Publicado el 7 de mayo de 2002 en
El Nuevo Herald.
Washington robustece su política hacia Cuba
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
El gobierno estadounidense ha comenzado a robustecer su nueva política
hacia Cuba, y en las últimas 24 horas ha lanzado una ofensiva concertada
desde tres direcciones, en la cual enfatiza que tiene información de que
el régimen de la isla está fabricando armas biológicas y
compartiendo sus investigaciones con países terroristas.
Los tres frentes concertados incluyen, además, una fuerte crítica
al régimen cubano por parte del secretario de Estado, Collin Powell, y la
denuncia del subsecretario asistente Otto Reich de que la isla participó
en el fracasado golpe de estado en Venezuela.
''Estados Unidos cree que Cuba dispone al menos de una programa limitado de
investigación y desarrollo de armas biológicas ofensivas'' y, además,
''suministró biotecnología de doble uso (civil y militar) a
Estados fuera de la ley'', dijo ayer en una inusitada declaración el
subsecretario de Estado, John Bolton.
Momentos antes, en una conferencia en el Departamento de Estado, Powell
sostuvo que Cuba ''no puede seguir por siempre'' como la única excepción
en la marcha americana hacia la democracia y el libre mercado, e indicó
que el gobierno de Fidel Castro ''se burla de la libertad y empobrece al pueblo
cubano''. Por eso, Estados Unidos ''está dispuesto a promover una rápida
y pacífica transición hacia la democracia'' en la isla.
A su vez, Reich sugirió ante un grupo de empresarios reunidos en
Washington que Cuba estuvo implicada en los hechos que rodearon el derrocamiento
del presidente Hugo Chávez.
''Tenemos informes de que cuatro aviones cubanos aterrizaron en Maiquetía
[en la mañana del 12 de abril], cuando el resultado de esta alteración
del orden constitucional todavía estaba en duda. Qué estaban
haciendo allí, qué estaban llevando, no sabemos'', dijo Reich.
Hace unos dos meses, fuentes oficiales estadounidenses dijeron que la Casa
Blanca estaba revisando su política hacia la isla, por lo cual este
esfuerzo se vislumbra para analistas y activistas como una develación de
esos cambios.
''Lo que Bolton hizo es importante, porque por primera vez un alto
funcionario levanta el tema de Cuba como una amenaza de seguridad en materia de
guerra biológica hacia Estados Unidos'', sostuvo el analista Ernesto
Betancourt.
''Estos cambios políticos van mucho más allá del
Departamento de Estado; es una política decidida por la Casa Blanca que
replantea la necesidad de una defensa nacional, y que de modo alguno pasa por
Miami o el exilio'', continuó Betancourt. ''Esto va al corazón de
la defensa de Estados Unidos'', agregó.
Según el director ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano
Americana (FNCA), Joe García, el hecho de que estas declaraciones
--particularmente la de Bolton-- hayan salido a luz pública antes del
viaje del ex presidente James Carter a la isla, envía un mensaje
importante, no sólo al ex mandatario, sino también al mismo
Castro.
''Al menos cuando Carter llegue allá se va a topar con la reacción
cubana. O le dan un acto de repudio o Castro salva la situación, lo trata
bien y comienza a decir que lo protegió de las quejas antiestadounidenses
del pueblo'', advirtió García.
Pero hay quien ve en estos esfuerzos concertados algo mucho menos
premeditado.
''Es una reafirmación de lo que esta administración siempre ha
planteado. Y una manera de explicar la necesidad de la existencia de sanciones
en un momento en que Carter va a Cuba. El momento en que lo sacan es muy
propicio'', dijo Ninoska Pérez Castellón, directora del Consejo
por la Libertad de Cuba.
Washington acusa a Castro de tener armas biológicas
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Por primera vez en su historia, Estados Unidos acusó ayer a Cuba de
desarrollar armas biológicas y compartir los resultados de sus
investigaciones con países considerados terroristas.
