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DE CUBA
El
Nuevo Herald
Rescatan a tres balseros cubanos; desaparecen
cinco en el mar
R. Ferreira Y W. Cancio/El Nuevo
Herald, LAUDERDALE-BY-THE-SEA.
Tres balseros cubanos, una mujer y dos hombres,
fueron rescatados ayer en precarias condiciones
por el Servicio Guardacostas y bañistas
que descubrieron a los dos últimos tratando
de nadar hacia la playa en medio de un violento
oleaje.
Al parecer, los tres pertenecían a un
grupo de ocho que salieron de Cuba el 17 de marzo
desde Jibacoa, al este de La Habana.
Los sobrevivientes fueron identificados como
Milena Isabel González Martínez,
de 37 años; William Villavicencio Pérez,
de 36, y Carlos Lázaro Bringiere Hernández,
de 38, quienes se encuentran bajo cuidados médicos
en el Hospital Holy Cross de Fort Lauderdale.
Las autoridades han podido determinar que por
lo menos cuatro fallecieron en la travesía.
Al final de la tarde, los Guardacostas hacían
aún ingentes esfuerzos para localizar a
un quinto hombre.
La búsqueda con aviones y embarcaciones
se extendió desde el norte de Fort Lauderdale
hasta West Palm Beach, y fue interrumpida a las
5:45 p.m. Las autoridades planean reanudar hoy
la pesquisa.
Oficialmente cinco personas están desaparecidas.
Según informaron a los socorristas, los
desaparecidos son Antonio Rodríguez Pantoja,
Fernando Aguilera Vargas, Juan Tamayo Muñoz,
Angel Mantecón Guevara y Nerisbel Suárez
Galán, esposo de González Martínez.
''Los vi ahogarse a todos delante de mis ojos'',
balbuceó la mujer, que se encuentra bajo
los efectos de la deshidratación.
Anoche, la tragedia cubría de dolor y
lágrimas a otra familia cubana tras recibir
la noticia de la supuesta muerte en altamar de
Aguilera Vargas, de 40 años.
''Hagan algo por esta familia, encuéntrenlo
vivo o muerto, pero encuéntrenlo...'',
exclamó en medio de sollozos su esposa,
Lenis Faure Fonseca, desde su domicilio en el
barrio habanero de El Vedado, en conversación
telefónica con El Nuevo Herald.
''El se fue a buscar su bienestar y el de su
familia, porque no tenía ni dinero ni libertad
en este infierno'', dijo, pero no pudo continuar
hablando en medio de la desesperación.
Entonces tomó el teléfono una de
sus hijas.
''Por favor, encuentren a mi papá, hagan
algo'', imploró Loreta Aguilera, de 15
años. El matrimonio tiene tres hijos, dos
hembras y un varón.
Según informes de agrupaciones del exilio
y activistas en la isla, otros dos grupos han
salido en fechas recientes sin confirmarse aún
su paradero.
Un grupo --integrado por algunos opositores políticos--
zarpó el 14 de marzo desde las costas de
Villaclara, al centro de la isla, y se encuentran
en Cayo Anguila, Bahamas. Al parecer, otra embarcación
con ocho hombres salió desde Alamar el
15 de marzo, sin que se tengan aun noticias sobre
su suerte.
''La situación aquí es desesperada'',
manifestó anoche Iovany Aguilar Camejo,
miembro de la organización Hermanos Fraternales
por la Dignidad. "Los opositores estamos
hostigados por la policía política,
vigilados e imposibilitados de vivir y de ganarnos
la vida, y muchos ni quieren esperar por el programa
de refugiados [de la Oficina de Intereses de EEUU].''
Los dos hombres sobrevivientes fueron sacados
del agua por dos bañistas, en la playa
de Lauderdale-by-the-Sea, mientras la mujer fue
rescatada por un helicóptero de los Guardacostas.
Una vez en el hospital, el activista Armando Gutiérrez
habló con los tres y los puso en contacto
con el abogado Nelson Rodríguez Varela.
Aunque González Martínez fue rescatada
en el mar, las autoridades dijeron que todos podrán
quedarse en Estados Unidos, considerando que tocaron
tierra firme.
Bringiere Hernández dijo que durante la
travesía tuvieron que beber orina para
sobrevivir. ''El tiempo estuvo terrible siempre,
las olas por veces alcanzaban los 10 pies de alto'',
agregó el hombre, quien reveló que
este era su decimocuarto intento de llegar a EEUU.
González Martínez indicó
que su esposo fue el primer del grupo en morir
y, según dijo a El Nuevo Herald el portavoz
de los Guardacostas, Tony Russell, la mujer vio
el martes morir a otros dos y el miércoles
a dos más.
Dos de los balseros fueron localizados alrededor
de las 11:45 a.m. por bañistas, mientras
trataban de alcanzar la orilla.
''Cuando uno de ellos [Carlos Bringiere Hernández]
alcanzó la playa, dos hombres se lanzaron
a buscar al segundo. Estaban muy cansados, casi
desmayados'', contó la colombiana Liliana
García, empleada de un hotel. "Carlos
me pidió agua y les conseguimos unas botellas''.
Mientras esto sucedía, un helicóptero
de los Guardacostas rescataba a la mujer unas
seis millas más al norte. Russell dijo
que un buzo se lanzó al agua, colocó
la mujer en una cesta y la izaron al aparato.
