Publicado el 6 de mayo de 2002 en
El Nuevo Herald.
Vladimiro Roca seguirá en la oposición desde la isla
Agence France Presse. La Habana
Vladimiro Roca, una de las figuras emblemáticas del presidio político
de Cuba, fue liberado el domingo, casi dos meses antes de cumplir una sentencia
de cinco años de cárcel, y afirmó que continuará con
su militancia opositora al gobierno de Fidel Castro, sin abandonar la isla
comunista.
''Seguiré con mi militancia política. No pienso abandonar la
lucha en ningún momento y seguiré adelante con mi proyecto de
democratización, teniendo en cuenta que los problemas de Cuba se
resuelven dentro de Cuba y no fuera de ella'', dijo Roca a la prensa al rechazar
la posibilidad del exilio político.
En sus primeras declaraciones públicas tras dejar la prisión
de alta seguridad de Ariza, en Cienfuegos, Roca afirmó que ''no guardo
resentimiento alguno contra las autoridades'' y subrayó que durante sus
casi cinco años de detención no fue ''torturado fisicamente en
ningún momento''. Sin embargo, el líder disidente criticó
las pésimas condiciones a las que fue sometido.
''La celda en que estaba era más una jaula de fieras que para seres
humanos. Medía 1.50 por 1.85 metros y sólo se podía estar
sentado, acostado en el piso o parado frente a las rejas'', señaló
Roca, quien habló a la prensa acompañado de su esposa Magaly de
Armas y por algunos disidentes que le fueron a saludar.
Vladimiro Roca, un ex piloto de combate de la Fuerza Aérea
Revolucioaria cubana, de 59 años, e hijo de uno de los principales ideólogos
del Partido Comunista de Cuba, el fallecido Blas Roca, fue detenido en julio de
1997 por suscribir un documento crítico al régimen de Castro,
titulado "La Patria es de Todos''.
El documento fustigaba la política unipartidista vigente en la isla
comunista y llamaba a la abstención electoral como forma de protesta.
Condenado a cinco años de prisión, el gobierno le negó
la posibilidad de la excarcelación anticipada, como lo marca la ley, y lo
liberó cuando apenas restaban 72 días para terminar su sentencia y
una semana antes de que el ex presidente estadounidense, Jimmy Carter, llegue en
visita oficial a la isla.
Pero Roca estimó que la visita de Carter tiene poco que ver con su
liberación. ''Yo sabía desde el 2000 que me habían rebajado
la condena en 70 días, así que no creo que mi liberación
tenga algo que ver con la llegada de Carter a Cuba'', precisó.
Crónica de un reencuentro entre exiliados
Juan Cruz / El País. Madrid
Es difícil contar aquel abrazo, ni los minutos ni la intensidad con
que se produjo; fue en el bar Chicote, a medianoche, en Madrid; en aquella atmósfera
que estaba entre el frío del Floridita y el calor pegajoso de la
Bodeguita habanera, estos dos hombres se miraron largamente, uno de ellos se
levantó de su asiento, dio unos pasos lentos, pesados, llenos de melancolía,
abrió los brazos grandes, fuertes, morenos, desnudos, y hundió en
ellos a aquel hombre que había atravesado, como cegado por la luz oscura,
la legendaria puerta del bar más famoso, y más cubano, de Madrid.
No dijeron nada en el transcurso de ese abrazo, y cuando se separaron lloraban
los dos, no se sabe hasta cuánto.
Eran Manuel Díaz Martínez, poeta, que ese día, quizá,
iniciaba un exilio que le llevó de Cuba a Gran Canaria, y Jesús Díaz,
novelista, guionista de cine, promotor en los últimos tiempos de ese
mismo abrazo a través de una revista que llamó Encuentro y que ahí
persiste, tratando de llamar a la puerta de otras reconciliaciones.
Ahora acaba de morir Jesús Díaz, que ya estaba exiliado y que
fue quien aquella noche se levantó del asiento al ver entrar en el
Chicote la figura de Manuel Díaz Martínez; los dos se sentaron
luego en silencio, como si fuera demasiado prolongado lo que tuvieran que
contarse, y recuerdo que en algún momento se miraron otra vez y otra vez
se abrazaron, en una especie de lucha interior por hacer del silencio la
conversación más honda, la más larga.
Qué historia. La de aquella noche parecía una reconciliación
que dejaba atrás heridas distintas, que cada uno vivió a su manera
a lo largo de los años y que convirtieron la historia de ellos dos, poeta
y novelista, ciudadanos, en símbolo de una diáspora que ha segado
la ilusión, la esperanza y la vida de multitud de cubanos a los que ha
sido, y es, imposible ese abrazo.
