La verdad presa por Castro
y sus alumnos
Wenceslao Cruz Blanco. El
Semanal Digital, España, 23 de marzo
de 2004.
23 de marzo. En todo el mundo se han ido sucediendo
muestras de apoyo a los escritores y periodistas
encarcelados desde hace un año por la dictadura
cubana. Madrid no fue ajeno a ello, pese al dolor
de los últimos atentados que no cicatriza.
Pero, como muy bien aclaró en un comunicado,
el escritor Orlando Fondevila, "Castro, está
sordo, no quiere oír, nunca lo ha hecho
y nunca lo hará".
Lo que -aparte de la voluntaria sordera- es cierto
que el gobernante cubano sabe muy bien lo que
hace. No puede permitirse que unos escritores
publiquen lo que sucede en Cuba y sea una realidad
bien distinta a la que él exporta al mundo.
De lo que sucede en el mundo ya se asegura, mediante
su prensa oficial y única, de filtrar y
manipular la información más "conveniente"
a los ciudadanos.
Castro siempre ha tenido muy claro que para mantenerse
en el poder no puede tener medios independientes,
ni dejarse "coger la calle". Los dictadores
saben que no les basta la represión ni
la muerte para acallar a quien se le oponga. Necesitan
que nadie se entere de lo que le pasa a sus víctimas,
ni las directamente afectadas por su represión,
ni las de millones que sufren, por miedo, en silencio.
El dictador cubano tiene una experiencia, muy
reciente, de lo que podría pasar hasta
en un país democrático, por la manipulación
de unos hechos por parte de los medios de comunicación.
Con una economía saneada, una clase política
gobernante libre de corrupción y unos derechos
sociales que llevaron a España a ser referencia
en Europa y en el mundo, no fue suficiente para
repetir mandato.
En España, es verdad que existe democracia,
pero los métodos que utilizan ciertas fuerzas
políticas se asemejan a regímenes
dictatoriales como Cuba con tal de obtener cuatro
años de gobierno. El ejemplo más
reciente lo tenemos con Caldera. Ha mentido un
poco mejor que cuando falseó un documento
para acusar al gobierno por la gestión
del Prestige, pero esta vez con aún menos
escrúpulos, la ocasión no se podía
dejar pasar. Hizo suyas las palabras de Mahoma
"al lado de la dificultad está la
facilidad". Si en su momento, una grabación
de un diputado de su partido -obligado a dimitir-
descubrió el deseo y la conveniencia de
otro Prestige para bien del PSOE, esta vez, con
la experiencia y con la ayuda de medios de propaganda
afines, tenía una "oportunidad"
servida en bandeja y no le importó que
fuera el terrorismo el camarero.
Siempre se ha dicho que la mejor defensa es el
ataque y el PSOE atacó primero, y lo hizo
en la jornada de reflexión, acusando a
su contrincante político de retener información
y de manipulador. La pasividad o quizás
el respeto a la democracia del Partido que se
perfilaba en todas las encuestas como ganador,
hizo que muchos votos fueran víctimas de
la verdadera manipulación que partió
de una oposición de muy mal perder. Por
ello, es lógico que al futuro miembro del
gobierno de Zapatero le moleste que el todavía
Gobierno en funciones desclasifique información
del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) que
desmiente rotundamente la supuesta manipulación
del gobierno popular sobre los hechos.
De momento el nuevo gobierno ya ha recibido el
diploma de graduación de Castro con sus
correspondientes felicitaciones. Las congratulaciones
internacionales vienen de personajes de la "talla
política" de Arafat, Chávez,
incluso de la supuesta organización terrorista
que provocó el salvaje atentado, asegurando
por medio de un comunicado y dando instrucciones
que ya no es necesario seguir matando, su objetivo
fue logrado y su "causa" entendida.
El nuevo presidente español poniendo a
Moratinos al frente de Exteriores se garantiza
una comunicación más fluida con
Arafat lo que le permitirá a España
ser considerada una aliada de la "causa palestina".
Así que, ¡Terroristas, tranquilos!,
aquí tienen aliados no enemigos. Y a los
nuevos enemigos ¡Go Home! que aunque los
odiamos y les criticamos, estamos seguros que
nunca harán las salvajadas de nuestros
nuevos aliados.
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