Agua para el
maquillaje
Tania Díaz Castro
LA HABANA, mayo (www.cubanet.org) - Las pequeñas y pocas hojitas de
la prensa escrita cubana se leen de un vistazo, pero si nos dedicamos a leer
entre líneas, el asunto es bien distinto, podemos demorarnos más.
Entonces parece como si mis colegas del periodismo oficialista se entretuvieran
en eso de escribir entre líneas para que otros lean. Es el caso de la
información aparecida en el periódico Granma, con motivo de la
puesta en marcha del Salón Internacional de Tecnologías y
Productos para la Industria del Agua. La nota de Granma destacó el
montaje y la entrada en operaciones de unos tres mil sistemas de acueductos y
que en la actualidad el 94 por ciento de la población cubana tiene acceso
al agua potable, incluyendo zonas apartadas del interior de la isla. Cabe
preguntarse entonces por qué en La Habana, capital del país,
cientos de familias no disponen del servicio de agua directamente en sus casas y
existen cuadras y hasta barrios completos a los cuales no le suministran el líquido
durante días.
En las intersecciones de las calles Neptuno e Infanta y Espada y San Miguel,
por sólo exponer dos ejemplos, numerosas familias se ven obligadas a
instalar pedazos de tubos plásticos a ras del piso de las aceras para
adquirir algunos cubos de agua de las tuberías conductoras, lo cual
constituye un lamentable espectáculo, visto por todo el que transita por
las calles, incluyendo turistas. ¿Es que se hace cierta esa frase popular
de "El pueblo tiene lo que se merece"? ¿Por qué no se
emplean los nuevos productos y tecnologías, el intercambio técnico-comercial
para el desarrollo de las negociaciones, para evitar espectáculos como el
que hemos mencionado? ¿Contemplar también tanques de agua
deteriorados en las viejas azoteas habaneras, salideros en plena calle y tuberías
del área residencial en mal estado funcionando durante un siglo?
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos de Cuba celebra por
estos meses su cuarenta aniversario pero, durante estas cuatro décadas y
pese a una capacidad de embalse de nueve millones de metros cúbicos en
presas y micropresas, no ha solucionado el problema ni siquiera en la capital
del país.
Los vendedores siguen arrastrando por las calles tanques de 55 galones de
agua para suministrar el líquido a familias de bajos ingresos, pero en la
apertura de la exposición, ubicada en el elegante reparto capitalino
Siboney, nadie mencionó a aquellos que carecen de suministro de agua, que
son cientos de miles, ni se invitó a los representantes de firmas,
invitados e integrantes del cuerpo diplomático a recorrer las calles de
La Habana, después de hacerlo a los diferentes stands de la exposición.
La realidad del pueblo cubano no se calcula ni siquiera en las pequeñas y
pocas hojitas de la prensa oficialista escrita. Mucho menos en la pequeña
pantalla de la televisión.
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