En aquel entonces, Jesús Díaz aún no había
tenido la idea de su Encuentro, la revista en la que ha querido concentrar su
energía civil de los últimos años, tratando, con fortuna a
veces, de propiciar una reconciliación que ni siquiera los años
que pasen hará completa.
Los que estábamos en el escenario de aquel abrazo podemos contar cómo
fue, pero no podemos descifrar del todo, es demasiado grande, la metáfora
que encerraba. Cuba es una tierra que fue una ilusión, y luego hizo lo
que hacen con los hombres las dictaduras: sucesivamente fue una tierra de
expulsión, propició rupturas, incomprensiones y desdichas, hizo
que su propio exilio fuera la consecuencia feroz de un infierno; ha cortado de
raíz la convivencia entre unos y otros, y ha quebrado amistades y
sembrado abismos insalvables. Cuando se producía un encuentro --como
aquel entre Manuel Díaz Martínez y Jesús Díaz--
parecía que al menos una herida ingente se estaba cerrando.
Lo que es la vida: Manuel Díaz Martínez, poeta al que Cuba
--cierta Cuba-- cerró las puertas, siguió el camino del mar de Las
Palmas para vivir allí los versos siguientes, y allí ha hecho sus
amistades y su vida, y en su penúltima semana fue en Las Palmas donde Jesús
Díaz vivió trazando sus reflexiones sobre su último libro,
Las cuatro fugas de Manuel, imaginando un porvenir para su Encuentro y
disfrutando del mar, aquel que se hizo frontera y no horizonte en la Cuba que
está en la memoria.
Mayo 05, 2002
Instruyen a médicos sobre el auge de la drogadicción
Juan C. Linares / Cubanet. La Habana
El aumento de los drogadictos en La Habana es una realidad en la cual el
Ministerio de Salud Pública de Cuba comienza a intervenir discretamente,
pero evade informar a la población.
Cuba-Verdad confirmó que el Ministerio de Salud Pública está
orientando muy discretamente la realización de seminarios para instruir a
los médicos cómo deben enfrentar el auge de las drogas en la
sociedad.
En un folleto titulado Atención a las adicciones en la comunidad, con
fecha de publicación 23 de marzo del presente año, el Ministerio
de Salud Pública expone a sus profesionales los siguientes temas:
Consideraciones para el manejo de la drogadicción.
Presentación sobre intoxicaciones por abuso de drogas.
Abordaje de los problemas relacionados con el consumo de sustancias
en atención primaria de salud.
Los autores de la publicación son los doctores Ricardo González
Menéndez, Guillermo Barrientos Llano, Mario León González y
Mercedes García Yraola.
Se dice que los médicos de la familia también están
siendo asesorados para que participen en lo que parece será una nueva línea
de trabajo: el tratamiento de la drogadicción.
En declaraciones a Cuba-Verdad, un médico que no quiso revelar su
nombre señaló: "Cada vez son más frecuentes los casos
de drogadicción que tenemos que atender en el servicio de urgencias. Los
síntomas visibles de este tipo de enfermedad son: pupila dilatada, ojos
enrojecidos, mirada vaga, irritabilidad marcada y en ocasiones agresividad''.
El especialista explicó que los días que en el cuerpo de
guardia atiende más casos de hechos de sangre coinciden con el fin de
semana, y los heridos vienen de fiestas nocturnas o discotecas, uno de los
sitios donde más drogas se expenden en la capital cubana.
''Nos ordenaron censar a los fumadores, alcohólicos y drogadictos del
área que atendemos. Como información adicional debemos investigar
el nivel de vida de determinados jóvenes y adolescentes'', informó
un médico de la familia cuyo consultorio radica en el municipio Arroyo
Naranjo.
Mayo 04, 2002
Conmoción por la muerte del escritor Jesús Díaz
Jose Antonio Evora. El Nuevo Herald
La súbita muerte del escritor Jesús Díaz ha dejado un
vacío muy difícil de llenar, porque se trataba de alguien
entregado con vehemencia y rigor a tender puentes de comprensión entre
cubanos de todas las latitudes y de todas las tendencias políticas.
''Jesús deja un vacío imposible de llenar en la cultura y la
política cubanas del siglo XXI'', aseguró desde México el
historiador Rafael Rojas. "El tuvo la honestidad de exiliarse a los 50 años,
después de haber logrado un importante reconocimiento intelectual en la
isla. En el exilio no sólo se ocupó de desarrollar con exigencia
su obra narrativa, sino que tuvo la valentía de fundar y dirigir
Encuentro de la cultura cubana, la más importante revista de la diáspora''.
