Luis Gomez y Amador. El Nuevo Herald. Mayo 20, 2002.
El Tratado de París, firmado el 10 de diciembre de 1898, le daba base
legal a Estados Unidos de América del Norte para la ocupación
militar de Cuba y ''mientras durase la ocupación'' (lo que implicaba su
condición temporal) adquiría el derecho de ejercer funciones de
gobierno en la isla. El Dr. y mayor general Leonardo Wood, segundo gobernador
general de Cuba (21 dic. 1899--20 de mayo 1902) tuvo como misión central
de su gestión organizar el futuro político del país como
nación independiente y soberana. Durante la ocupación militar, se
formaron tres agrupaciones políticas: el Partido Unión Democrática,
el Partido Nacional y el Partido Republicano. El Nacional y el Republicano
reclamaban ''la completa independencia del país''. El primero tenía
su fuerza y apoyo en Las Villas y sustentaba la tesis de un gobierno
federalista; el segundo tenía su base en La Habana y se oponía a
la tesis federalista (se decía que entre sus dirigentes estaba Máximo
Gómez); Unión Democrática contaba con la simpatía y
apoyo del gobernador Wood ya que sus líderes ''estaban a favor de la
anexión o por lo menos de un protectorado''. En general dichos partidos
''carecían de ideología, programa y cohesión'', y con
facilidad se aliaban o se separaban o se dividían según el viento
que soplara de acuerdo con la agitación política del momento.
Wood convocó a la primera elección municipal en la historia de
la isla (19 de junio de 1900) Los puestos a elegir fueron los de alcaldes,
tesoreros y jefes municipales por el término de un año. De las
150,648 personas con derecho al sufragio en todo el país, lo ejercieron
110,816 electores, lo que resultó una gran participación, teniendo
en cuenta la inexperiencia sobre el particular de los electores. ''Los
republicanos triunfaron en Matanzas y Las Villas, y los nacionales en La Habana;
en el resto de las provincias fueron elegidos "los candidatos de grupos
locales o regionales''. La segunda elección municipal se celebró
el 1 de junio de 1901, y se caracterizó ''por los fraudes electorales'',
algunos verdaderamente escandalosos. La elección de delegados a la
Constituyente tuvo lugar el 15 de setiembre de 1900, el tercer sábado del
mes. Wood informó a los candidatos que además de redactar la
Constitución que regiría el país, tendrían que
determinar "las relaciones que deberían existir entre Cuba y los
Estados Unidos''.
La forma en que se redactó la convocatoria irritó no sólo
al pueblo en general, sino también a los partidos y candidatos a la
Constituyente: tratar en la elaboración de la Constitución el tipo
y la forma de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos no era ni debía
ser asunto de los constituyentes, sino de negociaciones entre dos gobiernos
soberanos. Jamás en la historia mundial se había exigido ni
ejercitado esa dualidad de funciones a los constituyentes de ningún país
con relación a una dependencia politicomilitar a otra nación, como
era el caso de Cuba. Se llegó a proponer que el pueblo no concurriera a
votar; que se reunieran todos los líderes de todos los grupos políticos
para exigir aclaraciones a Wood sobre la convocatoria; que se solicitara
directamente de Washington la modificación de la convocatoria, etc. Todo
acabó, sin embargo, en agua de rosas. Llevadas a cabo las elecciones, el
15 de septiembre de 1900, de los 185,551 electores, votaron 131,627. Una coalición
de partidos (Unión Democrática y Republicano) sacó 18
delegados, y los nacionales 13.
Las sesiones se iniciaron el 5 de noviembre de 1900, en el Teatro Martí;
la presidía Domingo Méndez Capote. Un problema mayor fue el que se
imprimiera en la Constitución la invocación a Dios, que debatida
con pasión terminó aceptándose que se incluyera en el preámbulo
de la Constitución. No fue discutida, en la organización del
gobierno, la forma presidencial; aprobándose el sistema de dos cámaras
y el gobierno unitario. Se aprobó, también, el sufragio universal,
etc. Se finalizó la labor constituyente el 11 de febrero de 1901.
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