La acusación surge en un momento en que el gobernante cubano, Fidel
Castro, envió un mensaje al dictador Iraquí Sadam Husseim, proponiéndole
un incremento en la colaboración bilateral. Irak, además de ser la
nación más desarrollada en biotecnología en el Medio
Oriente, es uno de los tres países terroristas --junto a Siria y Libia--
con los que Cuba comparte información, según Estados Unidos.
''Estados Unidos cree que Cuba dispone al menos de un programa limitado de
investigación y desarrollo de armas biológicas ofensivas''.
Tambien, ''suministró biotecnología de múltiples usos a
otros estados terroristas'' y, por ende, ''nos preocupa que dicha tecnología
puede ayudar los programas de armas biológicas de esos estados'', dijo el
subsecretario de Estado, John Bolton, en un discurso titulado Más allá
del Eje del Mal.
El ''Eje del Mal'' fue el nombre con que el presidente George W. Bush bautizó
a Corea del Norte, Irán e Irak en sus esfuerzos antiterroristas.
Desde hace años Estados Unidos ha incluido a Cuba en un listado de países
considerados terroristas o partidarios del terrorismo.
Según Bolton, ''durante cuatro décadas Cuba ha mantenido una
industria biomédica bien desarrollada y sofisticada, mantenida hasta 1990
por la Unión Soviética'', comentó el subsecretario.
''Esta industria es una de las más avanzadas de Latinoamérica,
y está al frente de la producción de productos farmacéuticos
y vacunas vendidos en todo el mundo. Los analistas y los desertores cubanos han
durante mucho tiempo sospechado de las actividades llevadas a cabo en estas
localidades biomédicas'', subrayó.
Ante una audiencia en el conservador Instituto Heritage, en Washington,
D.C., Bolton explicó que un estudio producido por el Pentágono en
1998 no advirtió de esta amenaza hacia Estados Unidos porque fue hecho en
parte por una analista que hace dos meses admitió espiar para la isla.
'La amenaza que Cuba representa a nuestra seguridad no ha sido tomada en
serio. El informe sólo llegó a decir que 'Cuba tiene una capacidad
limitada para llevar a cabo algunas actividades militares y de inteligencia que
podrían ser un peligro a los ciudadanos de Estados Unidos bajo algunas
circunstancias' '', amplió Bolton.
''¿Y por qué estaba tan mal balanceado el informe sobre Cuba de
1998? ¿Por qué no tomaba en serio la amenaza que Cuba representa
para Estados Unidos?'', preguntó. ''Una de las principales razones son
las operaciones de inteligencia agresivas llevadas a cabo por Cuba contra
Estados Unidos que incluyó el reclutamiento de la analista de la Agencia
de Inteligencia de Defensa, Ana Belén Montes, como espía de
Cuba'', añadió el alto funcionario.
O sea, ''además de Libia y Siria, existe otra amenaza, por parte de
un firmante del Convenio de Armas Biológicas, que está a sólo
90 millas de las costas de Estados Unidos: Cuba. Un estado totalitario que lleva
mucho tiempo violando los derechos humanos'', agregó Bolton.
''La Habana ha dado asilo a terroristas. Sabemos que Cuba colabora con los
otros estados terroristas. Y [Castro] continúa considerando el terror
como una táctica legítima para sus objetivos políticos'',
dijo Bolton.
Roca reafirma que hay que cambiar el sistema
Vivian Sequera / Ap. La Habana
Libre tras cinco años de prisión, el disidente más
conocido de la isla, Vladimiro Roca, afirmó ayer que el tiempo en la cárcel
sirvió para reafirmar sus convicciones: hay que cambiar el sistema de
Cuba porque no funciona.
Tales cambios, aseguró, son posibles de forma pacífica y aún
estando el gobernante Fidel Castro en el poder.
''Yo no he sido nunca virulento en mi oposición'', dijo a la AP. Y en
prisión, ''se me han reafirmado las convicciones de que hay que cambiar
el sistema porque no funciona'', agregó sentado en un banco en el portal
de su residencia al oeste de La Habana.
Su segundo día de libertad lo pasó literalmente en el teléfono:
desde que se levantó a las 6:20 de la mañana recibió
llamadas de amigos y periodistas en el extranjero en busca de una entrevista. Su
esposa, Magaly de Armas, controla los tiempos de cada entrevista para poder
atender a todas.
