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Sistemática
negativa a legalizar iglesia
LA HABANA, 16 de septiembre (Reinaldo Cosano Alén / www.cubanet.org)
- Desde su fundación en 1997 la Iglesia Pentecostal Unida de Cuba ha
presentado cada trimestre la solicitud de inscripción en el registro de
asociaciones del Ministerio de Justicia para cumplir los requisitos exigidos por
la ley 54 de 1985.
El pastor Ibrahim Pina Borges, presidente de la entidad religiosa, explica:
"Jamás nos dan respuesta. Por eso en marzo de este año me
dirigí a Caridad Diego, funcionaria del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba al frente de los asuntos religiosos del país, pidiéndole
una explicación en lo referente a nuestra iglesia. También me
entrevisté con Carmen Albizú, encargada del registro de
asociaciones. La respuesta en cada caso fue que siempre nos será denegada
la legalización porque no tenemos reconocimiento jurídico
anterior. Respondí que lo que queremos es precisamente actuar dentro de
la ley".
El pastor añadió que es fácil advertir la intención
de mantener la iglesia fuera de la ley para de esa forma facilitar la represión
contra la entidad eclesiástica por la amplia labor evangélica que
está realizando, particularmente entre los jóvenes y campesinos
del centro del país.
Al parecer, son circunstancias que no agradan a las autoridades, ya que se
reprime, se amenaza con multas y separaciones del trabajo a los miembros de la
iglesia. Y hasta se confiscan inmuebles, como las oficinas y templo centrales en
la población de Mariquitas, Cabaiguán.
"Esta represión continua -agrega el pastor- debemos achacarla a
la postura crítica de nuestra iglesia cuando denuncia las continuadas
violaciones de los derechos humanos, entre ellos los de opinión y
asociación pacífica. Además, nos pronunciamos contra el
terrorismo en cualquiera de sus manifestaciones. Y no debe olvidarse que nos
mantenemos independientes del Consejo de Iglesias de Cuba, al que consideramos
muy parcializado con el gobierno. Todo esto en medio de la pobreza de recursos
financieros que hacen más difíciles los empeños de nuestra
joven iglesia".
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
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