Amenazan a
periodista cubano que no apoya la llamada reforma constitucional
LA HABANA, 19 de junio (Fara Armenteros, UPECI / www.cubanet.org)) -
Funcionarios de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR)
amenazaron al periodista Carlos Serpa Maceira, residente en Isla de la Juventud,
provincia La Habana, porque se negó a suscribir la llamada iniciativa de
modificación constitucional que promueven organizaciones del gobierno de
Fidel Castro.
La amenaza tuvo lugar hoy en la vivienda del reportero, ubicada en la
comunidad rural La Demajagua, donde se presentó un grupo de dirigentes de
los CDR locales con la excusa de que sólo Serpa Maceira faltaba por ir a
firmar la iniciativa para modificar la Constitución.
"Yo les contesté que suscribir esa propuesta era un acto
voluntario, pero que yo no firmaba porque estoy en total desacuerdo con la
propuesta del gobierno y con la Constitución vigente" -dijo el
periodista vía telefónica.
Al negarse a firmar, los funcionarios de los CDR amenazaron a Serpa Maceira
con que estaba "poniendo en peligro el futuro de su hija de nueve años
de edad", lo cual en el contexto cubano significa que a la menor se le podría
invalidar para que curse estudios superiores o cualquier otra violación
de sus derechos y libertades básicas.
La semana pasada Serpa Maceira fue golpeado por agentes de la Seguridad del
Estado, detenido por horas en la estación policial de Nueva Gerona y
multado con 1,200 pesos por cubrir la noticia de nueve activistas que convocaron
y realizaron una marcha pacífica hasta el parque de esa localidad, en
reclamo de libertad para todos los presos políticos cubanos.
Ayer el reportero fue "visitado" varias veces por funcionarios de
los CDR y un primer teniente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias llamado
Antonio Herrera Sánchez, quienes presionaron a Serpa Maceira para que
suscribiera la iniciativa de modificación constitucional, que según
fuentes gubernamentales ha sido firmada por casi el 99 por ciento de los cubanos
en edad electoral.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
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