Emisoras de Miami, Colombia, Argentina, México y Venezuela le
entrevistaron, antes de que cortara para acudir a una oficina pública
para buscar un carnet de identidad nuevo.
Roca, de 59 años, fue detenido en julio de 1997 y condenado en 1999
por ''sedición'' al criticar un documento del Partido Comunista de Cuba.
El pasado domingo por la mañana fue excarcelado y salió de Ariza,
una prisión en Cienfuegos al oriente de La Habana.
Es el opositor más conocido de la isla por varias razones, entre
ellas que su padre, ya fallecido, fue Blas Roca, un alto dirigente y líder
del Partido Comunista de Cuba. Pero además, Roca hijo perteneció
al gobierno y fue un piloto militar hasta que rompió con el sistema a
comienzos de los 90.
Fue expulsado de su trabajo en el Comité Estatal de Colaboración
Económica, precursor del actual Ministerio para la Inversión
Extranjera. Posteriormente se unió a otros tres profesionales disidentes:
el ingeniero Félix Bonne Carcassés, el abogado René Gómez
Manzano y la economista Marta Beatriz Roque.
Integraron el llamado ''Grupo de los Cuatro'' que emitió en 1997 un
documento criticando al partido y al gobierno. El hecho llevó a la
detención de los cuatro. Bonne, Gómez y Roque fueron liberados a
comienzos del 2000, al cumplir más de la mitad de sus sentencias.
Roca siguió en prisión pese a pedidos de Canadá, México
y el Vaticano de que se lo libere. Salió cuando apenas restaban unos 70 días
para que culminara su sentencia.
¿Qué más extrañó en estos años?:
''Mi cama, mi lugarcito'', dijo sonriente.
Sin embargo, en su primera noche de regreso en casa durmió poco e
intranquilo por ''un exceso de energía nerviosa''. Cuando esa energía
disminuya, aseguró, dormirá tres días corridos.
En su cabeza guarda un mapa detallado de la cárcel, un edificio de
planta rectangular y tres pisos, así como de su celda de 1.65 metros de
ancho por 1.80 de largo. En ese espacio vivió dos años, cuatro
meses y 22 días. Salía sólo dos o tres veces por semana a
tomar sol. La comida le era pasada por una bandeja debajo de los barrotes.
Dentro de la celda tenía un pequeño inodoro y una rudimentaria
conexión de agua, para poder bañarse. Pero asegura que en la cárcel
reinaba un hedor a humedad y a suciedades. Bromea diciendo que no perdió
peso. ''Entré con 72 kilos, y salí con 78'', aseguró levantándose
la camisa a cuadros para mostrar una pequeña barriga.
El resto de la condena lo purgó en una celda mayor viviendo con entre
tres a seis reclusos. La cárcel de Ariza, diseñada para unos 1,500
reclusos, ha llegado a albergar 2,500, contó.
''El tiempo en prisión que se pasa, siempre va a ser un tiempo
muerto... es un tiempo que no se recupera'', dijo. ''Es un cementerio de
hombres'', dijo.
Atribuye a su fe en Dios --se bautizó en prisión en 1999-- su
capacidad de resistir las duras condiciones de la cárcel. ''No tengo
odio, ni rabia'', aseguró.
En esa cárcel, afirmó, tuvo mucho tiempo para pensar y
reflexionar sobre las posibilidades de cambio en el país, insistiendo en
que se pueden usar mecanismos ya contemplados en las leyes de la isla, como el
referéndum.
De allí su apoyo a un proyecto de plebiscito promovido por disidentes
sobre si se requieren mayores garantías para asegurar los derechos de
libre expresión y libre asociación, y sobre si se apoya una amnistía
para los prisioneros políticos.
También se preguntaría a los cubanos si respaldan la
promulgación de nuevas leyes electorales y más oportunidades para
poseer negocios propios.
''Hay que encaminar esas iniciativas, aunque fracasen'', aseguró
porque son la manera pacífica y legal de buscar transformaciones en el régimen
comunista de Cuba y con el actual gobernante.
