Publicado el 21 de mayo de 2002 en
El Nuevo Herald.
"El dinero del contribuyente no enriquecerá a Castro''
Nestor Ikeda / Associated Press. Washington
El presidente George W. Bush dijo ayer en la Casa Blanca que Estados Unidos
sólo normalizará sus relaciones con Cuba cuando se haya instalado
en La Habana "un nuevo gobierno totalmente democrático''.
Entretanto, le sugirió al presidente Fidel Castro seguir una lista de
duras acciones como los primeros pasos que pondrían al país "en
la senda de la libertad''.
''La normalización total de las relaciones con Cuba --reconocimiento
diplomático, comercio abierto y un robusto programa de ayuda-- sólo
será posible cuando Cuba tenga un nuevo gobierno que sea totalmente
democrático, cuando la ley sea respetada y cuando los derechos humanos de
todos los cubanos estén protegidos'', dijo.
Hoy en Cuba ''hay un dictador que encarcela y persigue a sus opositores políticos'',
dijo Bush refiriéndose a Castro, en un discurso con motivo del centenario
de la independencia cubana.
Bush indicó que una de las acciones que Castro debe adoptar para
entrar en el camino de la libertad es permitir en las elecciones legislativas
del próximo año la participación de disidentes y la
supervisión internacional de los procedimientos.
Ninguna elección en los últimos 40 años ha estado cerca
de los mandatos de la propia constitución cubana que señala que la
votación es libre y secreta, dijo.
''Todos los opositores políticos deben ser puestos en libertad y
permitírseles participar en esas elecciones'', agregó.
Si estas condiciones se cumplen, Bush respaldará el levantamiento del
embargo impuesto hace 40 años, ''aun si Castro continúa en el
cargo'', dijeron dos altos funcionarios de la Casa Blanca hablando bajo condición
de anonimato.
Bush indicó que tampoco ablandaría el embargo comercial a Cuba
porque las ganancias de una reanudación del comercio irían a parar
a manos de los miembros del gobierno y no del pueblo cubano.
''Si (Castro) desea el avance de los trabajadores cubanos, debe permitir que
el comercio beneficie a quienes están fuera del control del gobierno'',
dijo.
Los ''pasos'' sugeridos a Castro por Bush para la transición a un
gobierno democrático son:
Permitir la libre expresión y organización de partidos
de oposición.
Permitir el nacimiento de sindicatos independientes de trabajadores.
Poner en libertad a todos los prisioneros políticos.
Permitir la visita a Cuba de organizaciones de derechos humanos para
asegurarse de la creación de un ambiente de elecciones libres.
Permitir la presencia de observadores internacionales en las
elecciones legislativas del 2003.
Terminar las prácticas discriminatorias contra los
trabajadores cubanos.
Si Castro, dijo Bush, sigue los lineamientos propuestos tendrá la
oportunidad de sacar a Cuba de su único y penoso aislamiento de la
comunidad internacional.
Bush habló ante un auditorio de un centenar de personas, entre las
cuales figuraban funcionarios de origen cubano en el gobierno y Congreso.
Dijo que quienes han salido de Cuba al exilio vivían ahora en
libertad y que el gobierno estadounidense continuará ayudándolos
hasta que se cumpla su aspiración de una "Cuba libre''.
'' ¡Viva Cuba libre!'', dijo Bush en español al terminar su
discurso.
Disidentes apoyan y rechazan el discurso
Agence France Presse. La Habana
La disidencia interna recibió ayer con sentimientos encontrados el
discurso del presidente estadounidense George W. Bush sobre el acontecer político
en Cuba, ya que saludó su defensa de los derechos humanos en la isla pero
calificó de ''retórica de guerra fría'' el tono empleado
por el mandatario.
''Apoyamos todas las referencias de Bush en el tema de los derechos humanos
y su pedido de liberar a presos políticos, pero el resto de su discurso
es retórica de la guerra fría'', dijo Elizardo Sánchez
Santacruz, presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y
Reconciliación Nacional (CCDHRN).
Ante ese pronunciamiento, ''que es más de lo mismo, el gobierno
cubano va a responder con la crispación acostumbrada'', estimó Sánchez
Santacruz tras escuchar la alocución del gobernante norteamericano, en un
hotel de La Habana junto a otros líderes de la oposición, que
opera en forma ilegal pero tolerada.
