El Nuevo
Herald, noviembre 22, 2002.
Herido muy grave el cantante Polo Montañez
Efe. La Habana
El cantante cubano Polo Montañez resultó herido muy grave a
causa de un accidente de tránsito que sufrió el miércoles
por la noche, cuando regresaba de una celebración familiar, en el que
falleció un hijastro suyo, informó ayer la radio local.
Montañez, autor e intérprete de Guajiro natural, canción
que da título a su primer disco, está internado en el hospital
Carlos J. Finlay de La Habana, donde fue operado debido al trauma craneal que le
causó el accidente.
El artista, de 47 años, viajaba en su automóvil acompañado
por varios familiares y amigos de regreso a su localidad natal de San Cristóbal,
provincia occidental de Pinar del Río, tras participar en un festejo
familiar en La Habana.
El accidente ocurrió cuando el vehículo que conducía el
artista chocó con un camión que transitaba sin luces, según
narraron los conductores de otros automóviles.
Junto a Montañez viajaban su esposa, Adis García Alvarez,
Gisela María Gil, un niño llamado Angelo, su tía Idalma
Valdés, y Mirel González García, de 25 años,
hijastro del cantante, quien falleció en el accidente.
Según dijo Martha Espinosa, esposa del representante de Polo Montañez,
el resto de los viajeros están fuera de peligro, aunque a Idalma Valdés
fue necesario realizarle una operación.
Ayer por la mañana, la localidad de San Cristóbal, donde vive
el artista, estaba conmocionada por el suceso, ya que Montañez es muy
querido por sus vecinos, quienes resaltan la sencillez que mantiene a pesar de
haber conocido la fama.
Fernando Borrego Linares, el verdadero nombre de Montañez, saltó
a la fama en Cuba, Europa y América Latina tras grabar Guajiro natural
con el sello discográfico francés Lusáfrica.
Aquel campesino de formación autodidacta nacido en Brujito, un
poblado serrano de Pinar del Río, sorprendió tras su debut
internacional en Colombia, donde vendió más de 40,000 copias del
disco.
Desde ese debut se le abrieron nuevas puertas al cantante, que con apenas 12
años ya interpretaba tonadas guajiras (campesinas) en serenatas y fiestas
campestres.
Muy pronto se convirtió en el líder de un pequeño grupo
familiar, que integraban su padre y hermanos. Las tumbadoras (tambores) fueron,
según él mismo ha declarado, su primera pasión, y después
comenzó a cantar y a tocar la guitarra.
Montañez realizó diversos oficios, como el de leñador y
el de labrador, hasta que fue descubierto por un buscador de talentos de la
compañía de discos Lusáfrica en el hotel Moka, donde
habitualmente amenizaba las veladas.
Es creador de unas 100 composiciones en las que lo mismo usa la balada romántica
como los boleros, la guaracha, la bachata y otros ritmos.
En la segunda mitad de 2001, el artista irrumpió con fuerza con su
canción Un millón de estrellas en las listas de éxitos de
las emisoras de radio de la isla, y entre abril y mayo de este año realizó
una gira con actuaciones en plazas, estadios y parques de varias provincias de
la isla.
Montañez, el tercer cubano que ha recibido un disco de platino, después
de los cantautores Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, lanzó
su segundo disco, Guitarra mía, a mediados de este año.
Se declara culpable de piratería aérea
Associated Press. Nueva Orleans
Un ciudadano cubano se declaró culpable de piratería aérea
y secuestro con relación a la toma de un vuelo de la empresa Delta Air
Lines que desvió a La Habana en 1980.
Miguel Aguiar Rodríguez, de 55 años, enfrenta posiblemente la
cadena perpetua cuando se emita su sentencia en marzo. Fue detenido en agosto
luego de presentarse a una cita con el Servicio de Inmigración y
Naturalización en Miami, usando un alias.
Aguiar y su hermano Roberto abordaron el vuelo con destino a Atlanta armados
con botellas llenas de un líquido inflamable, que amenazaron con
encender, dijeron las autoridades. El piloto los llevó a La Habana, donde
fueron capturados por las autoridades, y la nave continuó hacia Atlanta
con sus 81 pasajeros unas dos horas después.
Cuba sentenció a Aguiar a cuatro años de prisión.
