Un santo
chino en el panteón yoruba
Lucas Garve, CPI
LA HABANA, septiembre (www.cubanet.org) - Quizás usted no sepa que
San Fancón es un santo de China venerado en Cuba por descendientes de "narras"
y cubanos. Es un fenómeno sincrético de religiosidad popular
producto de la integración de los chinos a la cultura cubana de raíces
afro-españolas.
Entre 1847 y 1874 unos 150 mil chinos arribaron a Cuba para ser utilizados
como fuerza de trabajo en las plantaciones de caña de azúcar. Los
llamaban culíes y se asentaron principalmente en la llanura
Habana-Matanzas, debido a la concentración de fábricas de azúcar
en esta zona durante el siglo XIX.
Los culíes tuvieron que compartir con los esclavos africanos la vida
del barracón, el cañaveral y el ingenio. En las ciudades la cuna
propicia de la integración fueron las ciudadelas o solares y la marginación
social. Durante las guerras de independencia no pocos chinos participaron en la
lucha mambisa.
Los chinos afincados en Cuba provenían en su mayoría del sur
de la gran nación y aportaron, entre otras cosas, sus apetecibles recetas
culinarias. El arroz, por ejemplo, es un plato esencial en la mesa del cubano.
Desde el punto de vista religioso, los chinos encontraron zonas de contacto
con los africanos. Veneraban los astros, la tierra, el cielo; profesaban el
culto a los difuntos. Un sistema de creencias apoyado por un envidiable
conocimiento de las propiedades medicinales de las plantas. Todo basado en un
profundo sentimiento hacia la Naturaleza.
La sociedad Lung Con Sol, compuesta por chinos de los apellidos Lao, Kuang,
Chiong y Chiu, fue fundada en 1900. Estos apellidos están vinculados a héroes
chinos de la Antigüedad: Lao Pei, Kuang Yu, Chiong Pei, Chiu Chi Lung.
Cuatro guerreros que juraron defender la dinastía Han en la Guerra de
Tres Reinos (220-280 n.e.).
Kuang Yu, el más destacado de los generales, se convirtió además
en el símbolo de la lealtad absoluta. Y por esta causa, le añadieron
a su nombre el término "Kong" que significa "ancestro
venerado".
En la tradición oral de la provincia de Matanzas se encuentra la
Leyenda de los Cimarrones. En ella se narra que Cung Li, un campesino
perseguido, cayó bajo posesión del espíritu de Kuang Yu
Kong, quien habló por su boca, expresó que "era el príncipe
viajero que trae la buenaventura" y exhortó a compartir el arroz con
los necesitados. Este espíritu viajero fue conocido más tarde como
San Fancón o Chan Fan Con, corrupción fonética de Kuang Yu
Kong .
Por otra parte, la figura de Kuang Yu Kon es la de un guerrero vestido de
sedas rojas y con un espada en la mano. Imagen que bien pudo identificarse con
la de Santa Bárbara, sincretizada a su vez en Changó, dios
guerrero por excelencia del panteón yoruba.
Así resulta la conversión del héroe chino Kuang Yu Kon
en San Fancón, un camino de Changó, particularmente en Matanzas y
La Habana, donde la presencia china fue importante y se integró al
complejo cultural cubano.
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