Once años
sin aclarar la extraña muerte de un joven cubano
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - Nereyda Baró perdió a su
hijo en un presunto accidente que sucedió hace once años. Desde
entonces ella espera por la respuesta definitiva que aclare por qué murió.
"Mi hijo se nombraba Jorge Luis Celico Baró, tenía 25 años.
El 15 de septiembre salió en bicicleta de la casa para una asamblea de
balance que iban a realizar en el poligráfico del periódico
Granma, lugar donde él trabajaba. Cuando ese domingo me avisaron a las
siete de la noche, él ya estaba en la sala de politraumatizados del
hospital Calixto García" -recuerda la señora Baró.
Los que estaban con el joven alegan que cayó de la bicicleta, pero
nadie más presenció el hecho. Según Baró su hijo no
le pudo contar nada al respecto porque estuvo inconsciente hasta la muerte.
¿Quiénes eran las personas que estaban con su hijo?
"Se nombran Alexis Orraris, que también trabajaba en el Granma,
Sergio Yovanis y Rubén Somoza. Ellos dicen que lo llevaron al hospital,
pero cuando yo llegué sólo estaba Rubén. Estaba acostado,
dijo que tenía un golpe en una pierna. Cuando mi otro hijo le preguntó
dónde estaban las pertenencias de Jorge, él respondió que
había botado la camiseta porque estaba destrozada. Era una camiseta de
felpa gorda que Jorge había traído de la URSS, de donde había
regresado después que terminó sus estudios. ¿Cómo si
alguien se cae de la bicicleta se le puede destrozar el pulóver? Además,
la bicicleta no tenía un solo rasguño".
Por un momento a esta mujer, muy delgada y de más de sesenta años,
se le llena el rostro de lágrimas. Pero continúa con su relato.
"Estuvo 72 horas en el hospital. De inmediato noté que estaba
convulsionando. Se lo dije a la doctora, una neuróloga nombrada María
Caridad Gallardo, y ella me respondió: 'Mire señora, siéntese
que su hijo no está convulsionando, lo que tiene son traumas del golpe.
Lo vamos a observar esta noche y por la mañana le damos el alta'. Como a
las once y media volví a donde estaba la doctora y le dije que mi hijo no
hablaba, que se diera cuenta de eso. A la media hora ella vino adonde estaba mi
hijo, lo pinchó por distintos lugares con un bolígrafo y cuando
confirmó que tenía el lado izquierdo (de su cuerpo) inmóvil
llamó a una enfermera para trasladarlo con urgencia al salón de
operaciones. Como la reproché (a la doctora) por no haberle dado la
debida atención a mi hijo, me dijo que si seguía obstinándola
diciéndole que mi hijo estaba mal, ella me sacaría de la sala".
Nereyda expresa que su hijo fue operado dos veces debido a los severos
traumas cerebrales que tenía. Pero todo fue inútil porque a las
pocas horas murió. Dicen que el corazón no soportó, que
hubo un paro cardiaco y el joven no lo pudo rebasar.
¿Qué ha sucedido después?
"Le escribí al Ministerio de Salud Pública y al Consejo
de Estado. A Salud Pública porque mi hijo estuvo casi ocho horas en una
de sus instalaciones, el hospital Calixto García, sin haber recibido prácticamente
atención médica. Esto ocurrió en 1992. Me contestaron diciéndome
que era un posible homicidio por negligencia, que investigarían y después
me citarían. Más nunca me han informado nada".
¿Y qué le respondieron del Consejo de Estado?
"Que transfirieron el caso al Ministerio del Interior. A este
ministerio me citaron dos o tres veces. La última fue en 1994 para
expresarme que lo que le sucedió a mi hijo fue un accidente. Continúo
esperando que esta muerte sea totalmente aclarada".
La señora Baró concluyó la entrevista con la siguiente
petición:
"Yo sé que a mi hijo no lo van a revivir. Yo no pido venganza.
Yo estoy pidiendo justicia".
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