Publicado el 13 de mayo de 2002 en
El Nuevo Herald.
Carter, en su segundo día en Cuba, visita centro de biotecnología
LA HABANA - (AP) -- Tras una cena oficial con su anfitrión Fidel
Castro, el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter arranca este lunes su
segundo día de visita a la isla visitando un instituto de biotecnología,
centro de una reciente polémica con Washington.
Carter, quien arribó este domingo invitado por Castro, fue recibido
junto con su esposa Rosalynn y la delegación que les acompaña el
lunes por la noche en el Palacio de la Revolución, sede de gobierno, para
una primera ronda de conversaciones oficiales y una cena de bienvenida.
El ex mandatario estadounidense, el primero en llegar a la isla desde el
triunfo de la revolución cubana en 1959, ha dejado en claro que aspira
reunirse tanto con funcionarios oficiales como con cubanos de diversas
corrientes, incluyendo activistas de derechos humanos.
Tales encuentros se producirían fuera de la agenda oficial, que
incluye este lunes recorrer por la mañana un centro de biotecnología
y por la tarde dos escuelas: una de trabajadores sociales y otra de medicina, en
la que cursan estudios alumnos de diversas partes del mundo, incluyendo de
Estados Unidos.
Carter tiene previsto almorzar en el Palacio de la Revolución con
Carlos Lage, principal planificador económico de la isla y miembro del
Consejo de Estado, o la máxima instancia del poder ejecutivo cubano.
El ex mandatario, de 77 años, ha recibido de su anfitrión la
oferta de recorrer y hablar con quien lo desee, así como conversar con
científicos cubanos y recorrer distintos centros de investigación.
Interrogado este lunes por la tarde sobre si Cuba estaba en la disposición
de hacer la misma oferta al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el
canciller cubano, Felipe Pérez Roque, replicó que tal cosa era una
''situación demasiado hipotética'' para considerarla.
''El presidente Bush no está de visita en Cuba, no dudo que alguna
vez lo esté, pero ahora no está'', dijo Pérez Roque.
La visita de Carter se produce en medio de la controversia surgida el 6 de
mayo pasado, cuando el subsecretario de Estado norteamericano para control de
armas y seguridad internacional, John Bolton, afirmó que Cuba
desarrollaba un programa de armas biológicas y transfería esa
tecnología a ''estados hostiles'' de Estados Unidos.
El presidente cubano, de 75 años, ha rechazado enfáticamente
los señalamientos de Bolton y ha asegurado que todos los centros de
investigación genética y biotecnología del país están
abiertos.
Carter promete hablar con todos los sectores en Cuba
John Rice / Associated Press. La Habana
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter cumplió el domingo su
primer día de una histórica visita a Cuba prometiendo hablar con
todos los sectores de la vida cubana, luego de recibir una cordial acogida de su
anfitrión Fidel Castro.
La jornada que comenzó con un recibimiento de jefe de estado, ratificó
el simbolismo de la visita de Carter, el primer ex presidente que visita a la
isla desde la llegada al poder de Castro en 1959.
Carter, de 77 años, estrechó la mano de Castro al ser recibido
por el dirigente cubano en la terminal internacional, montó en limosina
soviética, recorrió a pie el casco histórico capitalino y
se entrevistó tanto con el canciller cubano, Felipe Pérez Roque,
como con un centenar de estadounidenses, funcionarios de la Sección de
Intereses de Estados Unidos en La Habana, y residentes en la isla.
Zanjando cualquier posible roce, tanto Castro, de 75 años, como
Carter en sus discursos en el aeropuerto colocaron las cartas sobre la mesa:
Castro aseguró que su gobierno no se sentiría ofendido si el
visitante se reunía con sectores opositores, y Carter anticipó sus
intenciones de hacerlo.
''Hemos llegado como amigos del pueblo de Cuba y tenemos la esperanza de
conocer a cubanos de diferentes vertientes de la vida'', dijo Carter en un
discurso leído en español.
