Crónica
después de la tormenta (I)
Rafael Ferro Salas, Grupo Decoro
PINAR DEL RIO, octubre (www.cubanet.org) - Ahora la región más
occidental de la provincia de Pinar del Río parece una localidad
fantasma. Azotada por dos huracanes, con apenas once días de diferencia,
la gente ha quedado sin respiro. Alguien dijo que todo parecía como un
campo de guerra.
Hay personas que han perdido todo lo que tenían, que -al decir de
ellas mismas- era bien poco. Otros aún buscan entre las aguas algo de
esperanza. Dos ciclones en menos de dos semanas es demasiado. Apenas comenzaban
a recuperarse los damnificados tras el paso de Isidore llegó el otro
golpe de agua y viento otra vez con nombre de mujer: Lili.
Ayer estuve de recorrido con un colega por una de las zonas del desastre.
Cierto, parecía la guerra, pero era la paz. En la paz las personas
tienden a desesperarse más, son mayores las expectactivas de vida. Allí
todo el mundo se veía desesperado. Una anciana lloraba al mismo tiempo
que decía: "Prefiero mil veces haber muerto ahogada. Lo he perdido
todo".
La pobre mujer seguía buscando algo entre lo que ahora eran las
ruinas de su casa derribada por el viento.
Un hombre caminaba por el medio de la calle con un cerdo en brazos. Por el
esfuerzo que realizaba podía uno percatarse de que el animal pesaba.
Aquel señor del cerdo llevaba mucha tristeza en su rostro. Me miró
y, al parecer para que yo comprendiera su tristeza, dijo:
- El agua me lo llevó todo: ropa, televisor, muebles. Sólo me
quedó el animalito. Pasé mucho trabajo para criarlo. Ahora tendré
que venderlo para ir comprándome algo de lo que aparezca por ahí.
Para tratar de consolarlo le dije:
- Dicen las autoridades que nadie va a quedar desamparado, señor.
El hombre me miró. Sonrío triste y me respondió en buen
cubano:
- Oiga, compay, usted parece que vino de otro planeta, ¿verdad?
Siguió su camino con su animalito en brazos. Lo acariciaba, como
sintiendo que el animal era la única compañía que le
quedaba en este mundo, sabiendo que pronto se vería en la disyuntiva de
dejarlo.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|