''No busco el enfrentamiento, busco la reconciliación'', agregó,
insistiendo en que no guarda resentimiento ni rencores por las autoridades
cubanas.
Congresistas intentaron bloquear el viaje de Carter
Carol Rosenberg. The Miami Herald
Dos congresistas del sur de la Florida apelaron personalmente al presidente
George W. Bush para bloquear el próximo viaje de Jimmy Carter a Cuba,
aduciendo que la política de Estados Unidos no autoriza viajes a "ex
presidentes tratando de apaciguar a dictadores antinorteamericanos''.
En una carta de fecha 22 de marzo obtenida por The Herald, los
representantes Lincoln Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen también
describieron a Carter como "directamente responsable de haber llevado al
poder al régimen terrorista del ayatollah Khomeini en Irán''.
La carta dirigida a la Casa Blanca por los dos republicanos de Miami hacía
referencia al secretario del Tesoro Paul O'Neill, cuyo departamento aplica el
embargo contra Cuba. ''Nos vemos obligados a escribirle a usted con esta
solicitud, relacionada con el señor Carter, debido a que el señor
O'Neill ha declarado públicamente que se opone a su política sobre
Cuba'', escribieron ambos.
Una semana antes O'Neill le había dicho a un subcomité del
Senado que, si de él dependiera, utilizaría los recursos para
perseguir a los terroristas en vez de perseguir a los norteamericanos que
violaran el embargo estadounidense contra Cuba. En respuesta, Ros-Lehtinen y Díaz-Balart
le pidieron al Presidente que despidiera a O'Neill.
Al final, Carter recibió su licencia de viaje y la administración
Bush hasta ahora ha dejado entrever un cauteloso optimismo en el sentido de que
el ex presidente pudiera entregar un mensaje de fuerte contenido en cuanto a los
derechos humanos cuando viaje a La Habana el domingo.
Los congresistas argumentaron que autorizar el viaje de Carter "no
solamente violaría la ley estadounidense, sino que es indudable que sería
presentado como un gesto de buena voluntad de su administración hacia un
estado terrorista''.
La Casa Blanca no respondió por escrito, según una fuente de
la administración. En vez de ello, un miembro del personal notificó
a Díaz-Balart por teléfono que la licencia había sido
aprobada.
Díaz-Balart dijo el lunes a través de una vocera que ''no tenía
comentarios'' sobre la carta o los contactos.
Ros-Lehtinen caracterizó a la carta como una probabilidad remota.
''Creo que habría sido muy difícil para la administración
Bush negar legalmente la visita'', dijo ella ayer. "Pero, definitivamente,
nosotros no queríamos que el ex presidente Carter fuera a Cuba porque es
una forma de legitimar su régimen, una forma de entregarle credenciales a
la dictadura''.
El viaje de Carter es del 12 al 17 de mayo, pocos días antes de que
Bush viaje a Miami el 20 de mayo para un evento de recaudación para el
partido Republicano de la Florida y un gran evento comunitario que coincide con
el Centenario de la Independencia de la República de Cuba.
Disidentes dicen que la represión continúa
Agence France Presse. La Habana
Dirigentes de la disidencia interna cubana saludaron la excarcelación
del connotado preso político Vladimiro Roca, liberado la víspera
tras casi cinco años en prisión, pero advirtieron que ello no
constituye un signo de moderación en la política represiva contra
la oposición.
''La liberación de Vladimiro es una buena noticia, pero subraya además
la posición de intolerancia del gobierno cubano con la oposición,
ya que debía de haber sido beneficiado con libertad condicional hace dos
años'', sostuvo Elizardo Sánchez Santa Cruz, un destacado defensor
de los derechos humanos en la isla.
Roca, un ex piloto de combate de 59 años e hijo de uno de los
fundadores del gobernante Partido Comunista, el fallecido Blas Roca, fue
excarcelado el domingo, casi dos meses antes de completar su sentencia de cinco
años de prisión por "atentar contra la seguridad del
Estado''.
