PRISIONES
Testimonio
de Juan Carlos González Leiva
Operaciones de la Seguridad del Estado en Pedernales,
Holguín, Cuba.
15 de julio, 2003
A: Todo el pueblo de Dios, Sr. Kofi Annan, Secretario
General de la ONU, al Alto Comisionado de la ONU,
al Congreso de EE.UU., a la Opinión Publica
Nacional e Internacional
Bendiciones de salud y paz en Cristo Jesús.
Yo soy Juan Carlos González Leiva, presidente
de la Fundación Cubana de Derechos Humanos
(FCDH) en presidio desde hace 17 meses sin previo
juicio oral.
He sido informado con alarma, indignación
y asombro por mis familiares que en meses pasados,
el gobierno cubano presentó un informe
ante la Comisión de Derechos Humanos en
Ginebra en el que hace infamantes y calumniosas
acusaciones contra mi moral, peligrosamente tendenciosas,
a fin de confundir a la opinión pública
internacional asesinandome y haciendome aparecer
como un suicida.
En este informe el gobierno cubano afirma que
tengo por costumbre auto agredirme; que la herida
de cinco puntos en la frente que me hizo de un
culatazo de pistola el oficial Amaury Gómez,
(alias el " Chacal Avileño" )
durante la protesta pacífica contra el
abuso policial que casi le ocasiona la muerte
al periodista independiente Jesús Alvarez
Castillo, me la hice yo lanzándome de cabeza
contra una puerta de metal. ¿Cómo
una persona ciega, en medio de la agitación
y rodeada de las Brigadas de Respuesta Rapida,
puede localizar un objetivo cualquiera para lanzarse
contra éste? y ¿Qué lograría
con ese acto?
Sobre mi fabricada manía de auto agredirme
que tratan de presentar una personalidad controvertida
con múltiples patologías psíquicas
de agudos estado depresivos o violentos digo lo
siguiente:
Primero: Como el gobierno cubano siempre ha perseguido
a Dios y a su Iglesia, desconoce que el cuerpo
del cristiano es templo del Espíritu Santo
y pertenece a Cristo, como dicen las Sagradas
Escrituras en la primera carta del Apostol Pablo
a los Corintios, Capítulo 6, Verso 19-20.
Hace mas de 10 años, ayude a fundar tres
iglesias en Ciego de Avila. Hace apenas un año
fuí bautizado por el pastor Eduardo Roig
de la iglesia Bautista. Bautiza la Convención
Oriental Bautista de Cuba a un auto agresor o
suicida? Piensa el gobierno cubano sepultar con
un aluvión de mentiras la verdad de toda
una vida de 38 años, perfectamente conocida
por decenas de miles de personas entre quienes
se encuentran familiares, hermanos de la fé,
vecinos, amigos, hermanos de lucha, compañeros
de trabajo de estudio y otros?
Yo ruego al Alto comisionado de Derechos Humanos
de la ONU que si así lo entiende, solicite
al gobierno cubano el permiso para entrar al país
con el personal debidamente calificado, para que
se me someta a cuantos tests mentales y exámenes
psíquicos y físicos consideren necesarios.
Quien acostumbra a auto agredirse deja huellas
en su cuerpo y pudieran comprobar cuantas cicatrices
encuentran sobre mi cuerpo. Además, pueden
entrevistar a cuantas personas deseen que puedan
arrojar luz de verdad sobre este asunto.
En segundo lugar: No hay en mi numerosa familia
hasta el tercer grado de consanguinidad ningún
antecedente de patologías psíquicas
de auto agresión, manifestaciones violentas
o de estados depresivos suicidas.
En tercer lugar: nunca he padecido de ningun
trastorno psíquico antes mencionado. Cuando
me quedé totalmente ciego no me arrinconé
a llorar sino que, partiendo de cero, hice una
carrera universitaria con la ayuda de mi esposa
y otros familiares y amigos, después de
haber trabajado durante 5 años en estado
de semi ceguera en las plantaciones cañeras
del gobierno durante las noches. Desde mi nacimiento
siempre tuve una visión muy limitada.
Durante casi 20 años trabajé gratuitamente
para la ANCI gubernamental, la asociación
nacional de ciegos, llegando a ocupar en ella
puestos altos como Presidente provincial de Ciego
de Avila y miembro de su consejo nacional, estimulando
a la vida a ciegos y a videntes; guiando después
una organización fraternal humanitaria
de ciegos independientes con fines filantrópicos.