Bush lanzó la denominada ''Iniciativa para una nueva Cuba'', en
demanda de democratización en la isla, al conmemorarse el centenario de
la independencia de Cuba.
También dijo que mantendrá el embargo económico que
pesa desde hace cuatro décadas sobre Cuba.
Por su lado, Vladimiro Roca, quien hace dos semanas fue excarcelado tras
casi cinco años en prisión por sus actividades de oposición
a Castro, lamentó que las palabras de Bush no sirvieran para aliviar la
tensión entre los dos países.
Mantener la mala relación entre el gobierno de Estados Unidos y el de
Cuba afectará a la disidencia y evitará ''un cambio más rápido
hacia la democracia'' en la isla, dijo Roca, hijo del fundador e ideólogo
del gobernante Partido Comunista cubano, el fallecido Blas Roca.
Mejorar los vínculos entre Washington y La Habana ''ayudaría más
a una transición hacia la democracia y acabaría con uno de los
argumentos más manidos por el gobierno cubano'' para justificar su política
de represión hacia los opositores y de fomentar los sentimientos
nacionalistas en el país, añadió.
Roca explicó la necesidad de que ''haya cambios por ambas partes''
para lograr la plena vigencia democrática en Cuba, gobernada desde hace
43 años por un régimen socialista, y reclamó el cese del
embargo estadounidense a la isla.
''El gobierno de Cuba tiene que cambiar la mentalidad obsoleta que tiene,
pero el gobierno de Estados Unidos sigue anclado también en la mentalidad
obsoleta del embargo. La fuerza no debe mediar, debe ser precisamente el diálogo'',
puntualizó.
Ambos líderes disidentes elogiaron la oferta de Bush de dar apoyo a
los familiares de presos políticos en la isla, pero rechazaron la
propuesta de enviar recursos para financiar a la oposición.
''Y mucho menos de un gobierno como el de Washington, pues justificaría
el discurso y los ataques del régimen de Cuba, que insiste de una manera
mentirosa en que nosotros somos pagados'' por Estados Unidos, afirmó Sánchez
Santacruz.
Al hacer un balance de las palabras de Bush, el líder disidente dijo
que ese discurso "quedó muy por detrás del que realizó
(la semana pasada el ex jefe de Estado Jimmy) Carter''.
Carter, quien el viernes pasado culminó una histórica visita
de seis días a la isla, abogó durante su estancia por ''nuevas
relaciones'' entre ambos países e instó a avanzar hacia la
reconciliación.
Amplio apoyo del exilio al discurso de Bush
Joaquim Utset. El Nuevo Herald
Amplios sectores del exilio reaccionaron positivamente a la Inicitiva para
una Cuba Nueva planteada ayer por el presidente George W. Bush, en la que vieron
un respaldo de la Casa Blanca a que los cambios en la isla vengan de adentro por
medio de propuestas como el Proyecto Varela.
'Hasta ahora se habían hecho promesas de que 'vamos a entregar la
bandera en una Cuba libre', pero no se había emplazado a Castro a
realizar cosas específicas'', señaló el empresario Carlos
de la Cruz, presidente de la firma Eagle Brands y miembro del moderado Grupo de
Estudio de Cuba.
Aparte de su reiterada defensa del embargo, el reto de Bush al gobierno
cubano para que convierta las elecciones del 2003 a la Asamblea del Poder
Popular en unos comicios auténticamente democráticos y
supervisados internacionalmente, y el manifestado apoyo a la expansión de
una sociedad civil en Cuba, fueron señalados como los principales puntos
del discurso presidencial.
''No sólo ha dado apoyo al Plan Varela, sino que también ha
ido más allá'', señaló Joe García, director
ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano Americana.
Otros se mostraron mucho más escépticos sobre las
consecuencias de las palabras de Bush, quienes consideraron que éste sólo
realizó ''variaciones del mismo'' tema.
''Este es un discurso para señalar que va a seguir con la misma línea
dura y que no está influenciado por las corrientes en contra del
embargo'', opinó Max Castro, investigador del Centro Norte-Sur de la
Universidad de Miami.
Castro tampoco se mostró sorprendido por la mención de Bush al
Proyecto Varela, un plan que no está bien visto en los sectores más
rígidos del exilio cubano por partir de la actual constitución
cubana.
Para Ninoska Pérez Castellón, directora del Concejo para la
Libertad de Cuba y crítica del Proyecto Varela, el discurso presidencial
sirvió de contrapeso a la visita del ex presidente Jimmy Carter a La
Habana la semana pasada, que consideró fue ''una campaña
publicitaria'' en favor de Castro.