Sánchez Santa Cruz, que preside en la isla la ilegal pero tolerada
Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, dijo que
Roca no fue beneficiado con la liberación anticipada debido a su condición
de ex militar y por sus vínculos familiares con el ex alto dirigente
comunista.
Se congratuló de que Roca se encuentre en libertad, pero rehusó
calificar ese hecho como un signo de moderación del gobierno hacia la
oposición interna.
''Todavía hay unos 250 presos políticos o de conciencia en las
cárceles cubanas'', denunció.
El abogado René Gómez Manzano, quien fue detenido junto a Roca
en 1997 y liberado dos años después, expresó su ''alegría''
por la excarcelación de su compañero, aunque manifestó sus
reservas sobre una posible flexibilización en la represión a los
opositores tras este episodio.
''Yo no creo en eso. Vladimiro estuvo más de cuatro años en la
cárcel, sin que le aplicaran el reglamento de libertad condicional que
rige luego de cumplirse más de la mitad de una condena. Desconocieron sus
derechos y lo mantuvieron preso'', afirmó.
Según Gómez Manzano, para ''constatar que existe una voluntad
de cambio en la política represiva'' del gobierno del gobernante Fidel
Castro, ''sería imprescindible que se liberara a otros presos de
conciencia que hay en Cuba'', dijo.
Por su parte, el presidente del Movimiento Cristiano Liberación
(MCL), Oswaldo Payá, manifestó su ''gran alegría'' por ver
a Roca de vuelta en su hogar y saludó ''su coraje y su entrega a la
patria, que le permitió soportar ese castigo''. Payá recordó
que "los opositores aún son víctimas de la represión
del régimen''.
Comienza el juicio contra Sánchez
EFE
El juicio federal contra tres activistas de la organización
anticastrista Movimiento Democracia, acusados de violar la ''zona de seguridad
de la Florida'' y entrar ilegalmente en aguas limítrofes de Cuba, comenzó
ayer en Cayo Hueso, al sur de Miami.
El presidente del grupo, Ramón Saúl Sánchez, quien
junto con Alberto Pérez y Pablo Rodríguez integra el trío
de acusados, calificó previamente de ''irónica'' la acción
judicial presentada en su contra por las autoridades de EU.
Sánchez dijo que "es irónico que un gobierno democrático
proceda a encausar a tres cubanos por ejercer el derecho universalmente
reconocido de entrar libremente a su país de origen''.
El dirigente agregó que estaba dispuesto a asumir cualquier
consecuencia por un hecho que consideraba "justo y moral''.
Según la fiscalía, los activistas penetraron en las aguas
territoriales cubanas durante un viaje realizado por una flotilla el 14 de julio
de 2001, haciendo caso omiso de las advertencias del Servicio de los
Guardacostas estadounidense.
En esa ocasión, los guardacostas detuvieron brevemente a los tres
integrantes del Movimiento Democracia después de que permanecieran por más
de una hora en aguas territoriales cubanas a bordo de una embarcación que
posteriormente les fue confiscada.
El grupo participaba en el viaje de la flotilla para conmemorar el séptimo
aniversario del hundimiento del remolcador ''13 de Marzo'', en el que murieron
41 personas, entre ellas 21 niños, que pretendían salir de Cuba.
El remolcador fue embestido el 13 de julio de 1994 por patrulleras cubanas
cuando varios cubanos intentaban escapar de la isla, aunque el gobierno de La
Habana ha insistido en que se trató de un accidente.
Varios supervivientes y familiares de las víctimas del hundimiento
han manifestado su respaldo a los tres activistas.
La Fiscalía Federal presentó los cargos a principios de
septiembre pasado argumentando que los activistas no acataron el decreto 6867,
promulgado por la administración de Bill Clinton y ampliado por Bush.
El decreto establece que los buques de la organización no salgan de
una franja de tres millas alrededor de la península de Florida.
Es la primera vez que la fiscalía federal inicia una acción
judicial esgrimiendo como argumento la violación de ese decreto
presidencial.
De ser hallados culpables, Sánchez, Pérez y Rodríguez
afrontarían diez años de prisión y multas de hasta $10,000. |