El cadáver de Díaz sería cremado hoy en el cementerio
de La Almudena, en Madrid. Sus hijos guardarán sus cenizas hasta tanto
puedan llevarlas a Cuba para cumplir la voluntad del escritor.
''El nos había dicho que echáramos las cenizas en la Playita
de 84, detrás del hotel Tritón [en La Habana], donde nos bañábamos
cuando yo era niño'', dijo desde Madrid Pablo Díaz, de 30 años,
hijo del novelista. "Esos fueron los mejores años mientras él
estuvo en Cuba''.
Con Pablo está su hermana Claudia Díaz, de 20 años, que
viajó a Madrid desde la ciudad alemana de Karlsruhe, donde reside, y
Manuel Desdín, hijo adoptivo de Jesús Díaz y en cuyas
vivencias para refugiarse en Europa está basada la última novela
del escritor, Las cuatro fugas de Manuel, aparecida en febrero.
Jesús Díaz, de 60 años, fue hallado muerto por Pablo el
jueves cuando éste, advertido de que su padre no había viajado a
Galicia para cumplir una invitación, fue al apartamento del escritor y lo
encontró sin vida en la cama. Díaz había pasado la noche
anterior en la casa de Víctor Batista, cuya editorial Colibrí tenía
a Jesús como asesor.
''Lo encontré de buen humor; con tensiones, pero las mismas que él
solía tener, de una persona que vive a un ritmo intenso'', dijo Batista
desde Madrid. "En los últimos días él había
pasado por experiencias dolorosas, como la muerte de un amigo arquitecto al que
admiraba. Estaba impresionado con eso. Pero por lo demás fue para él
una semana bastante satisfactoria, porque le iba muy bien con su nueva novela''.
Díaz nació el 7 de octubre de 1941 en la capital cubana. Fue
fundador y director del mensuario El Caimán Barbudo; profesor del
Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana y miembro del
consejo editor de la revista Pensamiento crítico. Dirigió el
documental 55 hermanos, un extenso reportaje sobre la primera visita a Cuba de jóvenes
nacidos en la isla y traídos por sus padres a Estados Unidos, y los
largometrajes de ficción Polvo rojo y Lejanía.
Vivía en España desde 1994, y antes en Alemania, donde se
exilió en 1991 a raíz de una carta circulada entre dirigentes del
gobierno cubano por el entonces ministro de Cultura, Armando Hart, que sin remitírsela
directamente a Jesús le amenazó de muerte y lo calificó de "Judas''.
''Tu crimen es peor que el de los bárbaros ignorantes que
ametrallaron, hace semanas, a cuatro hombres amarrados'', arremetía Hart.
"Ellos no merecieron el perdón, pero tú lo mereces menos. Has
cometido un crimen más grande en cuanto a la ética, la dignidad y
el decoro. Las leyes no establecen la pena de muerte para tu infamia; pero la
moral y la ética de la cultura cubana te castigarán más
duramente''.
Los efectos de ésta y de otras amenazas parecen haber sido traumáticos
para el escritor.
''Desde que la leí [la carta] hace dos años, tengo pesadillas
de gente que entra por el balcón a matarme'', dijo Díaz en Miami
en 1994. "A los demás puede parecerles una amenaza en abstracto,
pero a mí no''.
Jesús sostuvo en Zurich, en 1992, un debate con el escritor uruguayo
Eduardo Galeano, quien defendió la revolución cubana y consideró
inaceptables afirmaciones de Díaz, tales como "no se puede hablar de
dignidad en Cuba mientras el turismo tenga privilegios de apartheid''.
El escritor uruguayo consideró que "esa negación de un
proceso tan fecundo y contradictorio y vivo está lejos de ser
irrebatible. Cotidianamente la desmienten los hechos''.
Galeano, que no mencionó los hechos, calificaría luego de
''lamentable'' la carta de Hart.
''Si sus proyectos colectivos nacieron de sus convicciones, su literatura
fue consecuencia de sus dudas'', dijo desde Barcelona el ensayista Iván
de la Nuez, refiriéndose a la obra de Díaz. "Si desde los
primeros se empeñó, con toda la pasión, en construir un
mundo mejor, desde la segunda renegó de cualquier Edén
prometido''.
Desde La Habana, el profesor y editor Ambrosio Fornet aseguró estar
consternado por la noticia.
