NOTICIAS
DE CUBA
El
Nuevo Herald
Comienza la apelación de los espías
cubanos
Rui Ferreira , El Nuevo Herald.
Durante 40 minutos, tres jueces federales escucharon
ayer los argumentos de apelación a favor
y en contra de cinco hombres condenados por espiar
para el gobierno de La Habana, en una emotiva
sesión donde dos mundos totalmente opuestos
chocaron con sus razonamientos.
En el estrado, fiscalía y defensa presentaron
a los tres jueces del Onceno Circuito de Apelaciones
--con sede en Atlanta-- dos lecturas tan diametralmente
opuestas que por instantes parecieron hablar de
casos totalmente distintos.
La defensa de Gerardo Hernández, Ramón
Labañino, Fernando González, René
González y Antonio Guerrero, concentró
sus esfuerzos en explicar que el juicio de los
cinco jamás debió realizarse en
Miami, que no estaban contentos con el jurado,
que los hombres eran patriotas más preocupados
en defender a su país que espiar a Estados
Unidos y que, en última instancia, habría
que decidir si el derribo, el 24 de febrero de
1996, de dos avionetas de Hermanos al Rescate
por MiGs cubanos, fue un crimen o el acto soberano
de un estado.
Sin embargo, para la fiscalía los cinco
hombres son oficiales de inteligencia de carrera
que vinieron a Estados Unidos con el propósito
de apoderarse de secretos militares, espiar organizaciones
del exilio y, de paso, al menos uno de ellos,
Hernández, conspirar para derribar las
avionetas con la consecuente muerte de sus cuatro
pilotos.
A los jueces les interesó mucho detalles
sobre la acusación contra Hernández
de conspirar para derribar las dos avionetas,
cargo que le valió una de las dos cadenas
perpetuas que le impusieron en diciembre del 2000.
La fiscalía argumentó que Hernández
estaba al tanto de los planes del derribo mediante
mensajes de La Habana, y porque viajó a
la capital cubana en los meses anteriores.
El juez Stanley Birch quiso saber cuál
era la evidencia en que la fiscalía se
basó para determinar que Hernández
estaba al tanto de que el ataque de los MiGs castristas
''era un derribo criminal o justificado por la
soberanía'' cubana por estar en espacio
aéreo cubano, como dice el régimen
cubano.
La jueza Phyllis Kravitch enfatizó en
tres oportunidades que la sentencia de conspirar
para asesinar sólo puede ser sostenida
si existía un plan para derribar las avionetas
en aguas internacionales y no sobre Cuba.
La fiscal federal asistente respondió
argumentando que un mensaje muy específico
enviado por radio desde La Habana instruyó
a Hernández de que se asegurara de que
los agentes cubanos infiltrados en Hermanos no
volaran durante un período de cuatro días
alrededor del 24 de febrero de 1996. Pero, dijo
el juez Birch, "él no tenía
control sobre el contenido del mensaje''.
El abogado defensor Leonard Weinglass hizo notar
al panel que la realización del juicio
en Miami no garantizó una sentencia imparcial.
''Hay un gran prejuicio en esta comunidad sobre
Cuba. Aquí viven 500,000 personas que perdieron
sus bienes por los actos del gobierno que envió
a estos cinco hombres aquí. En las transcripciones
de las sesiones se refleja claramente cómo
muchos de los potenciales jurados dijeron que
tenían miedo de la reacción de sus
vecinos si participaban en las sesiones'', dijo.
Pero Heck-Miller recordó que el equipo
de la defensa fue el que prescindió de
todos los cubanoamericanos que estaban en el grupo
de potenciales jurados, y no fue hasta bien avanzado
el proceso que pidió la anulación
del juicio y el cambio de lugar.
''Los acusados no querían que cambiáramos
el jurado, estaban felices con ellos hasta que
vino el veredicto'', dijo Heck-Miller.
Varios familiares de los pilotos caídos
de Hermanos al Rescate asistieron a la sesión.