''Me siento muy optimista; dejó muy claro que con Fidel Castro no hay
nada que hacer'', señaló Pérez Castellón, quien no
consideró la mención al Proyecto Varela de Bush como un respaldo a
la iniciativa del opositor Oswaldo Payá.
''El Presidente ha reconocido que es un acto de valor, como lo hemos
reconocido otros. Pero no creo que se puso ni a favor ni en contra'', agregó.
La Iniciativa para una Cuba Nueva destaca la necesidad de entregar el
protagonismo a la sociedad cubana, apoyando el reforzamiento de una sociedad
civil con sindicatos y empresas privadas que puedan contratar libremente, señaló
el analista político Ernesto Betancourt.
''Cuba va a cambiar desde adentro. Los que estamos afuera podemos hacer algo
apoyándolos, pero lo que primero que debemos hacer es reprimir los
protagonismos'', agregó.
Pero, al no ofrecer un cambio en la vigente política de embargo económico,
las palabras de Bush significaron poco para el cubano de a pie que no es un
opositor manifiesto al gobierno, señaló Phillip Peters,
vicepresidente del Instituto Lexington.
''Como programa, está más ajustado a la realidad política
de Miami que a la de La Habana'', señaló.
Europa saluda al Proyecto Varela
Agence France Presse. Madrid.
La presidencia española de la Unión Europea (UE) se congratuló
ayer por la presentación ante el Congreso de Cuba del denominado
''Proyecto Varela'', elaborado por la oposición anticastrista para
convocar un referéndum como vía hacia la ''apertura democrática''
en la isla caribeña.
''La Unión Europea confía en que este proyecto sea admitido a
trámite y que sirva para abrir un debate que favorezca el proceso de
transición pacífica hacia una democracia pluralista y una sociedad
cubana reconciliada'', señala un comunicado oficial.
Tras subrayar su ''satisfacción'' sobre el anuncio de la presentación
del documento ante la Asamblea Nacional cubana, la UE expresó también
su ''reconocimiento'' y su ''solidaridad'' con los impulsores del denominado
''Proyecto Varela'', cuya evolución la Unión Europea ''viene
siguiendo con gran interés'' en el marco del ''Diálogo Político''
que desde al año pasado mantiene con las autoridades cubanas.
En opinion de la UE, el ''Proyecto Varela'' constituye "una importante
iniciativa impulsada por la sociedad civil cubana para introducir los cambios
que Cuba necesita y que la propia sociedad cubana demanda''.
''La iniciativa, amparada en la Constitución cubana, defiende la
introducción de un sistema de derechos y libertades que la misma
Constitución enuncia pero que no tiene aplicación en la
realidad'', añade el comunicado oficial de la UE.
El ''Proyecto Varela'', una inédita iniciativa promovida por la
disidencia en Cuba para convocar a un referéndum, cobró una
particular relevancia al ser mencionado por el ex presidente Jimmy Carter
durante su visita a Cuba.
Carter consideró que en el gobierno de Castro habría ''dos
enfoques'' sobre cómo tratar tal iniciativa: uno encara sólo ''el
aspecto legal y técnico, que tiene que ver con una petición de ser
compatible con la Constitución'', y el otro pretende ''que prevalezca el
aspecto político'' para evaluarlo.
Mantendrán las sanciones económicas hasta que se celebren
elecciones libres
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Ante un auditorio de 4,500 cubanoamericanos que le proporcionaron 11
ovaciones prolongadas en 31 minutos, el presidente George W. Bush explicó
ayer que no hay posibilidad de mejorar las relaciones entre su país y la
isla a menos que en Cuba se realicen elecciones justas tan pronto como el próximo
año y se ponga en libertad a los presos políticos.
Además, añadió que tampoco levantará el embargo
económico ni permitirá el intercambio comercial o los viajes de
ciudadanos estadounidenses a la isla, mientras el gobierno de Fidel Castro no
inicie reformas económicas ''serias'' que conduzcan a la creación
de un libre mercado en Cuba.
Y le dio un espaldarazo al ''Proyecto Varela'', una propuesta de referéndum
lanzada por la oposición que, en su opinión, "si es permitida
será el preludio de un cambio en Cuba''.
