Paleontología
y "gran marcha"
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - Hace poco, en un encuentro entre amigos
en el que participé, uno de los presentes narró un pequeño
cuento.
Este amigo en su cuento dijo que un grupo de paleontólogos, que había
encontrado en la zona oriental de Cuba un huevo de un animal prehistórico
en total conservación, fue a ver a Fidel Castro para darle la
extraordinaria noticia y para decirle, además, que el huevo estaba siendo
incubado y que la Academia de Ciencias había decidido (¡Cómo
podría ser de otra forma!) regalarle el animalito cuando naciera.
Castro preguntó: "¿Qué tiempo duran esos animalitos?"
Los paleontólogos respondieron que unos 200 años.
El gobernante dijo: "No lo quiero, porque me voy a encariñar con
él y cuando se muera no sé qué voy hacer".
Ese chiste paleontólogo refleja la apreciación de que Castro
piensa que él y su régimen son eternos. Esa sicología
tendente a lo perenne quedó patente en los últimos acontecimientos
promovidos por el propio gobernante: la idea de perpetuar en la Constitución
del país el régimen comunista y la llamada marcha combatiente
para, presuntamente, apoyar esta disposición y dar respuesta a los
planteamientos del presidente George W. Bush el 20 de mayo del presente año.
La prensa oficialista dijo que en la marcha habían participado más
de nueve millones de personas. Los cubanos en la isla somos un poco más
de once millones. Es decir, que unos dos millones, entre los que están
los niños, los ancianos, los hospitalizados, los enfermos que no están
hospitalizados, los que se quedaron ofreciendo algún tipo de servicio,
los presos y los que simplemente no quisieron ir, conforman esos dos millones
que no participaron en esa convocatoria del "máximo líder".
Evidentemente que alguien contó mal.
Pero más allá de las cifras oficiales, que siempre serán
muy favorables al gobierno, hay un mensaje muy claro del cual debe tomar nota
sobre todo la vieja Europa: Castro no va a hacer cambios en su vetusto y cerrado
sistema político. El quiere el poder por los siglos de los siglos.
También queda claro que Cuba no necesita ayuda económica, ya
que el gobierno puede darse el gran lujo de paralizar un día entero el país
y gastar cuantiosos recursos económicos en una movilización política.
La ayuda humanitaria que la Unión Europea entrega a Cuba debe ser
enviada a un país latinoamericano o de cualquier otra zona del mundo que
realmente la necesite.
Además, se le debe exigir al gobierno de Cuba el pago de su deuda
externa porque, obviamente, la "gran marcha" (ya Mao Tse Tung perdió
la exclusividad de esa frase) no sólo fue un alarde de fuerza política
sino también de holgura económica.
De todas formas, los que quieren cobrar, no se apuren mucho porque
seguramente no les van a pagar. Y para los que pueden haber visto en la "gran
marcha" una fuerza política de Castro, les repito lo que dijo el
amigo del chiste paleontólogo al final. Preocúpense nada más
que de lo necesario, porque de todas formas la esperanza de vida en Cuba es de
75 años.
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