Confusa e
inexplicable demora
Víctor Rolando Arroyo Carmona, UPECI
PINAR DEL RIO, octubre (www.cubanet.org) - Desde el pasado 21 de septiembre
la señora María del Carme Martínez García trata
infructuosamente de que se le entregue la historia clínica de su hijo
Miguel Antonio Falcón, a fin de gestionar un tratamiento médico en
el exterior que salve su vida o al menos le atenúe la agonía en
que vive.
El niño Miguel Antonio, de tres años y medio de edad, padece
de una enfermedad conocida como Porfiria Eritropoyética Congénita.
La madre del niño considera que el tratamiento recibido aquí en
Cuba lo condena a muerte, debido a las carencias alimenticias y a las pésimas
condiciones de vida.
La hoja clínica del enfermo no le ha sido entregada a la madre porque
el director de la policlínica Pedro Borrás, de la ciudad de Pinar
del Río, Dr. Julio A. López, ha invocado la resolución 232
del Ministerio de Salud Pública, que prohíbe tal gestión.
El Dr. López le dijo a la señora María del Carmen y al
abogado que la representa, que él gestionaría un resumen detallado
de la historia clínica de Miguel Ángel, y que ese documento lo
elaboraría el grupo provincial de hematología infantil, pero en
ningún momento fijó un fecha para la entrega de ese documento.
El estado de salud de Miguel Antonio Falcón es precario. La madre
vive momentos de angustia a causa de esta situación, pues considera que
si la historia clínica del hijo está en orden se requeriría
de poco tiempo para resumirla, ya que se le niega la posibilidad de fotocopiar
el documento.
Llama la atención que a esta madre se le niegue el derecho de
conservar la historia clínica del hijo, pues las propias instrucciones
que acompañan el historial señalan que son los pacientes los
encargados de guardarlas, debiendo presentarlas en cada consulta a la que
asista.
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