El Presidente también aseguró que usaría todos los
recursos a su alcance para impedir que se facilitara la venta de productos
subsidiados a la isla, como algunos congresistas han propuesto en el Capitolio.
''Se lo que significa el comercio para el tirano. No permitiré que el
dinero de nuestros contribuyentes vaya a enriquecer al régimen de Castro
y estoy dispuesto a usar mi veto para impedirlo'', dijo Bush.
Porque, amplió, "nosotros sabemos lo que el gobierno quiere:
nosotros entregamos las divisas y ellos pagan en pesos y conservan la
diferencia. De esa forma, el comercio con Cuba no haría más que
rellenar los bolsillos de Castro y sus secuaces''.
Bush, quien vino a Miami por ocasión del primer centenario
(1902-2002) de la República de Cuba y para asistir a una cena de
recaudación de fondos para la campaña de reelección de su
hermano, exhortó al gobernante cubano a no temer a la democracia.
''Señor Castro, ¡muestre una sola vez que no tiene miedo a una
elección libre!'', dijo el mandatario, arrancando una ola de aplausos y
un impresionante coro de "Cuba si, Castro no''.
Pero la audiencia se puso al ''rojo vivo'' cuando Bush detalló las
condiciones que espera ver cumplidas para mejorar las relaciones con la isla.
''Reto al gobierno cubano a hacer elecciones libres y justas, pero primero
debe liberar a los presos políticos para que puedan participar en
ellas'', dijo el mandatario.
Y, una vez que ''se haya certificado que las del 2003 fueron libres y
justas, entonces y sólo entonces, trabajaré con el Congreso para
terminar con las sanciones'', añadió Bush.
El Presidente aseguró que Estados Unidos no tiene aspiraciones sobre
la soberanía de Cuba, y que "es importante que los que nos escuchan
[en Cuba] por Radio Martí sepan que Estados Unidos apoya al pueblo cubano
y no sólo en este día de su independencia sino todos los días''.
''Todos los días cultivamos una rosa blanca por la libertad de
Cuba'', enfatizó.
El acto se efectuó en el auditorio James L. Knight Center en el
downtown de Miami y a la celebración asistieron la generalidad de los líderes
del exilio. En el podio al lado del mandatario estaban, entre otros, Feliciano
Foyo y Horacio García, del Consejo Cubano por la libertad; Hubert Matos,
del Cuba Independiente y Democrática; Silvia Iriondo de Madres Contra la
Represión; José Pérez Franco y Félix Rodríguez
de la Brigada 2506, el poeta Angel Cuadra y el locutor Armando Pérez
Roura, de Unidad Cubana.
También se encontraban presentes los tíos abuelos del niño
Elián González, Delfín y Lázaro González, así
como su prima Marisleysis, quien tuvo oportunidad de estrechar la mano del
Presidente.
Momentos antes de hacer entrada el mandatario, al filo de las 3 de la tarde,
los congresistas republicanos Lincoln Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen
fueron recibidos con una ovación de varios minutos, superada apenas por
la que recibió el propio Bush que sólo terminó cuando éste
le pidió al público que se sentara.
El acto se inició con una presentación del secretario de
Vivienda y Desarrollo Urbano, el cubanoamericano Mel Martínez, quien dio
la bienvenida al Presidente a Miami "para agradecerle al pueblo cubano a
quien tanto le debe la presidencia''.
Instantes después, el gobernador de la Florida, Jeb Bush, hermano del
mandatario, reveló que en sus años en Miami había aprendido
que "la sed de la libertad es una característica de la comunidad
cubana.
''Quiero decirles que para mi familia es un orgullo ser amigos de los
cubanos'', subrayó el gobernador, provocando una ovación cerrada y
gritos de "Libertad, Libertad''.
Bush aterrizó en el Air Force One al principio de la tarde y de
inmediato, en la losa del Aeropuerto Internacional de Miami, saludó al
joven Emilio Rodríguez quien se ha destacado como voluntario en varias
tareas públicas.
''Me dijo que estoy haciendo un gran trabajo, me pidió que siguiera
haciéndolo y dijo que pedía a Dios que me bendijera'', reveló
Rodríguez.
Después del discurso en el James L. Knight Center, Bush se dirigió
a la residencia del empresario Armando Codina para la cena de recaudación
a favor de su hermano.
Pero durante el recorrido --escoltado por 45 policías motorizados de
cinco ciudades del condado-- desde la Avenida Brickell hasta Coral Gables lo
acompañó una impresionante cantidad de gente en las calles que
acudieron a saludarlos con banderas y carteles.
