Por Orlando Lizama.
Yupi Internet, junio
9, 2003.
Santiago de Chile, 8 jun (EFE).- El retorno de Cuba a la comunidad de
naciones del continente americano será tema informal de la trigésimo
tercera Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA),
que comienza hoy en Santiago de Chile, dijeron fuentes diplomáticas.
El asunto que se tratará formalmente será la consolidación
de los gobiernos democráticos en el continente, un deseo que une a los 34
países miembros del organismo.
Lo que los separa es el caso de Cuba, suspendida del organismo regional en
1962, dos años después de la llegada de Fidel Castro al poder.
Una fuente del Departamento de Estado en Washington dijo que Estados Unidos,
cuya delegación estará encabezada por el secretario de Estado,
Colin Powell, no promoverá una discusión del problema públicamente
para no ahondar las divisiones.
"Las discusiones informales que se realicen en Santiago darán
resultados a largo plazo" en lo que se refiere a los deseos estadounidenses
de mantener su compromiso de promover la democracia en Cuba, señaló.
La iniciativa pretendía expresar la "profunda preocupación"
por el deterioro del respeto a esos derechos tras el arresto en abril de 75
disidentes y la ejecución de tres personas.
Después de cuatro horas de debate, el proyecto presentado por Chile,
Canadá y Uruguay fue retirado ante la oposición de 16 países
y la abstención de otros.
El proyecto recordaba que, aunque está suspendida de la OEA, Cuba está
comprometida a respetar y garantizar los derechos humanos.
Al mismo tiempo, extendía la mano a Cuba al manifestar el deseo
regional de emprender acciones "conducentes a un diálogo amplio y
constructivo...que pueda contribuir a la integración de todas las
naciones en un hemisferio democrático".
La propuesta fue defendida por Estados Unidos que mantiene un embargo económico
contra Cuba desde hace más de cuatro décadas y ha endurecido su
posición tras la llegada a la presidencia del republicano George W. Bush.
El embajador de EEUU ante la OEA, Roger Noriega, (de origen cubano), reiteró
las denuncias sobre las violaciones de los derechos humanos y la persecución
de los disidentes y opositores al régimen de Fidel Castro.
El bloque de rechazo fue encabezado por Venezuela, cuyo embajador, Jorge
Valero, señaló que no se podía criticar a un país
que no tenía posibilidades de defenderse.
Valero manifestó que "nos preocupa que en vez de impulsarse
iniciativas conducentes a la distensión entre los países del
hemisferio y Cuba, se puedan activar acciones que desestimulen esa distensión".
"El bloqueo contra Cuba ha fracasado. Hay que suspenderlo por las
razones más diversas. En primer lugar, por razones humanitarias",
afirmó.
Al rechazo al proyecto se unieron Brasil y la mayoría de los países
del Caribe, mientras que México y Guatemala se abstuvieron tras señalar
que el Consejo Permanente no era foro adecuado para discutir el problema y donde
Cuba no podía defenderse.
Pese al rechazo, algunos de los patrocinadores como Argentina, Colombia,
Bolivia y la mayoría de los países centroamericanos indicaron la
posibilidad de replantear el problema en Santiago.
Fuentes diplomáticas señalaron que el tema de los derechos
humanos en Cuba será nuevamente objeto de debates de pasillos, teniendo
en cuenta el deseo estadounidense de que la OEA se convierta en un bloque de
denuncia contra los últimos acontecimientos en Cuba.
"Pero es difícil que ese bloque se concrete. Brasil y México
(el único país que ha mantenido sus relaciones con La Habana) y
especialmente Venezuela no estarán dispuestos a abandonar su defensa de
Cuba en deferencia a los deseos de Washington", dijo una de las fuentes.
EFE |