La madre de Mario de la Peña, Miriam, calificó
de ''hipócritas'' los argumentos de la
defensa.
En una conferencia de prensa organizada por grupos
que apoyan a los cinco espías cubanos,
Weinglass destacó que "Miami no es
el villano de esta historia. Miami es una ciudad
con su historia, atrapada en un conflicto entre
dos países. Pero este juicio no debía
haberse realizado aquí, y el gobierno lo
sabía''.
rferreira@herald.com
Denuncian atropellos contra disidente preso
Agence France Presse, LA HABANA.
La madre del disidente Leonardo Bruzón
Avila, encarcelado desde hace más de dos
años en Cuba sin que se presenten cargos
en su contra, denunció ayer que su hijo
''está al borde de la muerte'' debido a
su precario estado de salud y exigió que
sea sometido a juicio.
''Leonardo lleva más de dos años
preso y no le han juzgado. Lo tienen secuestrado
en una prisión, quieren que se muera'',
dijo Alcira Avila Fabré.
El opositor, arrestado en La Habana el 22 de
febrero del 2002, acusado por la policía
de desorden y desacato, se encuentra en huelga
de hambre desde hace más de un mes, exigiendo
tratamiento médico adecuado a sus dolencias
y que su caso sea sometido a la justicia.
De 48 años de edad, Leonardo Bruzón
Avila era al momento de su detención el
presidente del Movimiento de Derechos Humanos
24 de Febrero.
Su madre afirma que el disidente padece de polineuritis
generalizada y una úlcera avanzada y que
se niega a recibir tratamiento médico.
''Queremos que sea trasladado a un hospital para
que sea tratado correctamente. Se está
muriendo en la cárcel'', afirmó
Avila Fabré.
Añadió que desde el momento de
su detención, Bruzón Avila ''recibió
un trato cruel, inhumano y degradante'' para "un
ser humano que sólo disiente del criterio
oficial en forma pacífica''.
En enero pasado, el senador socialista francés
Henri Weber anunció en París su
decisión de ''apadrinar'' a Bruzón
Avila mientras se encuentre en la cárcel
y de realizar gestiones internacionales a favor
de su liberación.
Un sondeo muestra fuerte apoyo de los cubanoamericanos
a las sanciones a Cuba
Wilfredo Cancio Isla , El Nuevo
Herald.
Las afirmaciones sobre presuntos cambios de actitud
en el exilio cubano están ahora bajo cuestionamiento
por una reciente encuesta que halló un
abrumador respaldo de los votantes cubanoamericanos
del sur de la Florida al embargo, a las restricciones
de viaje a la isla y al enfrentamiento frontal
contra el régimen de Fidel Castro.
Y sobre la disidencia interna los resultados
muestran igualmente un profundo desacuerdo con
las alternativas de transición pacífica
concebidas por el Proyecto Varela de Oswaldo Payá
Sardiñas, mientras se inclinan a promover
las ideas de un cambio radical, enarboladas por
los opositores Martha Beatriz Roque y Oscar Elías
Biscet.
El sondeo divulgado ayer fue conducido por la
firma privada Campaign Data Inc, con sede en Miami,
entre los días 16 y 24 de febrero. Un total
de 600 votantes cubanoamericanos registrados en
los condados de Broward y Miami-Dade respondieron
las 19 preguntas de la investigación, encargada
por la agrupación Cuba Democracy Advocates
(CDA). El margen de error oscila entre 3 y 5 puntos
porcentuales.
El grupo, creado en Washington el pasado año,
lo integran los empresarios Gus Machado y Leopoldo
Fernández Pujols, junto al abogado Mauricio
Claver-Carone, ex funcionario del Departamento
del Tesoro.
