Votar o ser
botado
Rafael Ferro Salas, Grupo de Trabajo Decoro
PINAR DEL RÍO, octubre (www.cubanet.org) - Elecciones en Cuba.
Comienza el circo. Se levanta la carpa. ¿Quiénes ejercen el voto en
las convocadas y cacareadas elecciones? ¿Quiénes son los candidatos
propuestos en esas elecciones oficialistas? Cada cubano sabe la respuesta. Cada
cubano sabe a qué se arriesga si no efectúa el voto. El clamor
popular expone las respuestas:
- A estas elecciones fueron los obligados de siempre. Los temerosos de
perder dádivas y privilegios otorgados por los que mandan en la Isla. ¿Quiénes
son los llamados identificados con el régimen? Se incluye en la lista a
los selectos trabajadores de corporaciones y tiendas "dolarizadas".
Fueron a las urnas. Sabían lo que perdían de no hacerlo.
- Fueron a las urnas los dirigentes de doble moral, los acomodados de
siempre, los llamados a hostigar a los que se niegan a la farsa convocada.
- Acudieron a las urnas los obligados, los que representan como pueblo a los
habitantes del segundo país del área con más población
desnutrida (según informe reciente de la FAO). ¿Por qué
fueron a las urnas los hombres y mujeres del pueblo? Fueron temerosos de perder
los trabajos poco remunerados que tienen. Estos desnutridos con miedo a perder
el poco dinero que ganan y dejan en los mercados estatales en unas pocas
compras.
- Ejercieron el voto en la cuadra los poseedores de algún que otro
negocio privado, advertidos de antemano sobre lo que pueden perder o dejar de
ganar si no ejercen el voto.
Interminable sería la lista en el intento de mostrar un reflejo de la
realidad vivida. En resumen, a las elecciones del domingo acudió como
votante la doble moral. De un lado los cubanos que apenas sobreviven. Del otro
los chupadores de sudor público, metidos en sus gabinetes refrigerados,
rodando por las calles automóviles último modelo.
¿Quiénes eran los candidatos en estas elecciones?
Los desconocidos de siempre. Los oficialistas elegidos, los militantes que
integran la misma comparsa de la doble cara. Los que no resolverán nada
por temor a perder los privilegios. Los que no han visto ni verán nunca
los rostros de sus obligados electores.
Elecciones cubanas. Inicio del gran circo. Se levanta la carpa. No fue un
domingo como otro cualquiera. Rondó el miedo en las calles. Los que
marcaron la cruz la reflejaron también en su existencia acorralada. Una
farsa que el mundo debe conocer. Una disyuntiva de grillete: votar o ser botado.
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