Castro, a su vez, dijo que Cuba le facilitaría a su especial
visitante "la comunicación con nuestro pueblo para que usted le
exprese todo lo que desee expresar, estemos o no de acuerdo con parte o con todo
lo que exprese''.
''Tendrá acceso libre a cuanto lugar desee ver, y en nada nos
sentiremos ofendidos por cualquier contacto que desee hacer, incluso con
aquellos que no comparten nuestras luchas'', añadió Castro.
El dirigente cubano añadió que existían sectores que
consideraban su invitación a Carter como ''una astuta maniobra o a un
mezquino interés político'', pero que era en realidad "un
merecido reconocimiento a su actitud como presidente de Estados Unidos con
relación a Cuba''.
El domingo por la noche, Castro recibió a Carter para una ronda de
conversaciones y una cena oficial en el Palacio de la Revolución, o la
sede del poder ejecutivo cubano.
Al pasar a través de un cordón militar de honor a la entrada
del palacio, Carter se encontró de nuevo con su anfitrión. Los dos
hombres volvieron a estrechar sus manos teniendo de fondo las banderas de Cuba y
Estados Unidos para una foto oficial en medio del resplandor de flashes de fotógrafos.
Poco antes, el ex mandatario se reunió con un centenar de
estadounidenses residentes en la isla, la mayoría funcionarios de la
Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, oficina abierta en
septiembre de 1977, durante el gobierno de Carter.
''En los últimos 100 años, nunca hemos podido resolver los
asuntos básicos entre nuestros países'', dijo Carter a los
estadounidenses reunidos en la residencia oficial de los jefes de la Sección,
cargo que ocupa ahora Vicki Huddleston.
A su salida del aeropuerto a bordo de una limosina ''Chaika'', de fabricación
soviética, Castro acompañó a su invitado hasta el hotel
Santa Isabel, en el casco histórico capitalino, y que más tarde el
propio Carter recorrería a pie --cambiando el traje y la corbata por
pantalones y camisa blancas, con zapatos deportivos del mismo color.
De la mano de su esposa Rosalynn, con quien vino por primera vez a Cuba hace
47 años durante un fin de semana, Carter visitó la catedral de la
ciudad y escuchó a un grupo musical interpretando la "Guantanamera''.
Tras su recorrido, Carter acudió a un encuentro con el canciller
cubano, en una cita que se extendió por mas de una hora. Se abordaron
distintos temas, dijo Pérez Roque a periodistas al final de la
entrevista.
Pero entre esos temas, según dijo el ministro, no estuvo el de una inédita
petición presentada el viernes a la Asamblea Nacional para que se
convoque a un referéndum y se consulte a los cubanos sobre reformas al
sistema socialista de la isla.
Los promotores del petitorio de consulta popular están entre los
posibles activistas con los que Carter --un activo defensor de los derechos
humanos y la democracia-- se entrevistaría el jueves.
La agenda del ex mandatario está copada de recorridos por diferentes
escuelas e institutos, así como un proyecto de dirigir un mensaje
televisado al país el martes por la noche. Pero el jueves es un día
de actividades privadas y de encuentros con religiosos y sobre derechos humanos.
El viernes ofrecerá una conferencia de prensa antes de retornar a Estados
Unidos.
El mensaje al país, que Carter ha pedido que también se
transmita por radio, parece una gentileza política de los anfitriones, y
sólo comparable con las homilías del papa Juan Pablo II, en su
gira por la isla, en enero de 1998.
Antes de su llegada, Carter señaló que emplearía su
visita para buscar una flexibilización del embargo comercial
estadounidense, así como el levantamiento de las restricciones para
norteamericanos de viajar a este país. Carter ha dicho también que
no espera que su viaje cambie al gobierno cubano o sus políticas, sino
que sirva como una oportunidad de intercambiar puntos de vista.
La visita se produce además a contracorriente de Washington: Bush
anunció un endurecimiento de su política hacia la isla.