''Los resultados de esta encuesta son consecuentes
con el comportamiento de la comunidad cubana en
las más recientes elecciones, tanto por
el apoyo mostrado al presidente George W. Bush
y al gobernador Jeb Bush como por el triunfo de
[el candidato republicano a la Cámara de
Representantes] Mario Díaz-Balart sobre
[la demócrata] Annie Betancourt'', afirmó
el profesor Darío Moreno, consultor de
Campaign Data, quien redactó el cuestionario
para el sondeo.
Moreno defendió la metodología
seguida en el proceso, asegurando que las preguntas
sólo aportaron información precisa
a los encuestados.
Entre los resultados más significativos
de la pesquisa están los siguientes:
o El 83.9 por ciento de los entrevistados respalda
el mantenimiento del embargo, incluyendo por igual
a nacidos en Estados Unidos, a quienes oscilan
entre las edades de 18-39 años e, incluso,
a un 67 % de los cubanoamericanos registrados
como demócratas.
o El 85.9 % apoya mantener las restricciones
de viajes a Cuba.
o Sólo una ínfima minoría
aboga por levantar las sanciones al régimen
comunista (4.9 %) o negociar con Fidel Castro
(3.1 %).
o El 92.2 % favorece reforzar las medidas contra
el gobierno cubano, ya sea mediante una mayor
apoyo al movimiento de oposición interna,
la efectividad de las señales de Radio
y TV Martí, o cualquier otra vía
que posibilite el restablecimiento de la democracia
en Cuba, sin descartar una operación militar
para derrocar a Castro.
o El 45.5 % de los cubanos menores de 40 años
son partidarios de una acción militar para
destronar al sistema totalitario en la isla.
Semejantes estadísticas contradicen los
resultados de recientes encuestas promovidas por
el Cuba Study Group (CSG) y The Miami Herald,
que reflejaban un desplazamiento de los cubanos
exiliados hacia posiciones más abiertas
al diálogo y la reconciliación nacional,
desmarcándose de las tradicionales actitudes
de "línea dura''.
''En los últimos años hubo un problema
fundamental para definir la política norteamericana
hacia Cuba: el mensaje de la opinión de
los exiliados no estaba llegando correctamente
a Washington'', indicó el abogado Claver-Carone.
"Cada vez que la administración optaba
por mantener el status quo, llovían las
cartas y las protestas de los exiliados reclamando
acciones más fuertes contra la dictadura
castrista''.
Pero acaso la más polémica de las
revelaciones esté en las opiniones recogidas
sobre el Proyecto Varela (PV) y las alternativas
de cambio lideradas por Payá Sardiñas.
La pregunta fue estructurada indicando que el
Proyecto Varela aceptaba la continuidad de la
Constitución socialista y el Partido Comunista
(PCC) como única fuerza política
dentro de la isla. ''¿Conociendo esto,
apoya usted el PV?'', interrogaron los encuestadores.
Un 66 % se manifestó en contra, un 17
% dijo no tener opinión y apenas el 16.3
% se mostró favorable a la iniciativa de
Payá, que cuenta con más de 40,000
firmas dentro de Cuba.
En cambio, el 81 % dijo sentirse partidario de
las ideas de opositores como Martha Beatriz Roque
y Oscar Elías Biscet, cuyas propuestas
han llamado repetidamente a la liquidación
total del sistema comunista.
Sendas encuestas realizadas en el 2002 y el 2003
por la firma Bendixen & Associates por encargo
del CSG, señalaban un masivo apoyo al PV
dentro de la comunidad exiliada. Entre los cubanos
llegados a Miami en los años 90, el respaldo
era incluso del 87 %.
El empresario Carlos Saladrigas, presidente del
CSG, dijo anoche sentirse muy confiado en los
procedimientos metodológicos y los resultados
de las encuestas de su agrupación.
''Creo que hay una mayoría importante
en el exilio que apoya al PV y me sorprende este
empeño en dañar esa iniciativa,
que ha demostrado el heroísmo de los cubanos
de la isla y desencadenó la ira de la dictadura'',
opinó Saladrigas. "Lo esencial es
apoyar a todos los disidentes en el completo arcoiris
de sus diferencias y estrategias de lucha''.
