Los cubanos y
los ciclones
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, septiembre (www.cubanet.org) - Cada año, al acercarse
la temporada ciclónica, los cubanos enfrentan las preocupaciones más
diversas, que van desde el estado de sus viviendas hasta cómo se
alimentarán durante los días que dure uno de esos fenómenos
meteorológicos.
No es que falte la previsión oficial en Cuba. Se orienta reforzar
puertas y ventanas, guardar agua potable, alimentos, mantenerse informado sobre
el estado del tiempo y otras medidas más. Pero, ¿cómo
conseguirlo?
El 43 por ciento de las viviendas de la provincia Pinar del Río está
en muy mal estado. Algunos dicen que la cifra es superior. Pero no se venden
medios para la reparación de estos inmuebles, ni siquiera en los días
de ciclón se puede adquirir madera o puntillas.
El abastecimiento de agua es otro gran problema. Si en tiempos normales
escasea, e incluso pasan semanas sin que se le suministre a la población,
¿cómo será durante el paso de un ciclón o tras su
paso? Además, reiteradamente falta el combustible para hervir el agua y
cocinar.
Similar situación ocurre con los alimentos. "Se vive al día",
como se dice en buen cubano y muchas veces no se sabe qué se almorzará
o cenará hasta minutos antes de la operación, si logra consumarse.
Las conservas y alimentos que no necesitan refrigeración sólo
se venden en los comercios dolarizados y a precios inalcanzables para la
generalidad de los cubanos.
En los días de tormentas tropicales o lluvias intensas, muchos
cubanos se trasladan hacia las presas o ríos para capturar algún
pez que los ayude a atenuar el hambre crónica.
Por contradictorio que parezca, el gobierno de Fidel Castro insiste en que
la población se mantenga informada, pero ¿de qué forma? si en
cuanto arrecia el viento se corta el servicio de electricidad y radios, baterías,
cargadores, son de los artículos más caros que se venden en las
tiendas dolarizadas, lo que los sitúa en la categoría de
inalcanzables para el común de los nacionales.
Mas el régimen se molesta cuando se le regala algunos de estos medios
a personas que de lo contrario nunca los tendrían.
Después del paso de un ciclón se inicia el ciclo de recuperación,
en el cual el gobierno de Castro siempre se impone metas para reparar los daños
e indemnizar a los más perjudicados, objetivos que se cumplen y
sobrecumplen según la prensa oficiosa, pero que tienen por lado débil
que lo reconstruido se vuelve a deshacer con las lluvias y vientos de la próxima
temporada ciclónica. Por tanto, estamos en las mismas otra vez.
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