Terrorista chileno admite que fue entrenado en Cuba
Efe. Sao Paulo.
El chileno Mauricio Hernández, preso en Brasil por el secuestro del
publicista Washington Olivetto, admitió que en los años 80 recibió
instrucción militar en Cuba para luchar contra la dictadura de Augusto
Pinochet, según una entrevista publicada ayer.
'En los años 80, como 'rodriguista' [miembro del Frente Patriótico
Manuel Rodríguez], tuve la oportunidad, como otros jóvenes
chilenos de organizaciones de izquierda, de recibir preparación en Cuba
como parte del esfuerzo solidario de aquella revolución para con el
pueblo chileno que luchaba contra la dictadura'', declaró al diario O
Estado de Sao Paulo.
Hernández, que participó en un atentado contra Pinochet en
1986 y en el asesinato del senador Jaime Guzmán cinco años más
tarde, se abstuvo sin embargo de confirmar si estuvo en Cuba nuevamente en 1996,
tras huir de una prisión chilena en la que cumplía dos cadenas
perpetuas.
Según dijo, la declaración del gobierno cubano, que negó
haberlo recibido en esa ocasión, es suficiente, y añadió: "No
voy a alimentar una polémica instigada por los que pretenden perjudicar a
aquél país''.
Hernández, que respondió al diario por escrito desde la cárcel
de máxima seguridad de Taubaté, a unos 90 kilómetros de Sao
Paulo, donde está preso desde febrero pasado, contestó además
algunas preguntas sobre las distintas operaciones en que participó como
miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
Sobre el asesinato del senador Guzmán, dijo que fue asesinado porque
''era un anticomunista furibundo, líder máximo de la extrema
derecha chilena e instigador del golpe militar'' que en 1973 derrocó al
presidente socialista Salvador Allende, tras lo cual se convirtió "en
uno de los principales ideólogos de la dictadura''.
Con respecto al secuestro en 1991 de Christian Edwards, heredero de la
familia propietaria del diario El Mercurio, Hernández señaló
que "tuvo propósitos financieros''.
Pese a que las autoridades brasileñas han señalado a Hernández
como el jefe de la banda de extranjeros que el 11 de diciembre del año
pasado secuestró en Sao Paulo al publicista Olivetto, liberado 53 días
después por la presión policial, el chileno minimizó su
participación en el caso.
''Mi participación se limitó a la negociación del
rescate'', señaló Hernández, quien dijo que pese a que llegó
a Brasil en junio del 2001 para escapar de las autoridades chilenas, se incorporó
al grupo de secuestradores cuando Olivetto ya llevaba dos días en
cautiverio.
LA ISLA
Servicio de Carta de Cuba
REDADAS/ La policía habanera arrestó recientemente a más
de veinte jóvenes en el Parque Central de la capital, en el municipio La
Habana Vieja, durante un operativo que trataba de identificar vendedores de
droga.z Dos camiones llenos de miembros de la Brigada Especializada, creada
para cuidar el orden en las zonas turísticas y combatir el tráfico
y venta de estupefacientes, rodearon el lugar y procedieron a detener a los jóvenes
que se reúnen para conversar temas de la actualidad. ''Sin órdenes
de arresto y por la fuerza, nos obligaron a montar en los camiones, sin darnos
ninguna explicación. A los que no poseían el carné de
identidad, los amenazaban con que quedarían detenidos 24 horas en una
estación de policía, y a los que protestamos nos decían que
nos calláramos o nos iban a golpear con los bastones de goma'', comentó
a Carta de Cuba, el joven Luis Alberto Rodríguez.
COMPUTADORAS/ La venta de computadoras, fotocopiadoras, mimeógrafos,
equipos de impresión y accesorios, fue suspendida a la población
cubana mediante el decreto oficial 383 del año 2001. De acuerdo con
la disposición, que entró en vigor el 4 de febrero de este año,
se prohíbe vender estos equipos a toda persona o entidad sin la debida
autorización especial del Ministerio del Comercio Interior.