Sin embargo, para Fernández Pujols, el
PV se ha realizado ''sin decirle la verdad'' a
los cubanos de la isla.
''Lo que quieren los cubanos de allá tanto
como los del exilio es un cambio total del sistema'',
afirmó el empresario, fundador del emporio
TelePizza en España. "Payá
solo está pidiendo cambios cosméticos,
vendiendo la idea de una transformación
pacífica sin apuntar al cambio principal,
que es el fin del Partido Comunista''.
La encuesta reflejó también que
una porción notable de exiliados (66 %)
considera que la Iglesia Católica en Cuba
no ha hecho lo suficiente en favor de los disidentes
y los prisioneros políticos.
wcancio@herald.com
HOY EN DIA
Vive en el exilio el amor por Cuba
Uno de los resultados más alentadores
de una reciente encuesta, realizada entre votantes
cubanoamericanos del sur de la Florida, es que
la pasión por Cuba se ha mantenido viva
en las diferentes generaciones de exiliados.
Tanto los legisladores cubanoamericanos en la
capital de la Florida y en Washington, como quienes
viven en los condados de Miami-Dade y Broward,
no han olvidado en ningún momento el sufrimiento
de los que padecen la dictadura castrista en Cuba.
También en otros estados de la nación,
y en el resto del mundo, el exiliado cubano arrastra
el sufrimiento de su país de origen.
En este año electoral, el voto cubanoamericano
vuelve a ser de una crucial importancia. Buscar
lo mejor para el país, sin olvidar las
necesidades y aspiraciones de los que viven en
la isla. José Martí dijo, en un
sentido poético, que tenía dos patrias.
La frase puede tener también un significado
político. No olvidar las raíces
a la hora de mirar al futuro.
Ejercer periodismo en Latinoamérica
es riesgoso, dice CPP
Associated Press
WASHINGTON - El ejercicio del periodismo en la
América Latina sigue siendo una tarea peligrosa,
pero también preocupa la creciente concentración
de los medios de comunicación en manos
de unos pocos, dijo el jueves una organización
internacional de periodistas.
El año pasado murieron siete periodistas
en acción, dos más que en el año
previo, informó el Comité para la
Protección de Periodistas (CPP), fundado
en 1981 para denunciar los ataques y dificultades
de la prensa en el mundo.
"Colombia sigue siendo el país más
peligroso para la prensa", dijo Carlos Lauría,
coordinador para las Américas del CPP.
"Le siguen Haití, Cuba y Venezuela".
En su informe 2003 sobre ataques a la prensa,
el comité hace notar también que
aun cuando la prensa seguía siendo una
de las instituciones de mayor confianza en América
Latina, "la credibilidad popular ha caído
notablemente".
El CPP menciona un informe difundido en octubre
por Latinobarómetro, un grupo de investigación
con sede en Santiago de Chile, que dice que la
confianza popular en la televisión, la
principal fuente de información en la región,
ha caído un 14%: ha pasado del 50% en 1996
al 36% el año pasado.
En el informe, presentado en Washington por dirigentes
del CPP en el Club Nacional de la Prensa, se dice
que "la creciente concentración"
de la propiedad de los medios de prensa "limita
las opciones de los consumidores".
"Los dueños, con frecuencia ven sus
corporaciones como instrumentos para obtener poder
político... lo cual puede distorsionar
la cobertura periodística", dijo el
CPP.
Indicó que además de los conglomerados
Televisa de México, Globo de Brasil, Grupo
Clarín en Argentina, Organización
Carlos Ardila Lule y Grupo Bavaria en Colombia,
y Grupo Cisneros en Venezuela, se nota ahora una
mayor presencia de corporaciones extra-regionales
en muchos mercados latinoamericanos.
Indicó que el Grupo Prisa de España
tiene participación en Radio Caracol de
Colombia y Telefónica, también española,
participa como accionista en varios medios latinoamericanos.
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