El Respondón
Caridad Cristina Álvarez Carnesolas, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - El gobierno cubano no se cansa de
responder desde hace varias semanas al discurso pronunciado por el presidente
Bush el pasado 20 de mayo en Miami ante el exilio cubano. Las respuestas están
dadas a través de la voz del que más responde, del que más
analiza, del que más se sacrifica, del que nunca se equivoca, del que más
ama la paz, del que nunca fue a la guerra; en la voz que más repercusión
tiene a nivel mundial, del que nunca miente, del más saludable, del más
culto, del que lleva la música en el subconsciente, del que convirtió
los cuarteles en escuelas, del más solidario y desinteresado, del más
humilde, honesto y verdadero; en la voz del que siempre habla de lo mismo. En
fin, en la voz del que ostenta oficialmente entre muchos otros el cargo de
Respondón en Jefe de la República de Cuba.
Miles de personas movilizadas, bañadas en sudor y por la lluvia,
sufriendo el intenso calor oriental. Gastos elevados de recursos en un país
donde las personas apenas sobreviven; derroche de petróleo en tanto los
apagones van en aumento en los últimos días. Desmayos, fatigas,
cansancio, desilusión de ver pasar los años, y el Respondón
ahí, hablando del mismo miedo, el mismo chivato, el mismo oportunista, la
doble moral, de los que viven a costilla del carguito que obtuvieron pisoteando
cabezas y repitiendo las consignas que dice el Respondón. Todos juntos
apoyando y sosteniendo lo que desde hace rato se desmorona.
Debería inventarse un discurso el Respondón para explicar
varias cuestiones que nunca menciona, por ejemplo, el aumento del alcoholismo y
el consumo de drogas en Cuba. El crecimiento de los centros penitenciarios, la
disminución del consumo de leche y carne de res, las dificultades para
obtener una vivienda decorosa, el incremento de los divorcios y los abortos y el
aumento de las fuerzas represivas y de la delincuencia. Sería interesante
que el Respondón hablara sobre estos temas.
Sabemos que el Respondón seguirá respondiendo. A él le
encanta desempeñar su papel. Sus imitadores nunca alcanzarán un
dominio tan perfecto del arte de responder porque no tendrán a su favor
43 años para vivir la misma historia. Por tanto, que continúen y
hagan todos juntos un máximo esfuerzo por seguir repitiendo lo que ya
nadie les cree. La destrucción física y moral de la nación,
la separación de miles de familias, el sufrimiento de millones de hombres
y mujeres lo incumben directamente. Algún día tendrá que
responder ante los hombres o ante Dios.
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