Actualmente el gobierno cubano dice haber instalado más de 200 mil
computadoras --adquiridas en China y ensambladas en la isla-- en escuelas
primarias y secundarias, clubes juveniles para la enseñanza de computación
y en los procesos tecnológicos de centros de trabajo, pero impide el
libre acceso de la población a la información a través de
internet, mientras los sitios oficiales en la red mundial no sobrepasan los 320
en estos momentos.
Mayo 12
Washington pide a Carter que impulse un cambio democrático en
Cuba
George Gedda / Ap. Washington
El Departamento de Estado pidió al ex presidente norteamericano Jimmy
Carter, quien arriba hoy a La Habana, que presione al gobernante cubano Fidel
Castro para que lleve cabo "una rápida y pacífica transición
hacia la democracia en Cuba''.
Carter también podría instar a las autoridades cubanas a que
respeten ''las libertades del pueblo cubano a la expresión, a reunirse y
a elegir sus dirigentes'', señaló el portavoz de la Casa Blanca,
Richard Boucher.
Durante su visita de cinco días, Carter se reunirá con
funcionarios gubernamentales y visitará instalaciones de salud y
educativas, así como a una cooperativa agrícola. Además, se
reunirá para cenar con Castro el domingo.
Carter, el primer gobernante estadounidense que visita Cuba desde la llegada
de Castro al poder en 1959, fue un destacado defensor de los los derechos
humanos durante su gobierno y se espera que toque el tema durante su visita.
Carter tiene planeado pasar parte del jueves, su último día
completo en la isla, reuniéndose con grupos de derechos humanos y
religiosos.
Un grupo de disidentes recolectó, agrupados en el Proyecto Varela, más
de 11,000 firmas pidiendo un referéndum político para que el
gobierno cubano otorgue más libertades.
Los opositores entregaron el viernes más de 11,000 firmas a la
Asamblea Nacional.
La recolección de firmas enfrentó presiones gubernamentales
desde el año pasado.
Carter dijo que usará su visita para buscar una suavización
del embargo estadounidense a Cuba, así como el levantamiento de las
restricciones a viajar a ese país.
Mayo 11
La mayor campaña pacífica de la disidencia
Anita Snow / Associated Press. La Habana
El primer intento de Oswaldo Payá por promover cambios en el gobierno
cubano con una recogida de firmas, realizado hace más de una década,
terminó en un fracaso. Y además, tuvo que borrar un letrero
pintado en la fachada de su casa que decía: "¡Payá,
agente de la CIA!''.
Pero un segundo esfuerzo de Payá por recoger firmas, conocido como el
Proyecto Varela, se ha constituido en la mayor campaña pacífica
realizada en Cuba para cambiar el gobierno de Fidel Castro, establecido hace 43
años.
El proyecto reunió más de 10,000 firmas de residentes de toda
la isla para respaldar la propuesta de un referéndum que pregunte a los
cubanos si desean libertad de expresión, amnistía para prisioneros
políticos, y el derecho a establecer negocios propios.
''Muchos han perdido su miedo'', declaró Payá acerca de los
miles que han firmado la petición de referéndum. ''En un país
totalitario, cuando la gente empieza a liberarse, empieza el cambio'', agregó
en una entrevista con The Associated Press esta semana, poco antes de entregar
las firmas al parlamento cubano.
El ingeniero eléctrico de 50 años figura en el grupo de
activistas con los que podría reunirse el ex presidente de Estados
Unidos, Jimmy Carter, durante su visita a Cuba, que se extenderá del 12
al 17 de mayo, por invitación de Castro.
Sentado en el salón de la pequeña casa que comparte con su
esposa y tres hijos en edad escolar, Payá, un devoto católico,
declinó confirmar que se reuniría con Carter, pero aseguró
que el visitante será acogido seguramente con beneplácito por
aquellos cubanos que recuerdan sus intentos por normalizar las relaciones entre
Estados Unidos y Cuba durante su gobierno, de 1977 a 1981.
