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noviembre 8, 2002.
LA HABANA, 8 (AP) - Cuba repudió la decisión del gobierno de
Estados Unidos de expulsar a cuatro de sus diplomáticos acusados de
espionaje, y responsabilizó al subsecretario norteamericano de Estado
Otto Reich de esta nueva "provocación" contra la isla.
"Cuba rechaza totalmente estas falaces y desvergonzadas acusaciones
contra sus diplomáticos", expresó una nota de la cancillería
cubana emitida en la mañana del viernes.
Esta fue la primera reacción de las autoridades locales a la orden de
salida contra dos diplomáticos cubanos acreditados en Washington, Oscar
Redondo Toledo y Gustavo Machín, así como contra Francisco González
y Carlos Augusto Suanes, asignados a la misión cubana ante Naciones
Unidas en Nueva York.
Según el Departamento de Estado norteamericano, los cuatro diplomáticos
realizaron "actividades indebidas" y los dos de Washington se vinculan
con el caso de la puertorriqueña Ana Belén Montes, quien trabajaba
para el Pentágono y fue sentenciada a 25 años de cárcel por
espiar para la isla.
"Los propios funcionarios norteamericanos que entregaron la nota (con
la declaración de personas no gratas para los dos de Washington)
reconocieron que no tenían evidencia alguna del más mínimo
involucramiento en actividades de inteligencia de nuestros diplomáticos",
expresó el texto de la cancillería.
En cuanto a los acreditados en Nueva York, según Cuba, Estados Unidos
les dio un plazo de 66 horas para que demostraran su inocencia.
"Nuestro gobierno, por supuesto, decidió no responder a dicha
infame solicitud, convencido de que se trataba de una decisión política
tomada de antemano y nada de lo que argumentara haría cambiar la misma",
explicó el texto.
Washington no tiene "la más mínima autoridad moral"
para inculpar a sus diplomáticos, dijo nota oficial.
"En cambio, el gobierno de Cuba tiene pruebas suficientes y
documentadas de la labor subversiva, injerencista y contrarrevolucionaria ...que
realizan funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La
Habana", agregó la nota.
Aunque en ocasiones anteriores el gobierno cubano ha denunciado acciones de
inteligencia en su territorio, en esta ocasión no presentó nuevas
pruebas.
La responsabilidad de esta escalada de acusaciones y de las expulsiones,
dijo la cancillería, recae sobre el subsecretario de Estado para Asuntos
Hemisféricos, Otto Reich, de origen cubano y a quien le atribuyen una "agenda
personal" más allá de los intereses de su país.
Reich denunció hace dos semanas que Cuba posee armas biológicas
ofensivas y promueve el terrorismo.
En la nota no se anunció cuándo La Habana retirará a
sus funcionarios expulsados.
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