CUBANET .INDEPENDIENTE

14 de junio, 2002


La marcha del inmovilismo

Manuel David Orrio, CPI

LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - En este raro tiempo histórico vivido en Cuba, nombrado por este periodista era del picadillo de soya, puede ocurrir que el significado de una acción represente en realidad lo contrario.

Por ejemplo, sugiere movimiento una marcha nacional como la efectuada el 12 de junio, en la que millones de compatriotas desfilaron por todo el país diz que para apoyar el orden constitucional vigente y así responder a los discursos pronunciados por el presidente norteamericano el pasado 20 de mayo, en los cuales ratificó la política de su país hacia el gobierno de Fidel Castro y la condicionó una vez más a cambios dentro de la isla en dirección de avanzar hacia un régimen democrático de normas internacionalmente aceptadas.

De inicio, muy interesante sería preguntar a esos marchantes cuántos de ellos han leído la Constitución que dicen defender. Aunque sea por curiosidad, porque algunas explosivas encuestas citadas por el fallecido jurista Hugo Chinea mostraron que dos tercios de los sondeados desconocían que ese texto es la principal ley del país; de ellos el 44 por ciento con categoría laboral de dirigente.

Claro, tales pequeños detalles no impiden aceptar que sugiere movimiento la marcha de marras, ante todo por su hecho físico. Pero en honor a las paradojas del actual tiempo cubano, el inmenso desfile contrasta, porque si en su andar de banderitas al cielo hace pensar en movilidad, lo intrínseco de su mensaje es comunicar el inmovilismo tenaz. Bien claro lo expresa lo que las llamadas organizaciones de masas están proponiendo al parlamento cubano mediante una iniciativa de modificación constitucional donde se hace patente el deseo de "consignar expresamente la voluntad del pueblo de que el régimen económico, político y social consagrado en la Constitución de la República es intocable".

Desconozco si algún pensador de militancia fidelista ha palpado la clase de soga que se está amarrando al cuello, considerando lo cambiante del mundo actual y el inmenso peligro presente en la palabra "intocable", incluso para los castristas en cuerpo y alma.

La marcha, la enorme marcha que parece avalar a la proposición apuntada, aparece así como un recurso que pudiera abrir las puertas a la derogación o castración del artículo 137 de la vigente Constitución cubana, el cual estipula el derecho a la reforma de la ley de leyes con carácter total o parcial y establece el proceder para hacerlo. Más claro ni el agua: lo que el gobierno de Fidel Castro parece buscar es coartar definitivamente el derecho ciudadano a introducir cambios constitucionales en ejercicio de una soberanía popular diz que consagrada por ese texto, por cierto bastante vulnerado por un conjunto de leyes abierta y flagrantemente inconstitucionales, alegremente aprobadas por ese parlamento, al cual ahora se pide que haga "intocable" lo que ha "tocado" con tanta alegría.

Marx, Engels y Lenin deben de estar con las manos a la cabeza ante esta interpretación caribeña de la dictadura del proletariado.

Por supuesto, no caben dudas de que el convidado de piedra a la marcha del inmovilismo es el Proyecto Varela, con todo y lo criticable que sea. Sus más de 11 mil cubanos sumados a él están retumbando en los oídos del poder isleño con más estruendo que la artillería de Stalin ante las puertas de Berlín de 1945. Eso es un hecho, y los hechos son tercos, aunque por lo pronto el resultado del proyecto de marras sea el de tanta crispación gubernamental, tanto temor al despertar ciudadano, que bien pudiera venir no del rubricatismo disidente sino del interior de las estructuras de poder, quizás ya preocupadas por la terquedad de otro hecho: la marcha del 12 de junio pudo haber costado unos 75 millones de pesos de producto interno bruto a precios de 2000, si se hace un par de elementales cálculos sobre la base de cifras oficiales.

En países civilizados tal despilfarro sólo se justifica cuando la sociedad protesta. No cuando se supone que apoya lo que ya existe. Por ello afirmo que, entre otros aspectos, la marcha del inmovilismo demuestra que en esta Cuba de raro tiempo histórico el esperable significado de una acción puede representar exactamente lo contrario. Desconozco si ello se debe a la impronta de sol caribeño y pardas voluptuosas que caracteriza a esta tierra. Pero de que pasa, pasa.


Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

Noticias por e-mail

La Tienda - Libros , posters, camisetas, gorras

In Association with Amazon.com

Busque:


BUSQUEDA

Búsqueda avanzada


SECCIONES

NOTICIAS
Prensa Independiente
Prensa Internacional
Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
Inglés
Aemán
Francés

SOCIEDAD CIVIL
Introducción
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
MCL
Fraternidad de Ciegos
Seguidores de Cristo
Estudios Sociales
Ayuno

DEL LECTOR
Cartas
Debate
Opinión

BUSQUEDAS
Archivos
Búsquedas
Documentos
Enlaces

CULTURA
Artes Plásticas
Fotos de Cuba
Anillas de Tabaco

CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887