''Carter es un hombre de mucho prestigio, un político, un humanista,
una personalidad con fuerza moral'', recalcó Payá, cofundador del
Movimiento Cristiano de Liberación, que colabora en el proyecto de
plebiscito.
Vicky Huddleston, jefa de la Sección de Intereses de Estados Unidos
en Cuba, afirmó que espera que Carter se sienta tan impresionado como
ella con la iniciativa de plebiscito. La funcionaria afirmó que el número
de firmas reunidas demuestra que un cambio está en marcha. "Creo que
Oswaldo Payá está en lo cierto: los cubanos han comenzado a perder
el miedo''.
Nombrado en honor al padre Félix Varela, un sacerdote que fue además
héroe de la independencia cubana, la solicitud es algo diferente de la
primera intentada por Payá en 1991, que convocaba a un diálogo
entre el gobierno y los opositores.
El Movimiento Cristiano de Liberación de Payá habló por
primera vez sobre el Proyecto Varela en 1996, y lo mencionó de nuevo públicamente
poco después de la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba, en enero de
1998. Pero no fue hasta la Semana Santa del año pasado que un grupo de
voluntarios comenzó a recoger firmas para respaldarlo.
Si bien los primeros signatarios eran miembros de grupos de oposición,
la mayoría de los que han firmado en los últimos meses son
ciudadanos comunes deseosos de cambio, amplió Payá. "Es algo
importante, inédito, porque el protagonista es el pueblo cubano y [el
proyecto] está hecho dentro de Cuba --añadió--. Está
dirigido y manejado por el pueblo, por la ciudadanía, no por la
disidencia. Es algo para todos los cubanos''.
La campaña no ha recibido dinero de gobiernos extranjeros ni de
organizaciones establecidas fuera de Cuba, aseguró el disidente. ''Esto
no termina con la presentación de estas firmas. Es un contrato
permanente'', concluyó Payá.
La disidencia cubana da un paso histórico
Carlos Diaz / Agence France Presse. La Habana
Un grupo de la disidencia interna presentó ayer a la Asamblea
Nacional una inédita demanda para convocar un referéndum por la
democracia en Cuba, avalado por miles de firmas, a dos días de que el ex
presidente estadounidense Jimmy Carter inicie una histórica visita a la
isla comunista.
El dirigente del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Oswaldo Payá,
llegó hasta la sede del poder legislativo para presentar el denominado
''Proyecto Varela'', suscrito por 11,020 ciudadanos, haciendo uso por primera
vez en Cuba de un instrumento constitucional para poner en entredicho al
gobierno de Fidel Castro.
'Exigimos que el 'Proyecto Varela' sea publicado para que todos lo conozcan
y puedan decidir sobre él'', señaló Payá en un
comunicado distribuido a la prensa extranjera en La Habana.
La iniciativa disidente fue lanzada en 1998 y debió sortear serios
obstáculos para poder alcanzar, casi tres años después, las
10,000 firmas que establece la Constitución cubana como requisito previo
a la convocatoria a referéndum.
''Más de 20,000 cubanos que firmaron esta demanda de apertura (democrática)
son verdaderos héroes'', indicó Payá en el comunicado y
precisó que no se pudo presentar la totalidad de las firmas recogidas
debido "a la represión desatada por el régimen''.
El Proyecto Varela promueve una consulta popular para exigir la vigencia de
libertad de expresión y asociación, la amnistía a todos los
presos políticos, autorizar a los cubanos a instalar sus propias empresas
y exigir la realización de elecciones libres y pluripartidistas en un
plazo de nueve meses a un año.
''Es un acontecimiento muy relevante en nuestra historia política, ya
que por primera vez más de 10.000 personas se atreven a romper con la
cultura del miedo'' impuesta por el gobierno comunista y dar la cara para
expresar su disenso, dijo el dirigente opositor Elizardo Sánchez Santa
Cruz al comentar la iniciativa.
