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París instruye a su embajadora
para interceder ante La Habana por los disidentes
presos
Encuentro
en La Red, 09 de marzo
de 2004.
El canciller francés dijo que las
gestiones por los disidentes 'son muy difíciles'
tras el congelamiento de las relaciones protocolares
decretado por el gobierno cubano.
La embajadora de París en La Habana,
Marie-France Pagnier, "recibió instrucciones
de pedir a las autoridades cubanas una "mejoría
rápida del régimen de encarcelación"
de los disidentes presos, indicó en una
carta el ministro francés de Relaciones
Exteriores, Dominique de Villepin, informó
la AFP.
"Las condiciones de detención de
los prisioneros son particularmente duras",
y la embajadora en Cuba "recibió instrucciones
de intervenir ante las autoridades cubanas para
pedir una mejoría rápida de su régimen
de encarcelamiento, en especial cuando se ven
afectados por problemas de salud", indicó
De Villepin en carta al diputado del Bajo Rhin,
Yves Bur, de Unión por un Movimiento Popular
(UMP), en el poder.
Bur, vicepresidente del grupo UMP, apadrina a
los disidentes encarcelados José Daniel
y Luis Enrique Ferrer García, como parte
de la campaña Apadrine a un Preso Político
Cubano, que realiza el Colectivo Solidaridad Cuba
Libre, con sede en París. Como el resto
de los cerca de 70 diputados y senadores participantes
en la iniciativa, Bur pidió al ministerio
francés intervenir en favor de sus ahijados
ante las autoridades de La Habana.
Francia "llamó, con sus socios europeos,
a la liberación" de los disidentes
cubanos presos pero las gestiones en su favor
"son muy difíciles a causa del congelamiento
de las relaciones protocolarias adoptado por Cuba",
reveló el ministro.
En junio pasado, los miembros de la Unión
Europea aprobaron una serie de medidas en protesta
por el encarcelamiento de 75 disidentes cubanos,
condenados a penas de hasta 28 años de
cárcel. Las medidas, recordó De
Villepin, incluyeron "restringir sus contactos
políticos con las autoridades cubanas e
invitar a los disidentes a sus fiestas nacionales".
El gobierno de Fidel Castro respondió
con el congelamiento de las relaciones con los
Quince y la obstaculización de los trámites
de algunas embajadas europeas en la Isla, principalmente
aquellas que aplicaron las medidas decididas por
la UE.
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