Lo que Carter
no vio en la policlínica de urgencia del Vedado
Reinaldo Cosano Alén
LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - Un paciente con padecimiento cardiaco
murió al llegar a la policlínica de urgencia del Vedado, ubicada
en el capitalino municipio Plaza, exactamente en 15 y 18. El fallecimiento se
produjo porque la ambulancia solicitada para trasladar al enfermo demoró
ocho horas, pues estaba ocupada en la recogida y traslado de otros pacientes.
Una residente del barrio marginal El Fanguito, situado a orillas del pútrido
río Almendares, también en el Vedado, telefoneó solicitando
con urgencia el servicio de una ambulancia. Su hermana tenía tan fuerte
dolor que no podía ni moverse. Cuando al cabo de cuatro horas llegaron
los "ambulancieros", la señora les espetó en la cara: ¡Después
dicen que Cuba es una potencia médica! ¡Esto es una mierda!"
La ciudadanía primero insulta a los ambulancieros. Después a
los médicos y enfermeros. Como si ellos tuvieran la culpa del mal
servicio de Salud Pública. O porque no exista en la farmacia la medicina
que necesitan.
"El gobierno es el verdadero culpable" -dijo un empleado que
declinó dar su nombre.
Otro, José Antonio, explicó: "Se reporta un caso de
urgencia que requiere ambulancia por la mañana y en ocasiones no se puede
atender hasta por la tarde o por la noche, porque hay que atender otros casos
que están primero. Cuando la ambulancia llega ocurre que el paciente tuvo
que ser trasladado en el transporte público o en un taxi".
¿Por qué este problema? -inquirí.
"De las tres ambulancias que poseemos sólo una funciona y a
veces también está rota. Muchas de las ambulancias de las policlínicas
son de donación del exterior y llegan sin piezas de repuesto".
Pregunto si no existe algún taller de reparación.
"Sí, existe. Completamente nuevo. En Marianao. Para la reparación
de los vehículos de Salud Pública, pero no dispone de ningún
recurso. Sólo de una planta, muy moderna, de soldar, pero sin pinzas ni
varillas ni careta y peto para la protección del trabajador (soldador)".
Se supo que el ex presidente de Estados Unidos de América James
Carter visitó esta policlínica. ¿Conoció él de
estas irregularidades?
"Creo que no. Su visita fue alrededor de media hora, en medio de
grandes medidas de seguridad. Habló con el médico de la consulta
de urgencia y con la directora, que le mostró los departamentos y explicó
el sistema de salud cubano. No habló con pacientes: ese día no los
hubo. No se le planteó ningún problema, que a lo mejor su fundación
hubiera podido ayudar a resolver. Seguro se fue con la idea de que todo marcha
bien" -concluyó José Antonio.
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