Sostuvo que ''ver algo semejante era algo impensable años atrás,
lo que refleja que estamos ante un cambio, que hay nuevos tiempos en Cuba'', añadió
Sánchez Santacruz, quien preside en la isla la ilegal Comisión de
Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CDHRN).
El dirigente admitió que hay ''pocas posibilidades'' de que el
gobierno de Castro acceda a las peticiones formuladas en el Proyecto Varela y
desconozca así sus propias leyes, que le exigen ofrecer respuesta en un
plazo de 60 a 90 días.
''Ahora nos corresponde a nosotros, al pueblo, hacer que esto se cumpla'',
advirtió Sánchez Santacruz al señalar que la oposición
''está dispuesta a dar la batalla'' por lograr una apertura democrática
y pacífica en la isla.
El Proyecto Varela provoca admiración y unidad
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
El Proyecto
Varela, que presentó ante la Asamblea Nacional de Cuba más de
11,000 firmas solicitando un referendo en el país para modificar el
sistema político, ha despertado admiración dentro y fuera de la
isla.
Incluso, ha logrado unir, aunque levemente, a fragmentadas opiniones del
exilio cubano, donde unos apoyan el proyecto y otros lo han criticado firmemente
en el pasado.
Es el caso de Ninoska Pérez Castellón, directora del Consejo
Cubano por la Libertad, quien no ha ocultado su desagrado por el hecho de que el
proyecto pretende usar los mecanismos del sistema para hacerse valer.
''Pero eso no significa que no reconozca que es de un alto valor que 11,000
ciudadanos hayan tenido el valor de firmar algo que va en contra del gobierno'',
declaró Pérez Castellón. "De lo único que
discrepo es que se inserta dentro del sistema, que es el causante de todos los
problemas que tiene el pueblo''.
Para el chairman de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA),
Jorge Mas Santos, quien siempre apoyó el plan, ayer "11,000 cubanos
dijeron basta al régimen de Castro. Con sus firmas estos valientes
cubanos han encarado la intimidación, la persecución y la
violencia para garantizar que sus voces sean escuchadas''.
Mas Santos añadió que el Proyecto Varela es ahora ''el tema más
importante que el presidente Carter pueda abordar en su viaje a La Habana'',
donde "pudiera beneficiar grandemente la causa de la libertad si hace del
proyecto la pieza central de su gestión''.
El Proyecto Varela, una iniciativa de la disidencia interna cubana para
convocar un plebiscito que permita avanzar hacia una apertura democrática
en la isla comunista, fue presentado ayer ante el Parlamento cubano en la forma
de 11,020 firmas. La ley establece que se debe recoger 10,000 firmas para
presentar el documento.
''Con la entrega del proyecto al Parlamento, culmina una primera fase de un
hecho sin precedentes en más de 43 años del actual gobierno de
Cuba, pues nunca se había formulado una petición de esta
naturaleza sobre la base de una campaña física de recogida de
firmas para conseguir algo definido en la Constitución de la República'',
señaló ayer desde La Habana el disidente Elizardo Sánchez
Santacruz.
En su opinión, "el propio gobierno debe estar muy sorprendido
por esta solicitud formal de más de 11,000 firmas, que apenas son una
parte de las más de 20,000 recogidas, porque hasta hace pocos días
el gobierno insistía en la supuesta incapacidad de la oposición
para lograrlo, ya que, increíblemente, sigue sosteniendo que tiene el
apoyo de 11 millones de cubanos, lo cual no es cierto''.
Para el líder de Hermanos al Rescate, José Basulto, la
presentación de las firmas fue una decisión ''formidable''. ''El
momento no podía ser más apropiado, ocurriendo la visita del ex
presidente Jimmy Carter en estos días. Siendo él un defensor de
los derechos humanos, tendrá que pronunciarse al respecto. Fue,
realmente, una movida, espectacular de [Oswaldo] Payá'', añadió
Basulto. |