Crece la
deuda externa cubana
Lic: Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - La deuda externa de Cuba ascendía
a 12,210 millones de dólares al cierre de octubre de 2002, según
aparece en el Balance Preliminar de las Economía de América Latina
y el Caribe 2002, publicado por la CEPAL en diciembre pasado. Este volumen
representa un incremento de la deuda externa de 1,317 millones de dólares
con respecto a la existente a finales de 2001, según información
suministrada por el Banco Central de Cuba.
El monto citado por CEPAL no incluye las obligaciones financieras con los países
del extinto bloque soviético, de las cuales sólo la relativa a la
URSS asciende a 20,800 millones de rublos transferibles, moneda de cuenta
utilizada que equivalía a 1,11 dólares la unidad, cuando fueron
contraídas las deudas.
El apreciable aumento de la deuda externa cubana en 2002, expresada en dólares,
podría ser consecuencia en parte de la depreciación de la moneda
estadounidense acaecida en los últimos tiempos, esencialmente frente al
euro y otros signos monetarios europeos. Como es conocido, la estructura de los
pasivos de la Isla está conformada esencialmente en esas divisas.
No obstante la disminución de los ingresos en moneda extranjera a
partir de 2001, debe haber influido en esta fuerte elevación, al afectar
la capacidad de pago del país, situación que se mantiene hasta el
presente. Aunque no se conoce con exactitud el ingreso bruto por concepto de
turismo en 2002, se sabe que el arribo de visitantes disminuyó en un 5
por ciento; las inversiones extranjeras directas están semiparalizadas
por segundo año consecutivo y también existen evidentes síntomas
de que las remesas provenientes del exterior no tienen un buen comportamiento,
teniendo en consideración los bajos niveles de venta apreciables en las
tiendas recaudadoras de dólares y otros establecimientos de servicios.
Aunque no están disponibles las cifras del intercambio comercial de
bienes, todo hace indicar que el déficit se incrementó
notablemente en 2002, a causa de la elevación pronunciada de los precios
del combustible importado, así como por la poca disponibilidad y el bajo
precio del azúcar, las afectaciones en la producción de cítricos
debido a adversidades climáticas, y las dificultades con el mercado
tabacalero.
Las perspectivas de la deuda externa para el año 2003 pudieran ser aún
peores, a causa de la incertidumbre existente respecto al favorable convenio
petrolero con Venezuela y la posibilidad de guerra en Iraq. Ambas situaciones
pudieran incidir en la elevación adicional de las ya astronómicas
cotizaciones de los portadores energéticos, con el resultado de una
situación insostenible para un país que tiene exhaustas sus
disponibilidades financieras.
En la economía interna, desde hace meses se hacen sentir estas
realidades en la disminución del nivel de vida de la población.
Los cortes de electricidad son constantes. El transporte, tradicionalmente muy
deficiente, se encuentra prácticamente colapsado en el interior del país,
y en la capital, donde el gobierno trata por todos los medios de crear una
imagen mejor, las dificultades aumentan a niveles que en ocasiones hacen
recordar los momentos más álgidos del Período Especial. Se
conoce que la agricultura y la industria atraviesan una fuerte carencia de
combustible e insumos indispensables. Esto se traduce en una fuerte escasez de
alimentos y el alza de los precios de los artículos ofertados.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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