CUBANET .INDEPENDIENTE

17 de junio, 2002


Memorias de la Plaza (XLII)

Manuel Vázquez Portal, Grupo Decoro

LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - "Del tirano es inútil la saña", me he repetido durante este año y siete meses que ha durado mi encierro forzoso por parte de las fuerzas represivas cubanas, recordando los avatares del primer gran, y auténtico, poeta de mi país, para resistir con autenticidad también yo los rigores a que me han sometido mis designios, o mis decisiones. Pero, a veces, he sonreído, tristemente, añadiéndole una coletilla: y del poeta es inútil la oposición y resistencia frente al tirano.

Es muy breve la vida del ser humano y muy largo el afán de convertirse, a la primera oportunidad, en tirano tan cruel como contra el que se lucha; es como si la educación que hemos recibido desde que los Descubridores hollaran nuestro suelo nos hubiera sembrado en el alma la semilla de un tiranuelo que, agazapado, espera sólo el instante propicio para germinar.

Los poetas deben dedicarse a la belleza que le es dado percibir y recrear, pero, al menos los poetas cubanos, se han empecinado en sacrificar sus vidas y su sensibilidad en oponerse a los tiranos, y las más de las veces han terminado retractándose. O se han convertido en amanuenses de apologías y discursos que les han impuesto a cambio del plato de lentejas.

La vida política cubana a lo largo de su historia ha sido una fiesta de alharacas sediciosas y retractaciones vergonzosas. Sobran los ejemplos. Desde la primera conspiración, aquella de los Soles y Rayos de Bolívar, hasta de las que he podido ser testigo, me han convencido de que nunca faltan razones para que los tiranos se hayan dado, y se den, el apetitoso gustazo de publicar sus victorias sobre quienes han implorado su perdón y benevolencia, después de habérseles rebelado. El hecho se repite hasta la náusea. Y el resultado siempre ha sido el mismo: el retractado descubre, al final, que nunca debió apelar al opresor para aliviar sus penas, porque el tirano se vanagloria entonces de haberlo reducido y lo divulga como muestra de su triunfo, y los que creían en el rebelado lo purgan y lo estigmatizan, y los oportunistas y manipuladores de siempre lo usan para sus planes macabros.

No hay retractación posible para el que una vez se rebeló y escogió el camino de la lucha. Son dignificantes las agonías sufridas con entereza. Crece el alma de quien no flaquea. Del tirano se huye a tiempo, y se ponen a salvo los sueños, como ha sido, y es, costumbre en mi tierra dolorosa desde que tengo memorias y noticias, o se enfrenta sin temores.

Si me faltara el ejemplo de Martí, ahora lo inventaría: ¿Del tirano? Del tirano / Di más, di todo y clava, / Con furia de mano esclava, / Sobre su oprobio al tirano. No pidió permisos ni se retractó. ¿De qué vale suplicar frente a la fuerza bárbara del tirano? Siempre habrá un tirano y siempre habrá un poeta. De paradigma servirán los dos, según quien escoja y quiera ser sátrapa o bardo. Los poetas que se inmiscuyan en la lucha contra los tiranos han de saber que no tendrán espacio ni para los versos, aunque el alma les explote de poesía. Los tiranos ni aman ni temen la poesía; a lo sumo, la usan cuando la requieren. La patria de la poesía es la belleza; la política no es bella, al menos en el sagrado sentido poético, la política es la patria de las intrigas sórdidas, de las ingratitudes, las penas, los agravios, las victorias provisionales, las derrotas peligrosas, las decisiones sin alma, los sacrificios inútiles, y para ello debe estar dispuesto el poeta que ose enfrentarse al tirano, o seguirlo, porque el que sigue a un tirano también mata la poesía.

Muchas veces pude poner a salvo mis sueños de fábulas y caireles. Abandonar la savia que me nutría. Padecer la nostalgia. Dolerme entonces de la ausencia de mis símbolos. Sufrir la angustia del desarraigo. Pero decidí. Y mi decisión me obligó a oponerme. Y mi oposición me condujo a la partida, ya con la poesía muerta y los ímpetus desfallecidos, y entonces quisieron cobrarme más. No he querido pagar el humillante precio de la retractación y han dispuesto avasallarme. Yo moriré. Pero el tirano también morirá. Pasará el tiempo. Y si acaso un verso, una frase mía, triunfara del olvido, ningún investigador podrá descubrir que claudiqué frente al tirano.

Manuel Vázquez Portal es el autor del poemario "Celda número cero", publicado por CubaNet.

Lea fragmentos de la novela.


Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

Noticias por e-mail

La Tienda - Libros , posters, camisetas, gorras

In Association with Amazon.com

Busque:


BUSQUEDA

Búsqueda avanzada


SECCIONES

NOTICIAS
Prensa Independiente
Prensa Internacional
Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
Inglés
Aemán
Francés

SOCIEDAD CIVIL
Introducción
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
MCL
Fraternidad de Ciegos
Seguidores de Cristo
Estudios Sociales
Ayuno

DEL LECTOR
Cartas
Debate
Opinión

BUSQUEDAS
Archivos
Búsquedas
Documentos
Enlaces

CULTURA
Artes Plásticas
Fotos de Cuba
Anillas de Tabaco

CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887