Proyecto Varela -
Documentos
Triunfo de la
unidad
Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, mayo (www.cubanet.org) - Un total de 11 mil 20 firmas en respaldo
al Proyecto Varela fueron entregadas a la Asamblea Nacional del Poder Popular de
Cuba el 10 de mayo, en solicitud de un referéndum basado en el artículo
88, inciso g, de la Constitución vigente, tras haberse vencido la cultura
del miedo impuesta al pueblo por el gobierno durante décadas.
El referéndum tendría por objetivo que la ciudadanía se
pronunciara sobre el respeto a la libertad de asociación, de expresión
y de prensa; la amnistía para los detenidos, sancionados o encarcelados
por motivos políticos que no hayan participado en hechos que atentaran
directamente contra la vida de otras personas; el fin de la discriminación
de los nacionales con respecto a constituir empresas privadas, tanto
individuales como colectivas, y una nueva ley electoral para que la totalidad de
la población tenga el derecho a una participación real y activa en
los asuntos públicos, en un ambiente transparente y democrático.
La recogida de firmas se realizó con muchas dificultades debido al
acoso de las autoridades que, en ocasiones, arrebataron los formularios
suscritos a los activistas inmersos en esta tarea. Al mismo tiempo, se
desarrollaron sinuosas campañas y hasta ataques desembozados por altos
funcionarios gubernamentales contra el proyecto pacífico y civilista,
cuyo propósito es crear un ambiente de concordia propiciatorio de vías
para dar una salida incruenta a la crisis nacional.
La clave del éxito obtenido en este proyecto se encuentra en la
unidad forjada por la disidencia cubana. La mayoría de las organizaciones
opositoras, dejando atrás diferencias ideológicas, aunaron
esfuerzos para alcanzar las más de diez mil firmas requeridas como mínimo.
En este momento de satisfacción, no puede olvidarse a los disidentes que
años antes intentaron proyectos similares, los cuales sirvieron de
experiencia.
La entrega de las firmas a la Asamblea Nacional estuvo precedida en varios días
por la excarcelación del conocido disidente cubano Vladimiro Roca Antúnez,
quien cumplió cinco años de prisión en condiciones de
extrema dureza en la cárcel de Ariza, provincia Cienfuegos, distante
cientos de kilómetros de su hogar en La Habana. Además, estuvo
privado de los beneficios de la ley que lo hubiera podido liberar
condicionalmente a los dos años y medio de estar recluido.
Esa injusta pena, impuesta por sólo haber expresado sus opiniones,
fue cumplida en crueles condiciones y lejos de provocar en él
sentimientos de odio y deseos de venganza, ha reforzado sus convicciones en pos
de la reconciliación nacional y la búsqueda de una salida pacífica
a la crisis nacional. Muestra de ello es que una de las primeras inquietudes de
Vladimiro al salir de la cárcel ha sido su intención de suscribir
el Proyecto Varela, siguiendo la actitud de miles de ciudadanos comunes de
nuestro país, según nos expresara.
Sin duda alguna el Proyecto Varela abre un camino para todos los cubanos de
buena voluntad, tanto para los que vivimos en la isla como para los residentes
en el exterior, sin exclusiones. Pudiera ser el punto de partida de una nueva época,
en la cual se erradicarán los odios que durante tanto tiempo han
ensombrecido nuestro país.
Habrá que aguardar por la reacción de las autoridades cubanas
a esta mano tendida. Esperemos que su respuesta esté signada por la
racionalidad.
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