''Me ha sacudido; es terrible'', afirmó Fornet. "Novelas como
Las iniciales de la tierra y Las palabras perdidas son definitivas en la
narrativa cubana. Con Los años duros [Jesús] trajo una nueva visión
y un nuevo estilo a la cuentística cubana. Sus primeros libros fueron
libros fundadores; tengo una alta opinión de él. Las discrepancias
que vinieron después son otra cosa''.
El régimen teme a la clase media
Armando Soler / Cubanet. La Habana. Mayo 04, 2002
Max está contento. Bebe su cerveza de etiqueta y se confía de
repente, señalando a otros comensales de aquella fiesta.
--"Todos ellos ya tienen una compañía propia allá
afuera, y ya los ve, aquí son empleados''.
Son hombres y mujeres jóvenes, de mirada alerta y risa nerviosa.
Saben que corren peligro. Al régimen no le gusta que surja una clase
media con capital. Max, que también es como ellos, parece comprender lo
que ha hecho al confirmar el secreto. Se levanta, murmura una excusa y
desaparece de la fiesta de cumpleaños.
Ellos trabajan para las pocas firmas totalmente extranjeras que permite el
estado cubano. No está claro cómo obtienen beneficios suficientes
para lograr un capital que les permite fundar una pequeña compañía
en el extranjero. Aprovechan cualquier viaje de trabajo o un curso de capacitación
a algún país de libertad comercial para fundar su propio negocio.
Luego retornan y siguen viviendo como simples empleados.
El surgimiento de esta élite no es casual. Muchos son ''hijos de papá'';
otros, arribistas de buenos codos. Todos tienen algo en común: aguardan.
Esperan el cambio con dólares en el bolsillo, y no tienen las carencias
de la mayoría de la población. Luego serán abiertamente dueños
de sus negocios. Juegan con ventaja.
El fin del campo socialista y la creciente globalización han
presionado al gobierno cubano. Tolera una muy pequeña economía de
mercado a la que vigila muy celosamente. Sin embargo, la joven generación
empresarial se niega a comportarse en ese medio con los patrones del ''hombre
nuevo''. No les importa la ideología del país. Sólo buscan
el beneficio. Y para ello cometen ilegalidades. La mayoría escapa
indemne. Son parte de la futura clase media gobernante.
La corrupción es un fenómeno estatal que desciende desde lo
alto de la organización gubernamental hasta los más humildes
estratos de la sociedad. Es un modelo paradigmático que se ejecuta por un
simple impulso imitativo. El acorralamiento que sufre la población para
malamente sostenerse a diario no le permite preguntarse sobre el uso que se le
da a la riqueza que crea.
Piden amnistía para los presos en Cuba y en Estados Unidos
Agence France Press. La Habana. Mayo 04, 2002
La organización disidente Proyecto Demócrata Cubano (PDC),
solicitó el viernes una amnistía recíproca para presos políticos
cubanos detenidos en cárceles locales y de EU, en coincidencia con la
visita prevista a la isla por el ex presidente norteamericano Jimmy Carter.
Carter llegará a La Habana el 12 de mayo próximo y permanecerá
en la isla hasta el 17 de mayo, en la primera visita que un ex ocupante de la
Casa Blanca realiza a Cuba desde el triunfo de la revolución encabezada
por el gobernante Fidel Castro, en 1959.
''La visita del señor Carter se realizará en momentos de
marcada tirantez política entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos,
como ya se ha hecho habitual en los últimos 43 años'', afirma una
''Carta Abierta'' del PDC, que recuerda que la llegada del ex jefe de Estado "coincide
con la celebración del Día de las Madres''.
''Hay madres cubanas que lloran y se duelen por sus hijos, presos políticos
y de conciencia, confinados en cárceles del archipiélago,
cumpliendo condenas impuestas por disentir del sistema que prevalece en Cuba, y
otras que también lloran y se duelen por sus hijos presos en penitenciarías
de Estados Unidos, sancionados a penas descomunales por cumplir, también,
con lo que entienden es su deber'', dice la nota.
Los disidentes ''convocan'' en su misiva a Castro y a Carter, a ''que
concierten una propuesta de amnistía'' para los presos de ambos bandos, y
advierten que "una medida de esa naturaleza marcaría un hito en las
relaciones entre Cuba y Estados Unidos y fortalecería la paz y la
justicia''.
La carta del PDC, organización ilegal aunque tolerada por las
autoridades cubanas, hace referencia a cinco cubanos detenidos en cárceles
de Estados Unidos tras ser condenados el año pasado por espionaje y que
La Habana considera "héroes''. |