España: más se perdió en el
voto
Reinaldo Bragado Bretaña.
El Diario Las Américas.
"Más se perdió en Cuba".
Todos conocen esa frase que suele decirse en España
cuando alguien padece alguna pérdida y,
como alivio, se le recuerda que con el desprendimiento
de la "siempre fiel Isla de Cuba" del
imperio español se perdió mucho
más. A partir de ahora tal vez esa frase
sea sustituida por otra que diga algo como lo
siguiente: "más se perdió en
el voto".
Todos saben lo que pasó en Madrid el pasado
11 de marzo, un atentado terrorista segó
la vida de más de doscientas personas y
dejó muchos heridos y demasiado dolor.
Nosotros, por acá, por Estados Unidos,
sabemos de eso. También se conoce que,
debido a que las sospechas recayeron fundamentalmente
sobre el grupo Al Qaeda, el electorado prestó
oídos a la izquierda decimonónica
repleta de taras históricas en su sicología
y castigó a José María Aznar,
al Partido Popular -que de acuerdo a las encuestas
tenía la mayoría de los votos asegurados-,
y eligieron a los socialistas. Ya sabemos de qué
se trata. Rodríguez Zapatero se apresuró
a declarar que las tropas españolas saldrían
de Irak en junio. No es un secreto que el sentimiento
antiamericano está enraizado en España
y que el apoyo brindado por Aznar al presidente
George W. Bush es la verdadera causa del resultado
de la votación.
De ser ciertas las premisas anteriores tenemos
lo siguiente. La votación le dice a los
grupos terroristas islámicos: "a nosotros
no nos hagan nada porque nosotros no apoyamos
a los americanos". No creo que haya en el
mundo ingenuidad mayor, es un mensaje casi infantil.
España es uno de los centros de los "infieles
cruzados" y, a la larga, será objeto
de atentados. La política del avestruz
no resuelve el problema. Pero eso es en cuanto
a los terroristas. Pero, ¿qué de
Estados Unidos? Imaginen un barrio donde unos
matones golpean a una mujer indefensa. Algunos
vecinos intervienen a favor de la pobre mujer
y sufren las consecuencias: los matones también,
en lo sucesivo, los hacen blanco de sus ataques.
Pero otros vecinos decidieron establecer con claridad
y públicamente que ellos no harían
nada contra los matones para comprar impunidad.
Los matones, sonriendo, se dijeron que era una
bendición tener a alguien neutro en el
barrio y que ya le tocaría a ellos. Los
vecinos temerosos han comprado tiempo con la dudosa
mercancía del cómplice por omisión.
España tiene derecho a ocupar el lugar
que desea en el panorama mundial. Si desea ser
una nación modesta, claro que tiene ese
derecho, pero eso no implica que esa decisión
sea respetable, como la del vecino que decidió
no hacer nada contra los matones y adoptar una
posición modesta y ajena a los conflictos
colectivos.
Y aquí viene lo mejor. El pasado 18 de
marzo, el ABC de Madrid reprodujo un comunicado
que las brigadas Abi Hafs el Masri, que fue enviado
por fax al periódico árabe Al Hayat
que se edita en Londres. En el comunicado, las
brigadas insisten en que son los responsables
de los atentados y cito: "los terroristas
anuncian que han ordenado a sus activistas que
no se cometan más atentados en la tierra
de Al Andalus (España)". En otra de
sus partes dice lo siguiente: "le dimos la
oportunidad al pueblo español de elegir
entre la guerra y la paz y han elegido, efectivamente,
la paz, al escoger al partido que está
contra la alianza de los Estados Unidos de América
en su guerra particular contra el Islam".
En otra parte del comunicado amenazan con realizar
atentados terroristas en Estados Unidos para hacer
que George W. Bush pierda las elecciones. Las
brigadas Abi Hafs el Masri no tienen mucha credibilidad
porque en el pasado se han atribuido atentados
en diversas partes del mundo que no han sido efectuados
por ellas.
Pero lo importante de este comunicado, aunque
las brigadas que lo afirman no sean las verdaderas
autoras de los atentados, es que ése es
el espíritu que anima a los terroristas,
ésa es la meta, eso es lo que buscan. Y
el pueblo español, al votar, votó
a favor de los terroristas buscando una ilusoria
inmunidad que, de ser cierta, sólo será
pasajera.
España es la tierra de mis padres, es
la cuna de mi idioma y mi cultura. Quiero a España
como a mi país natal o a mi país
adoptivo, Estados Unidos, pero creo que los votantes
se equivocaron y que la lucha contra el terrorismo
debe ser internacional y sin descanso. Creo que
sí, que más se perdió en
el voto.
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