Las
constantes alimenticias de los holguineros
Juan Carlos Garcell, APLO
HOLGUÍN, octubre (www.cubanet.org) - Arroz y fongo son las constantes
alimenticias de la mayoría de los residentes en la provincia Holguín,
ubicada en la zona oriental de Cuba, a lo que se une eventualmente alguna vianda
o vegetal, según la estación del año. Fongo, para quienes
no conocen el término, es el nombre que popularmente se le da al plátano
burro en algunas provincias orientales del país.
Por ejemplo, en la temporada del aguacate el menú está
compuesto por arroz, fongo y aguacate.
En la del tomate la solución es la siguiente: las constantes más
tomate. Una variante es arroz con fongo salcochado y una salsa de tomate.
Se acabó el tomate y apareció la col. Pues bien, a ésta
se le añade las constantes y, ¡todo resuelto!, a comer.
Con la época del maíz el menú mejora, porque se
confecciona un atol, o tamales, o frituras de maíz, y se guarnicionan con
arroz y fongo, por supuesto.
"La papa ayuda", expresa la letra de cierta canción
popular, y es verdad. Aunque en Holguín la papa se vende únicamente
en el mercado negro a razón de dos pesos la libra, el tubérculo se
añade a la lista de los alimentos acompañados por las constantes
arroz y fongo.
Por cierto, hay una rara receta en esta localidad cubana cuyo nombre es "fricasé
de papas", porque no hay pollo ni otras carnes para hacer un verdadero
fricasé. La receta en cuestión se elabora de la siguiente manera:
se sofríen algunas papas picaditas en pequeños pedazos, se
condimenta con cebolla, ajo, laurel, comino, en fin lo que se tenga a mano, se
le agrega un poco de puré de tomate y se sirve, como es de esperar, con
arroz y fongo.
Si se está de suerte se puede confeccionar con algunas de estas
viandas y vegetales una especie de ajiaco sin tasajo ni carne de ningún
tipo, el que luego se acompaña con las constantes de siempre.
Así, con una dieta a base de arroz, fongo y la vianda o el vegetal de
ocasión sobrevive la mayoría de los holguineros, cuyo poder
adquisitivo es deficiente debido a la política de bajos salarios del
Estado-empleador. Sólo escapan a este régimen de penurias algunos
funcionarios, aquellos compatriotas que reciben regularmente remesas de dólares
de sus familiares residentes en Estados Unidos de América, y los turistas
extranjeros.
Esperemos que al menos el arroz y el fongo se mantengan en la dieta de los
holguineros, porque de boca en boca corren versiones según las cuales
podrían llegar tiempos en que ni las constantes sean tan constantes.
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