Reporteros sin Fronteras.
Junio 5, 2003.
Las sentencias dictadas a principios de abril contra tres disidentes, entre
los que cabe citar a los periodistas independientes Miguel Galván Gutiérrez
(26 años de prisión) y José Ubaldo Izquierdo Hernández
(16 años de prisión), han sido confirmadas en apelación el
3 de junio por el Tribunal Supremo Popular.
"Deploramos que el gobierno cubano se niegue a escuchar las protestas
internacionales que reclaman la liberación de los setenta y cinco
disidentes detenidos a finales de marzo, entre los que figuran veintiséis
periodistas independientes", ha declarado Robert Ménard, secretario
general de Reporteros sin Fronteras.
"Ahora tememos que tampoco se acepte el recurso contra las condenas
dictadas contra los demás periodistas encarcelados. El gobierno ha
iniciado un proceso de política cada vez más represiva como
demuestra la dureza de la penas impuestas : hasta veintiocho años de cárcel
para simples delitos de opinión", ha añadido la organización.
Asimismo, Reporteros sin Fronteras denuncia las nuevas sanciones aplicadas a
los periodistas y a sus familias desde que fueron condenados. La mayoría
de las familias sólo pueden visitar a los periodistas cada tres meses en
lugar de aplicarse el plazo reglamentario de veintiún días. Una
medida que se añade al traslado de los periodistas a prisiones situadas a
cientos de kilómetros de su domicilio, lo que dificulta y encarece el
desplazamiento.
Según la página web cubanet.org,
el 21 de mayo, la mujer del periodista Pedro Argüelles Morán sólo
fue informada de que su marido había sido transferido a la prisión
de Combinado del Este situada en La Habana, unos 270 kilómetros más
lejos de su domicilio de Morón, cuando llegó a la prisión
de la ciudad de Santa Clara (Centro Oeste), el lugar presumido de detención
del periodista. El 3 de junio, la agencia de prensa rusa
Prima News nos reveló que,
junto con otros disidentes encarcelados, el periodista Adolfo Fernández
Sainz había iniciado una huelga de hambre para que se respete su derecho
de recibir visitas de sus familias con mayor frecuencia.
Asimismo, las condiciones de detención de varios de los periodistas
son deplorables. Al menos cinco de ellos podrían estar enfermos.
Reporteros sin Fronteras se preocupa particularmente por el estado de salud de
Oscar Espinosa Chepe que padece graves problemas hepáticos y una
hemorragia gastrointestinal. La organización solicita su traslado a un
hospital de La Habana. El 31 de mayo, tras importantes protestas
internacionales, fue trasladado de la prisión de Guantánamo, donde
permanecía encarcelado, a un hospital de Santiago de Cuba. Según
su mujer, Miriam Leiva, este traslado es una "farsa" porque las
condiciones sanitarias del hospital no son mejores que las de la prisión
de Guantánamo. "Alli, ni siquiera le suministran los medicamentos
[que les he traido para él]", añade Leiva, que sigue
reclamando su traslado a un hospital de La Habana. Asimismo, la audiencia del
recurso contra la sentencia dictada contra Espinosa Chepe (20 años de
prisión) se celebró el 4 de junio por la mañana. El
veredicto está siendo deliberado.
En mayo, unos doce periodistas independientes que decidieron continuar con
su trabajo tras la ola de represión han sido amenazados a ser condenados
a duras penas de prisión por representantes de las fuerzas del orden público
si no dejan de ejercer su actividad periodística.
Acceda a toda la
información sobre los periodistas cubanos encarcelados en la sección
"Cuba : la mayor cárcel de periodistas del mundo"
Reporteros sin Fronteras (RSF) defiende a los
periodistas encarcelados y la libertad de prensa en el mundo, o sea el derecho
de informar y estar informado, en conformidad con el artículo 19 de la Déclaración
Universal de Derechos Humanos. RSF cuenta con nueve secciones nacionales
(Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Reino Unido, Italia,
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