En los 17 meses que llevo confinado en este horripilante
lugar he sufrido las más salvajes torturas
físicas y psíquicas, producto del
odio, la venganza y las presiones para convertirme
en un colaborador de la Seguridad del Estado.
Estos sistemáticos tormentos los encabeza
directamente el Mayor Sagúo, jefe de ésta
unidad ayudado por sus oficiales subalternos y
por los reclusos comunes Julio Rodríguez
González, Joel Prado de La Torre y otro
nombrado Roberto.
En estos momentos padezco de algunos dolores
en los pulmones y una severa bronquitis, asi como
daños en todo el sistema de las vías
respiratorias y congestiones nasales. Ha habido
días que he expulsado hasta un litro de
flema. Tengo también dolores de cabeza,
nauseas y fatigas generales, espantosos dolores
en los ojos y la sensación de miles de
bichos recorriéndome la piel constantemente
aún cuando tuviera ropa y estuviera tapado.
Los propios médicos del Ministerio del
Interior determinaron que es una alergia.
Desde el pasado mes de diciembre estos oficiales
de la Seguridad del Estado utilizaron a los reclusos
comunes y todos los días, mientras yo dormía,
me lanzaban sustancias químicas o biológicas
tóxicas, las cuales me provocaban estas
sensaciones y daños. Algunas de estas sustancias
las quemaban mientras dormía y me provocaban
un estado de congestión nasal. Al despertarme,
quedaba inmovilizado en un letargo que se prolongaba
por varias horas y alteraba mi sistema nervioso
central. Así mismo, tuve que suprimir en
el mes de febrero la lectura de la Biblia en braille
y todas las demás actividades porque esparcian
sobre mi maleta y alimentos una especie de polvos
tóxicos.
Por otra parte hay un extractor que se usa para
hacer ruido e impedir que los detenidos se comuniquen.
Así mismo, ruidos constantes de cadenas
y rejas y los frecuentes alaridos de súplicas
de las mujeres recluídas, que se pierden
en el eco de las frías paredes y convierten
este lugar en un dantesco infierno que yo he soportado
por la misericordia y la gracia de Dios. Mientras
más me atormentan más busco a Dios,
más me aferro a los pies de Cristo, Quien
es El Camino, La Verdad y La Vida - no es la muerte.
Jamás me ha pasado por la mente siquiera,
ni desde mi niñez ni ahora, pincharme con
una espina de un limón. En mi celda hay
bombillas de luz fria, cables eléctricos
pelados al alcance de mi mano, cucharas y otros
objetos cortantes. El propio gobierno me situó
en los primeros meses aquí, platos y vasos
de cristal. Si yo soy una persona que me auto
agredo, ¿Cómo es posible que el
gobierno sea tan irresponsable de mantenerme en
un lugar y facilitarme los mecanismos para que
yo me auto agreda? Temen que mi vida corre un
serio peligro y de hecho ya el gobierno me ha
enfermado las vias respiratorias. Dios me dara
la fuerza y la resistencia suficiente como para
no traicionarlo jamas a El, al prójimo
y a mi país. Jamás moveré
un solo dedo en favor de los que persiguen a Dios
y de los que ostentan una tenebrosa maquinaria
de mentira y muerte, aunque en ello me vaya la
vida que amo hoy con mas renovada fuerza que nunca.
Finalmente quiero reiterar que el cristiano que
se auto agrede no solo pierde su decoro ante la
comunidad de seres humanos que lo rodea sino,
que pierde totalmente la comunión con Dios
y con su amado hijo, Nuestro Señor, Jesús
Cristo. En todas las visitas semanales reitero
a mi familia que jamás intentaré
nada contra mi integridad física, contra
mi vida y que lo que aquí suceda es entera
responsabilidad del gobierno cubano.
JUAN CARLOS GONZALEZ LEIVA
Presidente de la Fundación Cubana de Derechos
Humanos en presidio
Con copia a la Unión Europea y la OEA
MARITZA CALDERÍN COLUMBIÉ
Honorato del Castillo #154, entre República
y Cuba,Ciego de Avila, Cuba.
Testimonio dado desde Cuba via telefónica.
Grabado, transcrito y traducido al inglés
por Tanya S. Wilder
Mas información: Coalición de Mujeres
Cubano-Americanas/LAIDA CARRO
Dirección eléctronica: Joseito76@aol.com
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