CUBANET .INDEPENDIENTE

24 de junio, 2002


Una mujer en el Escambray (I)

Héctor Maseda, Grupo Decoro

Serie que describe, a través de una de sus protagonistas, cómo se desarrolló el proceso de incorporación de la mujer cubana a la lucha guerrillera contra Fidel Castro en las montañas del Escambray, de la antigua provincia de Las Villas

LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - Corría el año 1961. Daysi Ventura Mainegra González había tomado una decisión importante en su vida: apoyar al movimiento insurgente que existía en la cordillera central del país contra el régimen de Fidel Castro. Las arbitrariedades y detenciones masivas que realizaba el gobierno contra los vecinos de la serranía y el pueblo cubano en general eran insoportables y había que ponerles fin o perecer en el empeño.

Daysi Ventura nació en las estribaciones de la Sierra del Escambray el 14 de junio de 1941. Era dueña, junto a su esposo Tomás Florencio Bécquer, de una finca heredada de su familia. La propiedad, llamada "Las Trampas", se extendía sobre unas 50 caballerías (671 hectáreas) de tierras fértiles aunque montañosas. En ellas criaban ganado mayor, cultivaban café, caña y alimentos varios para el autoconsumo familiar. La finca era trabajada por tres hermanos y sus esposas. En épocas de cosecha contrataban a jornaleros para que les ayudaran en la recolección y el secado del café. En el hogar poseían las mínimas comodidades para vivir decorosamente. El núcleo lo conformaban el matrimonio y la pequeña hija.

De pronto, y por obra y gracia de la injusticia humana, las condiciones de vida de esta familia cambiaron totalmente.

"En junio de 1960 -comenta Daysi- llegaron a nuestra casa los comandantes fidelistas Félix Torres y Anastasio Castañeda, acompañados de otros militares. Sin preámbulos nos anunciaron que desde ese momento estaban confiscadas nuestras propiedades porque iban a operar militarmente en las montañas en contra de los grupos de alzados.

"- Ustedes son colaboradores de ellos. Tienen que salir de aquí en breve. Adonde vayan no es nuestro problema.

"Y dejaron a dos militares en la hacienda hasta que llegara el interventor. Antes de marcharse, Torres se volvió a mi esposo y le dijo:

"- Si algo le ocurre a estos dos hombres lo pagarás con tu vida.

"Nosotros no éramos colaboradores de nadie. Sin embargo, entre los años 1957-1958 mi esposo les brindó apoyo y trabajó con los grupos guerrilleros que operaban en esta región, bajo las órdenes de Rolando Cubela y Faure Chaumont, del Directorio Revolucionario 13 de Marzo; al propio Félix Torres, del Partido Socialista Popular, y a Ernesto Che Guevara. Luego de esta visita de Félix Torres y compañía pasaron dos semanas. Unos mensajeros del gobierno me informaron entonces que ya debíamos irnos. No tuve más remedio que recoger algunas ropas envueltas en una sábana. Cargué a mi niña en los brazos y caminando fuimos para Trinidad, a decenas de kilómetros de distancia, atravesando montañas. Por suerte una amiga nos prestó un cuarto para que viviéramos en el pueblo. Mi esposo estaba recogiendo el ganado en las lomas y desconocía lo que ocurría con nosotras".

Estos desalojos forzosos y sin compensación se repetirían con todos los campesinos que vivían en la región. A los pocos días comenzaron a citar a los hombres al pueblo de Trinidad. A unos los conminaron a que abandonaran la provincia inmediatamente. A otros los detuvieron y enjuiciaron, acusados de colaborar con la guerrilla antigubernamental. Muchos decidieron no acudir a la cita y tomaron el camino de las armas. Varias mujeres se incorporaron a la lucha, pero no se integraron a la guerrilla permanentemente, por decisión de los jefes. La vida era difícil y riesgosa. Excepcionalmente hubo mujeres que se integraron a los grupos de combate. Sobre el particular, Daisy refiere:

"Mi esposo y yo decidimos no abandonar la zona ni quedarnos con los brazos cruzados. Comenzamos a colaborar con los guerrilleros. Buscamos contactos, y aparecieron. Éramos miles lo que habíamos sido despojados de nuestros bienes por el estado comunista. La respuesta de los lugareños fue masiva, y dio origen, desde un principio, a la insurrección armada. Mi esposo y yo tuvimos de nuevo acceso al Escambray porque el gobierno colocó como interventor de 'Las Trampas' a un pariente nuestro, quien nos dejó laborar en la finca. A mi marido las autoridades le dieron un pase para que cortara madera en la sierra. Transcurrido un tiempo comenzaron a pasar por la propiedad varios grupos de guerrilleros integrados por familiares, vecinos y amigos. Fue así que conocí a Emilio Carretero y tantos otros jefes de la guerrilla. Emilio había sido oficial del ejército de Batista. Buena persona, querido por los campesinos. Noble y disciplinado, muy recto y exigente con sus hombres. Odiado y temido por lo confidentes y personas vinculadas al régimen de Fidel Castro. No fue un asesino despiadado y cruel como lo caracterizó la propaganda gubernamental. Las mujeres les cocinaban, lavaban y zurcían las ropas, les curaban las heridas, llevaban y traían mensajes y medicinas, vestuario y botas nuevas. También los alentaban cuando se sentían deprimidos. Debo añadir que también atendíamos a las tropas del gobierno cuando llegaban a la hacienda. De este modo ganábamos su confianza".

Carretero comenzó a operar desde la finca "Las Trampas" hasta Pueblo Viejo, pasando por el caserío de Mayer.

"A Carretero no le gustaba utilizar las cuevas como refugio. Las consideraba trampas potenciales. Si las tropas enemigas tomaban sus entradas estaban perdidos. Él tenía mucha confianza con mi esposo y le hablaba de estas cosas. Decía que prefería esconderse en zonas bajas y abiertas entre lomas, bien cubiertas de espesura y protegidas por muchos árboles que servían como parapetos naturales. Situaba postas en los alrededores de su campamento y a mayor profundidad las 24 horas del día para evitar ataques sorpresivos. Además, situaba observadores en los cerros más altos para conocer el movimiento de sus oponentes. Operaba de noche. Durante el día hacía planes y la tropa descansaba y permanecía escondida".


Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

Noticias por e-mail

La Tienda - Libros , posters, camisetas, gorras

In Association with Amazon.com

Busque:


BUSQUEDA

Búsqueda avanzada


SECCIONES

NOTICIAS
Prensa Independiente
Prensa Internacional
Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
Inglés
Aemán
Francés

SOCIEDAD CIVIL
Introducción
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
MCL
Fraternidad de Ciegos
Seguidores de Cristo
Estudios Sociales
Ayuno

DEL LECTOR
Cartas
Debate
Opinión

BUSQUEDAS
Archivos
Búsquedas
Documentos
Enlaces

CULTURA
Artes Plásticas
Fotos de Cuba
Anillas de Tabaco

CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887