''Está haciendo un gran trabajo'', decía el cartel de una
joven en Davies Rd., en Coral Gables. Más adelante, otro cartel rezaba,
en español: "Buen discurso, señor Presidente. Libertad para
Cuba!''.
El exilio cubano conmemora el centenario de la República
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
La comunidad cubana de Miami se volcó ayer a celebrar el centenario
de la República de Cuba (1902-2002) con un sentimiento trunco de
festividad por no poder conmemorar el 20 de Mayo en su tierra natal.
A pesar de la paradoja celebrativa --que las condiciones de tiempo se
encargaron de matizar metafóricamente con una sucesión de sol,
nublados y lluvias-- la ciudad vivió una jornada intensa de actos cívicos
y proclamas, inauguraciones y visitas, música y remembranzas.
Más de un centenar de personalidades académicas, políticas
y empresariales inauguraron al atardecer el nuevo centro cultural Casa Bacardí
de la Universidad de Miami.
''Este es un centro donde se puede escuchar a Celia Cruz mientras se
investigan las exportaciones cubanas'', señaló la congresista
Ileana Ros-Lehtinen, quien presidió el acto de inauguración.
Precisamente eso mismo estaba haciendo Lilian Sánchez Martínez
sentada en uno de los butacones con pantalla de computadora añadida que
conforman la sala musical del centro. ''¡Mira cuántas canciones
hay!'', exclamó su esposo, el conocido empresario Gus Machado mientras
exploraban los centenares de títulos de música cubana de todas las
épocas que aparecían en la pantalla.
El centro, idea del profesor Jaime Suchlicki, fue posible gracias a una
donacion de $1 millón de la familia Bacardí.
Anteriormente en el día, la Antorcha de la Libertad prendida el
pasado sábado en el Instituto San Carlos de Cayo Hueso, recorrió
sitios históricos de la ciudad custodiada por la Caballería
Mambisa.
Poco después del mediodía, la Antorcha llegó al
Cementerio Woodland de la Calle Ocho, donde están enterrados tres
presidentes del período republicano: Gerardo Machado, Carlos Hevia y
Carlos Prío Socarrás. Luego la comitiva de ocho jinetes se trasladó
a Coral Gables, para abrir el acto donde se inauguró la Plaza de la
Libertad, con un monumento en bronce al prócer independentista José
Martí.
Bajo una pertinaz llovizna unas 150 personas se reunieron en la intersección
de las calles Ponce de León, Galiano y Santillana, para develar el
monumento. ''Es un día de emociones agridulces, porque estamos aquí
por algo que soñábamos celebrar en nuestra patria'', dijo el diseñador
del proyecto, Jorge L. Hernández.
La Plaza de la Libertad, construida en el tiempo récord de 16 días,
es el único conjunto monumentario erigido en ocasión del
centenario cubano en el mundo. La iniciativa recibió la contribución
de donativos de profesionales y empresarios cubanoamericanos, con los auspicios
de la ciudad de Coral Gables.
En la mañana, se realizó una ceremonia con que el Condado de
Miami-Dade y gobiernos municipales rindieron homenaje al centenario cubano.
''Esta es una fecha que representa 100 años de agonía y de búsqueda
de nuestras raíces, nuestro destino y nuestra historia'', expresó
el reverendo Manuel Salabarría al hacer la invocación religiosa.
En el acto, que tuvo lugar en el salón de reuniones de la Comisión
de Miami-Dade, el alcalde Alex Penelas presentó al Comité del
Centenario Cubano (CCC) la proclamación del día del Centenario de
la Independencia de la República de Cuba.
Alcaldes y funcionarios electos de otros municipios del sur de la Florida
dieron a conocer proclamas similares por la efeméride. ''Este es el sueño
de la nación cubana: celebrar la diversidad unidos'', dijo el abogado
Rafael Peñalver, miembro del CCC.
''Ese sueño del pueblo cubano no ha podido cumplirse definitivamente
en nuestra tierra, pero la llama libertaria del pueblo cubano sigue viva'',
agregó.
La ceremonia concluyó con la presentación del pianista
exiliado Francisco Javier Muller, quien interpretó la Paráfrasis
del himno nacional cubano, escrita por Hubert de Blanck en 1897. Muller quiso
cumplir su compromiso a pesar del fallecimiento de su madre en la víspera. |