El fiscal Jim Letten dijo que regresó hace dos años a Estados
Unidos y que vivía con su hija en Miami. Estaba en proceso de solicitar
su residencia permanente cuando fue detenido.
Aguiar llegó por primera vez al país con la flotilla del
Mariel en 1980, cuando unos 100,000 cubanos salieron de Cuba hacia Cayo Hueso,
Estados Unidos.
Letten dijo que el hermano de Aguiar murió el mes pasado.
Condenan a cadena perpetua a un contrabadista de cubanos
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
En un contundente mensaje contra los contrabandistas de seres humanos, un
juez federal de Miami condenó ayer a cadena perpetua a Jorge Luis Alemán,
protagonista de un accidentado operativo desde Cuba que cobró la muerte
de una mujer.
Es la primera sentencia de cadena perpetua que recibe un acusado de tráfico
de ilegales en los tribunales del sur de la Florida.
Tras dos audiencias de testimonios, el juez James Lawrence King decidió
sentenciar a Alemán, alias ''Bombino'', a terminar sus días en
prisión, con una condena adicional de 5 años, en virtud de su
participación en una red de tráfico humano que trajo a un centenar
de inmigrantes cubanos hasta las costas de la Florida entre 1999 y enero del
pasado año.
Pero la fuerte sentencia contra Alemán, de 36 años, se sustentó
particularmente en sus implicaciones con la muerte de Leocadia Cira Rodríguez,
de 50 años, quien falleció durante una travesía ocurrida a
comienzos de enero del pasado año desde las costas de Villaclara.
''La actuación del acusado mostró un cruel desprecio por la
vida humana'', dijo King al argumentar su decisión. "Con el propósito
de obtener ganancias personales, Alemán actuó fríamente y
abandonó a un grupo de personas lesionadas y a una mujer moribunda en un
islote''.
King dictó sentencia de 7 años y tres meses de cárcel
contra Gaspar Coll González, acusado como cómplice de Alemán
durante el operativo del 14 de enero de 2001. Coll González, de 32 años,
se involucró en la travesía para traer a Estados Unidos a su
esposa y su hija menor.
Ambos acusados habían eludido la posibilidad de encarar la pena de
muerte tras llegar a un acuerdo de culpabilidad con la fiscalía.
La acusación responsabilizó a Alemán y Coll de los
hechos acaecidos en torno al fatídico viaje emprendido por 22 inmigrantes
ilegales desde Encrucijada, Villaclara, hasta las costas de Cayo Hueso.
De acuerdo con la investigación fiscal, Alemán obligó a
siete personas a tirarse al agua cuando la embarcación de 26 pies de
eslora fue sorprendida por guardacostas cubanos.
Los traficantes lograron eludir la persecución y llegar a Cayo
Anguila, Bahamas, donde desembarcaron a los 15 pasajeros restantes, entre ellos
a Rodríguez en estado de inconsciencia.
Yusneis González, única hija de la víctima, irrumpió
repetidamente en sollozos en la sala mientras escuchaba los relatos de los
testigos.
''La pérdida de mi madre ha sido irreparable'', dijo González
al tomar el estrado. "A estos señores que están pidiendo
piedad, les reclamo que al menos digan el sitio exacto donde está mi
madre enterrada [en Cayo Anguila]''.
El cuerpo de Rodríguez fue enterrado en el islote el 15 de enero del
2001, pero hasta el momento no ha podido ser hallado por las autoridades.
A continuación, Alemán y Coll pidieron dirigirse a la corte
para pedir disculpas por sus acciones delictivas.
''No soy un irresponsable que me gusta ver morir a las personas'', expresó
Alemán. "Cometí un error y me siento avergonzado''.
Martha Alemán, hermana del condenado, criticó fuertemente la
sentencia y aseguró que apelará el caso.
Los condenados tienen un plazo de diez días para apelar la sentencia.
''Se ha tomado a mi hermano como chivo expiatorio para combatir las entradas
ilegales'', dijo la mujer a la salida del tribunal. "Pero la verdadera
culpa de esa muerte la tienen sus familiares que quisieron traerla a este país''.
Alemán fustigó que durante el proceso se hayan escuchado
testimonios obtenidos en Cuba por investigadores de la Patrulla Fronteriza. |