Publicado el 8 de mayo de 2002 en
El Nuevo Herald.
Llaman a apoyar a los activistas del grupo Democracia
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
En una urgente apelación a la conciencia pública, líderes
religiosos del exilio lanzaron ayer un llamado al gobierno y al pueblo de
Estados Unidos para que se respete el derecho de los cubanos a regresar
libremente a la tierra donde nacieron.
La exhortación del llamado Grupo de Trabajo de Guías
Espirituales del Exilio se produce en solidaridad con los activistas del
Movimiento Democracia, Ramón Saúl Sánchez, Alberto Pérez
y Pablo Rodríguez, quienes están siendo juzgados por un tribunal
federal de Cayo Hueso bajo acusaciones de penetrar ilegalmente en aguas
territoriales de Cuba.
''Hacemos un llamado a la oración y a la conciencia de la nación
americana y sus autoridades en relación con el derecho de los cubanos a
los derechos que les corresponden'', afirma el texto, respaldado por la firma de
75 sacerdotes católicos, 25 ministros evangélicos, seis obispos
episcopales y dos obispos católicos.
La declaración legitima el derecho de los tres procesados a regresar
a Cuba como un "derecho dado por Dios a los cubanos por haber querido que
su nacimiento fuera en nuestra isla''.
''También hacemos en especial un llamado a nuestros compatriotas a
mostrar solidaridad y apoyo a estos tres hijos de nuestra nación que
sufren el desgarramiento de sus propias familias por defender el derecho de toda
la familia cubana a la unidad'', expresa la declaración.
Sánchez, de 47 años; Pérez, de 58; y Rodríguez,
de 48, son juzgados desde el lunes en Cayo Hueso bajo cargos de violar la
llamada ''zona de seguridad de la Florida'' y penetrar ilegalmente en aguas limítrofes
cubanas. De ser hallados culpables, podrían recibir condenas hasta de 10
años de cárcel y multas de $20,000 per cápita.
Es la primera vez que se produce un encausamiento por desacato al decreto
presidencial 6867, emitido por Bill Clinton en 1996 y ratificado por George W.
Bush a comienzos del 2001. La fiscalía decidió procesarlos por
entrar en aguas cubanas el pasado julio, cuando realizaban una flotilla de
homenaje a las víctimas del remolcador 13 de Marzo.
''Este es un problema de los cubanos, y lo peor que puede sucedernos es que
por partidismos ridículos o por no afectar la posible visita de Bush a
Miami vayamos a mantenernos indiferentes y en silencio ante un hecho tan
devastador como éste'', afirmó el padre Francisco Santana.
La comunidad cubana espera que Bush visite Miami el próximo 20 de
mayo en ocasión del centenario de la instauración de la República
de Cuba (1902-2002).
Santana dijo que llevarán la petición de solidaridad hasta las
más altas esferas del gobierno y la sociedad estadounidenses.
''El derecho de los cubanos a entrar en las aguas territoriales de su patria
no puede ser limitado cuando las mismas autoridades norteamericanas permiten a
otros ir para pescar o hacer visitas'', agregó el reverendo Martín
Añorga.
Sorprende al Congreso acusación de Bush a Cuba
Tim Johnson / The Washington Post. Washington
La acusación del gobierno de George W. Bush de que Cuba ha
desarrollado una limitada capacidad de ofensiva bacteriológica reverberó
ayer a través del Congreso provocando desde asombro y satisfacción
hasta crítica y escepticismo.
El senador demócrata por la Florida Bob Graham, que preside la Comisión
de Inteligencia del Senado, dijo que las acusaciones pudieran quitarle impulso a
los esfuerzos por relajar el embargo comercial contra Cuba.
Las agencias norteamericanas de inteligencia desclasificaron una información
secreta para permitirle a John Bolton, subsecretario de Estado para control de
armas, hacer el lunes su acusación pública contra Cuba. El
gobierno cubano, a través de su vocero en la Sección de Intereses
de Cuba en Washington, negó las acusaciones.
''Francamente me sorprendió lo que dijo Bolton'', dijo el senador
Graham en una conferencia de líderes empresariales. "Sabíamos
que la gran industria farmacéutica de Cuba tenía capacidad para
desarrollar armas químicas y bacteriológicas de destrucción
masiva. Pero esta es la primera confirmación de que ha madurado y de que
potencialmente puede hacer armas utilizables''.
Dentro y fuera del Congreso, algunos observadores de la política de
EU hacia Cuba dijeron que las inesperadas acusaciones los estaban haciendo
reflexionar.
''Tengo que decir que me sentí muy sorprendido'', dijo el general
retirado Barry McCaffrey, ex zar antidrogas del gobierno de Clinton y que regresó
recientemente de un viaje a Cuba donde se reunió con Fidel Castro.
McCaffrey ha defendido una mayor cooperación con la isla. Según
dijo, la estatura de Bolton da credibilidad a la acusación.
