Política
de transporte: otro desacierto
Claudia Márquez Linares, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, septiembre (www.cubanet.org) - Uno de los servicios de mayor déficit
en la capital cubana es el transporte. A pesar de esta situación el
ministerio del ramo se empeña en suspender las nuevas solicitudes de
licencias para los transportistas privados, e incrementa las multas para
continuar monopolizando la iniciativa de los cubanos.
Un suceso que ejemplifica esta situación sucedió el pasado 4
de septiembre a las 7 de la noche, cuando inspectores vestidos de civil
realizaron un operativo sorpresivo en la terminal de ómnibus de esta
capital, en el que resultaron multados y detenidos varios choferes y "bukenkes"
(personas encargadas de buscarle los pasajeros a los choferes del transporte
privado y que reciben una pequeña remuneración por su "trabajo").
Reinaldo Hernández, testigo de estos hechos cuenta los detalles: "A
Nelson, un chofer que maneja un VW se le acercó uno de los inspectores
vestido de civil y le ofreció cinco dólares para que lo llevara
hasta el zoológico de la calle 26. Cuando llegaron, el inspector le dice
que lo traslade hasta su casa, ubicada en Zapata y C, precisamente donde se
encuentra la estación de la policía. Allí el hombre se
identificó como inspector y detuvieron a Nelson. Le levantaron un acta
comprometiéndolo a no utilizar su automóvil como taxi particular,
a riesgo de que se lo confiscaran".
Según la misma fuente también apresaron a dos transportistas
que se mueven por la ciudad en motocicletas, Ñico y Legón. Dos
policías vestidos de civil los detuvieron y los multaron en 500 pesos;
también les retiraron la licencia. Además, fueron detenidos dos
bukenkes, pero no los multaron debido a que se encontraban a varias cuadras de
la terminal sin ejercer su labor cotidiana.
A pesar de la difícil situación del transporte, fuentes del
ramo aseguran que las medidas a seguir no estarán dirigidas a estimular
la iniciativa privada dentro del sector.
Un inspector que pidió el anonimato afirma que en una reunión
efectuada hace apenas dos semanas, el ministro del sector, Álvaro Pérez
Morales, reconoció la crisis del transporte y como medida se acordó
aumentar el número de inspectores estatales, conocidos por la población
como "amarillos", para que se encarguen de detener en las paradas de ómnibus
al transporte estatal y se lleve a los pasajeros que, de lo contrario, tendrían
que esperar varias horas para trasladarse.
No sólo la capital se ha visto afectada por la crisis. En Villaclara
comenzarán a otorgar licencias para que aumente el número de
carretas tiradas por caballos, pues el transporte de vehículos
motorizados se verá gravemente afectado por la crisis petrolera.
Para trasladarse a otras provincias muchas personas deben pedir "botella"
en las carreteras debido a que la cantidad de ómnibus interprovinciales
no son suficientes. Pero también el transporte por carretera para los
choferes privados tiene limitaciones. En uno de los resuelvo de la resolución
334 firmada recientemente por el ministro de Transporte, podemos leer:
"Suspender a las personas naturales la tramitación de nuevas
solicitudes de licencias de operación de transporte para servicios públicos
de transportación de pasajeros utilizando cualquier vehículo de
motor de transporte por carreteras".
Esta determinación no concuerda con el espíritu de la resolución
No. 97-97 con fecha 24 de marzo del año 1997, donde se expresaba que el
otorgamiento de las licencias privadas a transportistas privados podía
suspenderse o limitarse en dependencia del comportamiento de la oferta y la
demanda.
Nadie iba a creer que luego de aspirar en la década de los setenta a
un metro más veloz que el de París, ahora los capitalinos nos
tenemos que conforman con el "camello", ese novedoso medio de
transporte que como bien dice la gente "se le ocurrió a un dirigente
que se traslada en automóvil a toda hora".
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