CUBANET .INDEPENDIENTE

27 de junio, 2002


Pensando en complicidades

Manuel David Orrio, CPI

LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - Una estimación conservadora sobre la base de las cifras de población publicadas en el Anuario Estadístico de Cuba permite afirmar que no menos de 300 mil compatriotas con derecho a voto se negaron a avalar con su firma la "intocabilidad" de la Constitución diz que socialista vigente en la Isla.

Tal magnitud por lo menos triplica a quienes se abstuvieron de votar en las elecciones generales de 1993, en país donde la abstención tiene por lectura a niveles del poder la calidad de acto opositor al gobierno y al sistema político imperantes. Cifras más, cifras menos, la evidencia de los números certifica el ascenso de una cultura de resistencia al régimen unipartidista cubano. Václav Havel diría, recordando su fábula del tendero, que cada vez más personas retiran del mostrador el cartel de la complicidad -máscara frente al poder- que les permite, en el mundo real de la cotidianidad, dedicarse al personal interés.

Sin embargo, rectificar la evidencia ascendente de los "tenderos" rebeldes no oculta un terco hecho: una mayoría aplastante de cubanos sí avaló con su firma la llamada "intocabilidad" del régimen político y económico vigente en la Isla, por muy absurdo que parezca cómo una nación en pleno se coloca al cuello semejante cuerda, renunciando a su derecho al cambio con tanta irresponsabilidad cívica.

Algunos atribuirán a un extendido sistema de represión política el origen de esa conducta, y razón no les falta. La Constitución que hoy se dice defender proclama el "derecho" a reprimir CUALQUIER FORMA DE OPOSICIÓN A LAS LEYES, de tal modo que hasta protestar arrojando flores puede tipificar como delito. Parece absurdo, pero es así. No obstante, la represión abierta o sutil no alcanzan a explicar lo observado en la mayoría de la población. Ningún país tiene tantos cobardes irrefrenables, ni tantos oportunistas mercantilizados, ni tantos creyentes sinceros hasta el fanatismo. Las cifras apuntadas, que de paso denuncian la intención gubernamental de ocultar que sí se acrecienta una cultura de resistencia, demuestran que existe una diversidad digna de tomarse en cuenta. Por ello, opina este periodista, los sucesos cubanos de este convulso junio demandan explicaciones trascendentes al discurso político de ocasión.

Disentir abiertamente en país como Cuba equivale a lanzarse al abismo de ser considerado no persona. Quienes lo han hecho, por lo general, han tomado esa decisión dramática impulsados por dos principalísimas razones: obtener un aval para emigrar en calidad de refugiado político, o porque en sus destinos personales no quedó alternativa digna no sólo de su conciencia, sino de otra oportunidad en sí, en términos muy concretos. O sea, que no se decidieron propiamente a convertirse en no personas, sino que fueron convertidos en no personas más de una vez por la intrínseca torpeza de la burocracia isleña, cuya genética colonial hispana nadie cuestiona.

Por lo primero, las cifras de opositores que una vez lograda la salida del país devienen puros emigrantes económicos hablan por sí mismas. Por lo segundo, cierto es que se ha ido constituyendo un núcleo de personas y un liderazgo de opinión bien molesto para el régimen. Pero en términos de fuerza política real, lo honesto es admitir más un carácter simbólico que una influencia en los acontecimientos al interior de Cuba, sin desdoro de esta o aquella anécdota, probatoria de que un símbolo, hasta un símbolo, puede valer tanto como una división aerotransportada.

Tal desnuda realidad conduce al tema de las motivaciones del cubano de a pie. ¿Cuáles son las que podrían impulsarle a una conducta diferente a la de complicidad con el régimen, descontados aquéllos cuya sincera creencia les hace partidarios, por cierto en número no despreciable? ¿Cuáles garantías se ofrecen a los cubanos para tomar alternativas disidentes signadas por una voluntad de cambio, no como búsqueda de visa?

Condenar la aparente inmoralidad de una conducta cómplice en términos de una abstracta ética es desconocer a la sociología como ciencia constituida, particularmente en política. No por gusto, Adam Przeworski apunta: "Si dichas opciones no se presentan, si el individuo no puede participar en tales conductas sin arriesgarse a una extinción casi segura -y ser no persona equivale a una extinción social- podrá seguir creyendo que el régimen que lo gobierna es totalmente ilegítimo, y sin embargo conducirse como si lo consintiera. Si la legitimidad es de veras eficaz para mantener un régimen, lo es precisamente porque constituye un consentimiento ORGANIZADO. En caso de que se desmorone la creencia en la legitimidad del régimen pero no exista una alternativa organizada, los individuos no tienen opción alguna". (1)

Bajo este análisis, no caben dudas de que los más de 300 mil excepcionales "tenderos" sólo confirman la regla. Entonces, las preguntas que se derivan son éstas: ¿cómo hacer ascender lo que pudiera llamarse el inventario de alternativas en las manos del cubano promedio? ¿Cómo demostrarle, con qué políticas, en qué ganará y en qué no perderá?

Pista para respuestas es la del notable miedo al cambio observable en la Cuba de hoy; pista para respuestas es interrogar si la oposición a Castro ha levantado banderas de interés para una población cuyo consenso actual quizás no acentúe ciertas demandas políticas, punto distinguible en una curiosa manera de criticar al régimen muy propia de sus sinceros partidarios, según la cual se dice: "Yo soy revolucionario, pero no entiendo que..." y a continuación la persona se extiende en comentarios dignos de difundirse por Radio Martí.

Condenar una masiva complicidad cubana es erróneo. Pero intentar explicarla, presentar alternativas reales a aquélla, tiene un nombre: hacer política.

Con mayúsculas.

(1) Transiciones desde un gobierno autoritario. Ediciones Paidós. España 1994. Pág. 88.


Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

Noticias por e-mail

La Tienda - Libros , posters, camisetas, gorras

In Association with Amazon.com

Busque:


BUSQUEDA

Búsqueda avanzada


SECCIONES

NOTICIAS
Prensa Independiente
Prensa Internacional
Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
Inglés
Aemán
Francés

SOCIEDAD CIVIL
Introducción
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
MCL
Fraternidad de Ciegos
Seguidores de Cristo
Estudios Sociales
Ayuno

DEL LECTOR
Cartas
Debate
Opinión

BUSQUEDAS
Archivos
Búsquedas
Documentos
Enlaces

CULTURA
Artes Plásticas
Fotos de Cuba
Anillas de Tabaco

CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887