y brindó su ayuda.
Todos estos esfuezos produjeron una revisión
en la política de la administración
pero el grupo todavía tenía que
superar otro obstáculo político:
tenía que demostrar que era independiente.
Entonces entra en juego Falk, una abogada de
comercio internacional y profesora de la City
University de Nueva York que representaba a la
compañía. Tuvo que convencer a los
burócratas del Departamento de Estado que
el cha-cha-cha era cubano, prueba de que el grupo
ofrecía algo ``culturalmente único''.
Finalmente, a fines de julio, 46 miembros de
la compañía recibieron sus visas
americanas. (Otros siete, que fueron rechazados
por tener familiares en EEUU, terminaron en Alemania.
Allí solicitaron un parole para viajar
a EEUU. Seis ya han llegado).
Dos días después de que las visas
fueron entregadas, Durr, la directora de Havana
Night, recibió la orden de salir de Cuba.
En respuesta, la compañía organizó
una protesta frente al Ministerio de Cultura que
fue grabada por CNN.
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