Tiendas
estatales venden mortadella putrefacta a residentes de Güines
GÜINES, 12 de junio (José Izquierdo, Grupo Decoro /
www.cubanet.org) - Cientos de kilogramos de mortadella putrefacta fueron
devueltos o rechazados por residentes del municipio Güines, en provincia La
Habana, a quienes les vendieron ese producto en comercios estatales por la
libreta de racionamiento.
La venta de la mortadella descompuesta se efectuó el 6 de junio a razón
de un cuarto de kilogramo per cápita.
Varias fuentes confirmaron que el producto despedía un fuerte olor a
podrido, principal motivo por el cual fue rechazado por una población
necesitada de alimentos ricos en proteínas.
Según analistas independientes el pueblo cubano es uno de los que
menos proteínas consumen en el mundo. La venta de carnes o sus derivados
es casi nula en Cuba. Por ejemplo, los habitantes de Güines sólo
pueden comprar seis huevos per cápita al mes y una porción de
mortadella o picadillo de soya, productos que ocasionalmente están en mal
estado debido a mal almacenamiento (a temperaturas altas), o porque son
transportadas en vehículos sin aparato de refrigeración, situación
que se agrava con la falta de neveras en los comercios donde son puestos a la
venta por la libreta de racionamiento.
"Falta de sensibilidad humana la de un gobierno, como el nuestro, que
obliga al pueblo a comer lo que no es de su agrado, mientras los funcionarios se
hartan a su antojo", comentó un residente de Güines, quien
agregó que desde el inicio del llamado período especial el cubano
fue despojado de la mínima cuota de carne de res que le vendieron hasta
ese entonces, y comenzó la venta de productos cárnicos "enriquecidos"
con soya, al decir de los funcionarios del ramo de la alimentación.
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