Esta es la mayor tragedia de inmigrantes cubanos
en alta mar en lo que va de año.
Con anterioridad, en diciembre del 2003, murieron
diez cubanos que salieron de Matanzas en una embarcación
rústica y zozobraron debido al mal tiempo.
Ayer, el rescate de los dos hombres fue seguido
por un helicóptero de un canal de televisión.
Según otro testigo, las maniobras del aparato
por un tiempo dificultaron la llegada a tierra
de los balseros.
''No podían ni avanzar, estaban fajados
con las olas y el aire del helicóptero.
Tanto le dio el helicóptero hasta que la
balsa se viró'', dijo Nieves López,
quien trabaja cerca del lugar.
López y su colega, Roberto Silva, presenciaron
cuando la policía llegó y se encargó
de los dos balseros.
''Les pusieron las esposas. Les dije que no lo
hicieran, pero me dijeron que es el procedimiento'',
explicó Silva.
Ambos están indignados. ''Nunca pensé
que les hicieran algo así. Estoy muy disgustado.
Son seres humanos y deberían tratarlos
mejor, con todo lo que han pasado. Estaban heridos,
¡por Dios!'', añadió López.
HOY EN DIA
La tragedia cubana golpea de nuevo
Ante la brutal represión y la falta de
futuro con que se vive en Cuba, donde un dictador
empedernido y viejo se niega al más mínimo
cambio, algunos optan por la salida desesperada
y trágica de lanzarse al mar en precarias
balsas.
Tres balseros cubanos, una mujer y dos hombres,
fueron rescatados ayer en precarias condiciones
mientras trataban de nadar hacia la costa. Las
autoridades afirman que por lo menos cuatro fallecieron
en la travesía.
Esta es la mayor tragedia de inmigrantes cubanos
en altamar en lo que va de año. En diciembre
del 2003 murieron diez cubanos que salieron en
una embarcación rústica desde Matanzas.
Muertes y más muertes que se acumulan año
tras año.
Los balseros son seres desesperados en busca
de libertad. En la mayoría de los casos
son devueltos antes de llegar a una costa segura.
Muchos han muerto durante el intento.
Castro es el único culpable de estas muertes,
un rosario de cadáveres que yacen en el
fondo del mar.
Sintonía entre vaqueros cubanos y estadounidenses
ANNE-MARIE García, Associated
Press.
LA HABANA - El vaquero cubano-norteamericano
Eric Tejeda realizó su sueño al
regresar a su país, treinta años
después de haber salido, para participar
en el rodeo internacional de la Feria Agropecuaria
de la capital cubana.
Tejeda conversó con la AP, el jueves en
la noche, en la pista de rodeo de Rancho Boyeros,
un suburbio al norte de La Habana.
"Los cowboys estamos en sintonía,
es la magia del deporte, que acerca a los pueblos",
dijo el vaquero nacido en la ciudad occidental
de Pinar del Río. "Además,
me permite estar aquí hoy".
Según las leyes de Estados Unidos, los
cubano-norteamericanos pueden viajar a la isla
una vez al año, mientras los estadounidenses
deben tener autorización del departamento
del tesoro, porque Cuba está bajo embargo
desde más de cuarenta años.
"Salí de Cuba con 16 años,
siempre fui vaquero, me apasiona el rodeo, un
deporte familiar, la motivación es compartir,
disfrutar este momento, me siento de regreso a
casa", dijo Tejeda, que ahora reside en Fort
Laudardale, Florida.
El rodeo habanero reunió además
de los anfitriones y los estadounidenses, a representantes
de Colombia, México, Panamá y República
Dominicana.
Tras señalar hacia un caballo que montaba
un vaquero cubano, el californiano Richard Ashley
comentó que "esas monturas se usaban
en los años 50" y agregó que
"trajimos implementos para ayudar a los cubanos".
Ashley, que desde hace 20 años reside
en Saltillo, México, declaró: "Me
siento en Cuba mejor que en casa, el cubano es
sociable, tiene clara la diferencia existente
entre el pueblo estadounidense y el gobierno de
nuestro país. La política es una
cosa, la vaquería es la vida".
Junto a Eugene Weldom, de Texas, Ashley, viaja
a Cuba por cuarta vez. "Venimos por amistad,
a enseñar la técnica, desarrollar
este deporte y aportar nuestra experiencia",
dijo.
El público no colmó las gradas,
pero se entusiasmó en particular con la
modalidad del coleo, en que el jinete, desde su
caballo, debe alcanzar al toro por la cola y derribarlo.
"El coleo lo tenemos en la sangre en nuestro
país", manifestó a la AP el
colombiano Juan Manuel Gálvez.
"Venimos por hermandad, los cubanos aprendieron
en nuestro país hace siete años,
aquí lo importante no es ganar porque no
hay dinero, compartimos la fiesta", recalcó
Gálvez.
Por su parte, el mexicano Paco Galindo expresó
que "hay buen nivel, además el público
es conocedor, es un poco chovinista pero vive
esta fiesta, como no hay dinero, vinimos por el
placer".
En las competencias de coleo el premio del ganador
es de unos 1.500 dólares, mientras que
en el mundial organizado en Colombia cada año,
el campeón se embolsa 17.000 dólares.
La Feria Agropecuaria de La Habana comenzó
este miércoles y termina el lunes.
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