El periodismo
creativo
Ramón Díaz-Marzo
HABANA VIEJA, octubre (www.cubanet.org) - Recientemente la televisión
cubana, en su espacio cinematográfico "De nuestra América",
conducido por el sagaz crítico de cine Juan Padrón, proyectó
el filme "Los perros de la calle", que narra la vida marginal mexicana
desde tres perspectivas: unos hermanos que pelean perros y asaltan bancos, una
modelo que sufre un accidente al inicio de su carrera, y un ex guerillero que ha
devenido en asesino por encargo. Las tres historias no podrían ser más
terribles.
Sin embargo, no puedo creer que la vida toda en estos países sea así.
Supongo que sólo se trata de arte, donde los hechos son manipulados para
aumentar la adrenalina en el espectador. Lo que sucede es que ya estamos
acostumbrados al cine violento norteamericano que nos plantea situaciones
extremas para no aburrirnos. Y los directores de otros países, para que
su película salga rentable, nos pintan hechos que parecen decir que este
mundo se está terminando.
Otro tanto hacen nuestros realizadores cubanos cuando evaden ciertos temas
de la sociedad cubana y le venden al público, tanto nacional como
extranjero, una realidad edulcorada.
Pero el presente texto no es una reseña de cine, sino la base que nos
permita pensar que tal vez a través de los artistas nunca conoceremos cómo
es realmente un país, y llamar la atención de que sólo una
prensa creativa es capaz de ofrecernos una visión más verídica
de la realidad que los filmes y las novelas nos muestran. Y que cada día
tendremos más necesidad de un periodismo creativo si queremos dejar una
constancia verídica de la Historia.
Hace tiempo, tal vez desde sus propios inicios en la antigua Grecia, el Arte
comprendió que reflejar la realidad tal cual es, aburre. De ahí
que un periodismo creativo sea un oficio difícil. Porque difícil
resulta no aburrir al lector cuando se escribe sin acudir a la invención
que entretenga. Porque de eso se trata, de vivir entretenidos. No importa que
nos estén reportando noticias de un país que se pudre pedazo a
pedazo. Lo importante para el público no es el dolor ajeno. Lo importante
es dar una información que no lo aburra y prácticamente sea una
pieza de arte.
Quizás los periodistas que saben presentar la información de
un modo entretenido sean más talentosos que muchos escritores de novelas
que han triunfado en la carrera de la imaginación.
Los periodistas deben entretener a su público sin acudir al recurso
de la invención. Tienen que convertirse en verdaderos observadores de la
realidad que los rodea para llevar al público la historia cotidiana, pero
misteriosamente tejida y sostenida con detalles casi invisibles que convierten a
muchos reportajes y crónicas en joyas del arte de escribir.
Ramón Díaz-Marzo es el autor de la novela "Cartas a
Leandro", publicada por CubaNet.
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