Bolton dijo que los funcionarios norteamericanos creen ''que Cuba dispone,
al menos, de una limitada instalación de investigación y
desarrollo de guerra bacteriológica'' y de que pudiera estar
transmitiendo esos conocimientos a otros estados.
Algunos expresaron regocijo porque se hubieran confirmado sus viejas
preocupaciones en relación con Cuba.
''Me alegro de que el gobierno haya reconocido las capacidades de Cuba'',
dijo Bob Menéndez, representante demócrata cubanoamericano por
Nueva Jersey. ''La industria cubana de biotecnología no existe sólo
por razones médicas. Creo que pudieran estar haciendo muchas cosas que
abarcan desde ántrax a viruela, hasta otros agentes''. Los partidarios de
relajar el embargo a Cuba se burlaron de las acusaciones de Bolton. ''¿Dónde
están las pruebas?'', preguntó William Delahunt, demócrata
de Massachusetts y dirigente del Cuban Working Group, bloque informal del
Congreso opuesto al embargo. "Es muy arriesgado aceptar lo que dicen como
un hecho''.
Viaje de Carter divide las opiniones en la isla y Miami
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Cinco días antes de la llegada a La Habana del ex presidente Jimmy
Carter, en ambas orillas del Estrecho de la Florida están divididas las
opiniones sobre las consecuencias del viaje. En el sur de la Florida, algunos no
se hacen grandes ilusiones sobre sus consecuencias; en la isla existe cierta
expectativa.
El mismo ex presidente también ha sostenido que no cree que vaya a
producir resultados espectaculares, aunque espera que el viaje simbolice "su
fuerte creencia de que este siglo es el apropiado para abrir nuestros dos países
a sí mismos''.
''Tengo una gran incertidumbre sobre esta visita. Ni siquiera expectativas,
sean positivas o negativas. Esto va a generar una gran controversia, porque con
estas nuevas acusaciones de la fabricación de armas biológicas, él
no puede ignorar que en Cuba hay un problema serio de terrorismo y uno más
serio aún de derechos humanos'', dijo ayer el líder de Hermanos al
Rescate, José Basulto.
Carter llega a Cuba el domingo, y permanecerá allí hasta el
viernes de la semana siguiente. La visita se debe a una invitación que le
hizo el gobernante cubano Fidel Castro cuando se reunieron en Canadá en
octubre del 2000.
El activista Rafael Peñalver ve la visita del ex presidente como algo
que le da legitimidad "tanto a la figura de Fidel Castro como a los
miembros de la oposición con los que él se reúna''.
Según Peñalver, ''el viaje esta diseñado para venderle
al mundo la idea de que en Cuba puede haber un proceso de transición
dentro del esquema gubernamental actual, y hay que tener cuidado con eso'',
expresó el activista, "para que el resultado no sea un proceso donde
Castro pasaría de ser un dictador absoluto a uno que tolera cierto grado
de oposición, al tiempo que se justificaria el levantamiento del embargo
para permitir que inversionistas norteamericanos entren en Cuba''.
En contrapartida, el líder del grupo Cambio Cubano, Eloy Gutiérrez
Menoyo, manifestó la esperanza de que "la visita sirva para
descongelar en parte, aunque sea mínimo, las relaciones diplomáticas
entre los dos países''.
Carter es un ''embajador formidable para esa tarea. Confío en que
pueda encontrar puntos de comunes que sean el inicio de otros contactos en el
futuro'', añadió Gutiérrez Menoyo.
El banquero Bernardo Benes, quien obtuvo en 1977 el aval de Carter para
negociar con Castro la liberación de 3,600 presos políticos, dijo
que la visita debería aportar ''algo bueno para todos los cubanos'', ya
que "es el presidente de Estados Unidos que más felicidad dio al
pueblo de Cuba. El era presidente cuando se hizo el diálogo y se vaciaron
las cárceles''.
En la isla, la principal diplomática estadounidense, Vicki
Huddleston, manifestó ayer que las expectativas por la visita son
enormes. ''Bibliotecarios independientes, periodistas independientes, todos
tienen la esperanza de que el presidente Carter ayudará en abrir un poco
más de espacio'', dijo Vicki Huddleston.
Quien no espera nada de la visita es la directora del Consejo por la
libertad de Cuba, Ninoska Pérez Castellón. ''Carter quiere
levantar las sanciones para que Castro siga violando los derechos humanos. En el
mejor de los casos, eso es de una ingenuidad peligrosa'', sostuvo.
El ex mandatario será acompañado en el viaje por su esposa,
Rosalynn Carter, y los directores del Centro Carter, John Hardman, Jennifer
McCoy, Robert Pastor, Chip Carter, Shelley McConnell, Deanna Congileo y Nancy
Konigsmar.
El administrador principal de BellSouth, F. Duane Ackerman, también
fue invitado pero rehusó participar.
''El señor Ackerman manifestó que tenía compromisos
impostergables en esa fecha'', dijo Congileo. |