Amistad con
los Pueblos: un batey muerto
José Izquierdo, Grupo Decoro
GÜINES, agosto (www.cubanet.org) - Todo involucionó en aquel
pedazo de tierra viva, orgullo de quienes hicieron sonar las sirenas de la fábrica
de azúcar por más de cincuenta años, de quienes trasladaron
millones de arrobas de caña sobre los rieles para convertirlas en el
dulce grano, en el sostén de la familia, y ahora observan con pesar cómo
se deteriora esa gran mole de hierro que dio empleo a varias generaciones de
cubanos, conocida por el central Amistad con los Pueblos.
Amistad con los Pueblos es hoy un batey rural ubicado en el central del
mismo nombre, a escasos kilómetros de Güines, capital de uno de los
municipios que llevó la voz cantante en provincia La Habana en lo que
respecta a la producción azucarera.
Amistad con los Pueblos es un sitio sin esperanzas, sin futuro, desde que el
gobierno cubano ordenó el cierre de esta fábrica de azúcar,
alegando que sus campos de caña eran incapaces de abastecerla. No
obstante, antes de que el gobierno de Fidel Castro se apropiara de esta
instalación en ella se alcanzaban rendimientos agrícolas
superiores a las 50 mil arrobas de caña por caballería.
Para muchos residentes de la zona todo acabó en junio de 1997 cuando
funcionarios del Ministerio del Azúcar se presentaron en el Amistad con
los Pueblos y, tras horas de conversaciones con la dirección del central,
ordenaron el cierre del ingenio sin tener en cuenta a quienes dependían
de esa actividad para alimentar a sus familias.
Emilio González Cruz, jubilado del ramo azucarero, declaró: "Nunca
vi tanta desolación en este ingenio. Quien conoció el bienestar
que representó el capitalismo no puede comprender por qué el
actual gobierno condena a miles de personas al desempleo con su decisión
de cerrar más de setenta centrales. Obviamente, es una locura".
Testimonios como el de González se escuchan en cualquier parte del
batey Amistad con los Pueblos, cuyo central en 1952 molió 350 mil arrobas
de caña diarias durante 90 días, contribuyendo así a que se
alcanzara la zafra más grande de la historia de Cuba: siete millones y
medio de toneladas de azúcar.
La industria azucarera cubana es un enfermo que espera el cierre total de la
válvula por donde le suministran el oxígeno que lo mantiene vivo.
Amistad con los Pueblos es un ejemplo de ello. A los moradores del batey sólo
le quedan los recuerdos del pasado. Las nuevas generaciones verán a este
ingenio como un objeto anacrónico, museable, que el tiempo borrará
para siempre del escenario visible.
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